No hace mucho, tras leer algo que yo había publicado, un (¿qué pongo?) me decía:
Por suerte no leo estos blogs ...la de gilipolleces que escribe la gente...o te crees que la sociedad se ha quedado aislada y encerrada y se cree lo que le dice el médico,el so-cerdote el maestro, el terrateniente.... Realmente te piensas que la gente es estúpida? JAJAJAJA, QUE LEEMOS HISTORIA, POR CUENTA DE JOSEBA ASIRON!!!!
Contradicciones históricas del patriota vasco de Navarra
Sugiero al
profesor Luis Landa el Busto, por
aquello de que libros sobre el tema
tiene, que nos deleite con algún
artículo sobre el rey Sancho III el Mayor, el que gobernó sobre toda la España cristiana en el siglo XI. El mismo que por alguna razón extraña para los secesionistas, quiso ser enterrado en el monasterio de Oña, en Burgos. También sobre Sancho VII el Fuerte. El último rey autóctono de Navarra, el de la batalla de las Navas de Tolosa en la provincia de Jaén. Aquel año de 1212 marchó junto con otros reyes cristianos contra el enemigo común de aquella época.
Como me parece
importante en estos tiempos de
manipulación de la historia de Navarra que buscan servir a intereses
partidistas, glosaré algunas de esas
contradicciones. Durante la guerra
incivil que asoló a Navarra en el siglo
XV se da la circunstancia que para el
ideario secesionista vasco, los
agramonteses son los auténticos depositarios
de la defensa de la libertad de Navarra.
Debemos recordar que este clan nobiliario defendía que fuera rey Juan II el Grande, rey de Navarra, después lo fue de Sicilia y de Aragón, nacido en Medina del Campo, en Castilla, príncipe de la familia real de los Trastámara, dinastía real de
origen castellano. Frente a ellos, los beamonteses apoyaban a su hijo Carlos, el príncipe de Viana, nacido del primer matrimonio con Blanca de Navarra. Ambos se enfrentarán en octubre de 1451 en la batalla de Aibar, donde Carlos, el hijo, fue derrotado y hecho prisionero por su padre.
Juan II el
Grande, el rey de Navarra, el de los agramonteses, hoy patriotas vascos, viudo de la reina Blanca de Navarra, se casó en
segundas nupcias con una noble
castellana, Juana Enríquez, que dio a
luz en Sos ( Sos del Rey Católico ) a
Fernando II de Aragón, Fernando el Católico.
Fernando el
Católico, rey de Aragón, fallecida su
esposa la reina Isabel la Católica un
año antes, se vuelve a casar en 1505 con
Germana de Foix, prima hermana de la
reina navarra Catalina de Foix y sobrina
del rey francés Luis XII.
El mismo que
llegado 1512, en su guerra contra
Francia, manda invadir Navarra, bajo el
mando del II duque de Alba de Tormes, Fadrique
Alvarez de Toledo y Enríquez. Y ya
saben, que el ejército castellano hablaba
euskera, pues se componían también de
guipuzcoanos, alaveses y vizcaínos. Además
de los navarros beamonteses, no se
olviden. Así que acabó siendo una guerra
dinástica. Similar a lo acaecido tres
siglos después con las guerras carlistas.
La primera, entre los partidarios del
infante Carlos María Isidro de Borbón,
hermano de Fernando VII, y los liberales,
defensores de Isabel II de España y de la regente, su madre, María Cristina de Borbón-Dos Sicilias. Con un año memorable para los navarros, sean carlistas o
liberales, 1841, con la firma de la Ley
Paccionada, tras la Ley de Confirmación
de los Fueros de Navarra, de dos años
antes.
Y los mismos
guipuzcoanos, que pertenecían a
Castilla, fueron los que arrebataron en
1515 los cañones en el puerto de Velate al
ejército francés que apoyaban a los reyes navarros Juan y Catalina. Cañones que
fueron llevados a su escudo hasta que la
mala conciencia por el agravio cometido a
Navarra les hizo quitarla ya en democracia.
Conciencia mal entendida, porque la historia
se lee, se estudia y en ocasiones se revisa
permanentemente para condenarla y no
repetirla, pero no se manipula.
Guipuzcoanos
ilustres como Ignacio de Loyola que cayó
herido en Pamplona en 1521 defendiendo a
las tropas del emperador Carlos I deEspaña del asedio de los franceses que
querían recuperar Navarra.
Guerras en las
que el pueblo sufría las consecuencias y
donde en ocasiones la historia da la
vuelta 360 grados. En 1700 sube al trono
de España Felipe V, duque de Anjou, de
la casa de los Borbón. Hoy reina en España, y por tanto en Navarra, Felipe VI, descendiente
de los reyes navarros Juan y Catalina, a
partir de su tío el rey francés EnriqueIV (el de París bien vale una misa). Imagino
que dejando descolocados a los patriotas
vascos y secesionistas de Navarra. O no,
porque ni ese hecho ni ningún otro les
impide trabajar por lo que ellos llaman Euskal
Herria.
Nos queda pedir desde estas líneas a todos aquellos que saben la Historia de nuestro viejo Reyno que la difundan. A las organizaciones civiles y políticas en Navarra, que hagan lo propio. Ya les adelanto que deberá ser bastante la pedagogía para darle la vuelta a tantos años de
adoctrinamiento de aquellos que creen en
la otra Navarra.
Pedro Muneta Irujo es
licenciado en Derecho
1 comentario:
Los recortes son propios de los recortadores, que se juegan el tipo y hacen las delicias de espectadores y hasta de matemáticos, pero no de los historiadores, aunque, quien hace tebeos, no creo tenga mucho de historiador. Las sorpresas de Navarra son tan sorprendentes que hacen añicos los esquemas prefabricados por cierto nacionalismo con más devoción a la causa, tan mortífera, que rigor.
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