Desde Bera hasta Tudela,/ y desde Estella a Roncal,/ si vamos todos unidos / seguro que no irá mal |
Bastaría que PSN, Ciudadanos y UPyD llegaran a un acuerdo entre constitucionalistas para asegurar el tercer diputado
Han
pasado sólo ocho días desde que se publicó mi primer artículo proponiendo esta candidatura
y ya se han producido algunos hechos relevantes sobre este tema. En primer
lugar, el acuerdo entre UPN y PP, cuya virtualidad y eficacia respecto a la
candidatura al Senado se han visto heridas de muerte a los pocos días de nacer,
como consecuencia del pacto sobre este mismo tema, en virtud del cual va el cuatripartito
unido de nuevo en la candidatura “del cambio”
Si
a esta candidatura “del cambio cuatripartito” se enfrentan los partidos
constitucionalistas todos unidos (UPN, PSN, PP, Ciudadanos, UPyD…) la pelea estará
reñida, tal vez muy reñida, pero al menos habrá partido disputado hasta el
final. A día de hoy, no seré yo quien pretenda adivinar de qué lado caerán los
tres senadores y cuál se tendrá que conformar con uno. Tal vez, posiblemente,
por muy pocos votos de diferencia. Lo que sí se puede “adivinar” desde ahora es
que ganará la pelea el bando, el bloque, que más y mejor trabaje, hasta
conseguir la victoria, es decir, hasta que el 20-D en las urnas saque algún
voto más que el otro bloque o bando. Pero si UPN y PP se presentan en SU
candidatura. Si el PSN, y Ciudadanos, y UPyD se presentan también por separado,
no es difícil adivinar desde ahora que los tres senadores se los llevarán los
del cambio cuatripartito. Sumando
esta victoria el 20-D a las que ya obtuvieron en mayo en el Parlamento,
Gobierno y principales ayuntamientos de Navarra, el balance de 2015 vendría a
ser éste: paliza total y general que propina el bloque nacionalista-seguidista
al bloque constitucionalista.
Si
ante esta situación de emergencia los partidos constitucionalistas (UPN, PSN,
PP, Ciudadanos, UPyD…) no presentan al Senado una candidatura que objetivamente
sea “unitaria pro Navarra”, llámese como se llame oficialmente, mejor será que esos
partidos se retiren de la política, que liberen el solar navarro de su nefasta
presencia y dejen paso a las amapolas o cardos políticos que puedan florecer, pues
cualquier cosa nueva será mejor que su pertinacia en la desunión y la
consiguiente tenaz búsqueda y consecución de las sucesivas derrotas frente al
separatismo rampante.
En
cuanto a la candidatura o candidaturas constitucionalistas para el Congreso,
también han despejado y simplificado la cuestión UPN y PP, con su acuerdo entre
los dos solos. Con ese acuerdo mantienen su política habitual y se aseguran o
casi (nunca se reparta la piel antes de cazar al oso) los dos puestos que pueden
corresponder razonablemente bien a los votos de la derecha y el centro derecha constitucionalistas.
Esta
posición de UPN y PP, rehúye de hecho la candidatura unitaria pro Navarra, que
implicaría el acuerdo general entre todos los partidos constitucionalistas y
diluiría en el conjunto las responsabilidades de cada partido, pero no impide
sacar un tercer diputado constitucionalista, sino que por el contrario permite
ver en toda su sencillez y simplicidad, cuál es la única vía que queda para que
el bloque constitucionalista sea el que saque el tercer diputado, y, por ende, la
mayoría de los diputado, 3 de 5.
Repasando los votos alcanzados en mayo por cada partido y pasándolos al 20-D, hay una manera dignísima y sencillísima de asegurar el tercer diputado constitucionalista y, a la vez, ratificar la voluntad constitucionalista y no separatista de partidos muy importantes en el presente y de cara al futuro de Navarra. Basta con que el PSN, Ciudadanos y UPyD lleguen a un acuerdo de claro y rotundo compromiso constitucionalista y convengan una candidatura parcialmente unitaria, que, junto a la también parcialmente unitaria que ya han formado UPN y PP, salvaría los muebles prácticos de la unidad constitucionalista. Entre las dos, por separado, salvarían los tres diputados, el máximo al que podría aspirar, en el mejor de los casos, una candidatura unitaria pro Navarra.
Repasando los votos alcanzados en mayo por cada partido y pasándolos al 20-D, hay una manera dignísima y sencillísima de asegurar el tercer diputado constitucionalista y, a la vez, ratificar la voluntad constitucionalista y no separatista de partidos muy importantes en el presente y de cara al futuro de Navarra. Basta con que el PSN, Ciudadanos y UPyD lleguen a un acuerdo de claro y rotundo compromiso constitucionalista y convengan una candidatura parcialmente unitaria, que, junto a la también parcialmente unitaria que ya han formado UPN y PP, salvaría los muebles prácticos de la unidad constitucionalista. Entre las dos, por separado, salvarían los tres diputados, el máximo al que podría aspirar, en el mejor de los casos, una candidatura unitaria pro Navarra.
Los
números de mayo aplicados al 20-D nos darían los siguientes datos: los 45.164
votos del PSN, más los 9.993 de Ciudadanos, más los 1.740 de UPyD, dan un total
de 56.897 votos. Con ese número de votos se sacaría el segundo diputado de
Navarra, muy por delante del tercero, cuarto y quinto. En el caso de que fueran
unidos Podemos, IE y Equo, tal vez sacasen algún voto más, es decir, el segundo
diputado, pero PSN+Ciudadanos+ UPyD sacarían con total seguridad el tercero,
muy por delante de Bildu y Geroa Bai.
José Javier ArraizaMeoqui es abogado jubilado
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