martes, 25 de mayo de 2021

¿Por qué retrocedió el euskera? (A. García-Sanz)

Bajando el Esca hacia 1910. Marqués Santa Mª del Villar
“A los almadieros, en cuanto pasaban Burgui, el uskara ya no les valía de nada. Al regresar al pueblo hablaban con sus mujeres en uskara, que pasa a ser la lengua de la familia, de la intimidad. Pero son ellos mismos quienes convierten al castellano en la lengua importante” (García-Sanz)

Ángel García-Sanz: “El euskera retrocedió porque los montañeses sabían que no les era útil”
El historiador Ángel García-Sanz analiza en un libro la situación del euskera de 1860 a 1936

García-Sanz en la UPNA (J.C. Cordovilla)
La pandemia ayudó a Ángel García-Sanz Marcotegui a añadir más material al que ya llevaba recopilado durante años, a descubrir textos que ayudaran a comprender cómo había sido la situación en Navarra del euskera entre 1860 y 1936. Historiador “de la Internacional del pero...” el catedrático de la UPNA recogió fragmentos de periódicos y documentos de la época con los que ha construido un libro que contradice algunos lugares comunes sobre el retroceso del euskera en Navarra.

EL RETROCESO DEL EUSKERA. “LA REPRESIÓN NO FUE UN FACTOR CLAVE”
En su libro, y en su discurso, Ángel García-Sanz refleja cómo la prensa que más defendía al euskera en esta época, tanto la nacionalista, la de los euskaros (un grupo fuerista) como la conservadora, pone de relieve “que los responsables últimos de la pérdida de la lengua vasca eran los propios navarros. Hablan de vergonzosa pereza, indolencia, abandono, apatía, falta de voluntad, incluso alguno de la debilidad de la raza”, dice el historiador, que apunta la contradicción de que esos mismos periódicos incluyen escritos “que ponderan el valor de los vascones, el pueblo jamás conquistado, valiente y vigoroso”. El catedrático de la UPNA apunta que esos navarros eran conscientes “de que el euskera no les era útil. Hay pueblos donde dicen que quieren aprender castellano porque les sirve. Son muy pocos los que quieren prescindir del euskera pero son muchos los que dicen que lo que les interesa es el castellano”. García-Sanz en ese sentido señala que los montañeses sentían que se le tenía a menos en el resto de Navarra y ejemplifica su tesis con los almadieros del Roncal. “En cuanto pasaban Burgui el euskera ya no les valía de nada. Al regresar al pueblo hablaban con sus mujeres en euskera, que pasa a ser la lengua de la familia, de la intimidad. Pero son ellos mismos quienes convierten al castellano en la lengua importante”.
Aunque hay que tenerla en cuenta, la represión del idioma no fue el factor fundamental, dice García-Sanz. “Una de las pruebas es que la regresión del euskera avanza desde el sur y desde el nordeste, desde Roncal y Salazar, donde es más frágil. Si la represión hubiera sido la clave, el euskera se hubiera perdido lo mismo en Valdizarbe que en la Ulzama”. “Y ninguno de esos órganos de prensa que se quejan de la desidia de los navarros habla que eso se deba a un autoodio que trasladen las clases elevadas. No hubo tal, eso es una construcción actual”.

LOS DEFENSORES DEL EUSKERA. “LAS DERECHAS”
Durante el Franquismo, también
Ángel García-Sanz defiende que antes de la Guerra Civil, “guste o no guste, la Navarra oficial, mayoritaria, que incluía carlistas, integristas, conservadores, los euskaros y el PNV, eran todos vasquistas. Los principales defensores del euskera son las derechas”. “No se puede dudar de que la Diputación, la iglesia, los periódicos... eran vascófilos de corazón, otra cosa es que eso se tradujera en hechos prácticos”. El profesor llama la atención de que el panorama de los defensores y los reacios al euskera de nuestros tiempos es casi el contrario al de aquella época. “Los defensores del euskera hoy son las izquierdas, y los movimientos alternativos, que cuanto más rupturistas son más usan el euskera. Y lo hacen con un sentido de cruzada, de cumplir un deber, como hace un siglo lo hacían los canónigos integristas. En cambio, los que más lo defendían entonces, salvo el PNV, ahora son más fríos”.
García-Sanz, en todo caso, señala que los reparos de liberales y republicanos contra el euskera venían también porque veían “en la propaganda vascófila unos objetivos políticos, que podían ser legítimos pero que ellos no compartían”. De hecho, apunta que un periódico como El Demócrata Navarro, muy contrario al nacionalismo, no tiene problemas en dar voz “a adalides del euskera que se confiesan españoles, como el profesor Amador de los Ríos. Es la prueba de que no tenían nada en contra del idioma en sí”.

LA 'VASCOMANÍA'. “MÁS TEÓRICA QUE REAL”
Hoja en Lengua navarra (DN 68)
En su libro, García-Sanz habla de que desde mediados del siglo XIX se vivía una “vascomanía” en toda España y que el euskera tenía una gran consideración incluso entre estudiosos extranjeros. Sin embargo, “fue una efervescencia más teórica que real. Ya un especialista como Juan Madariaga ha dicho que este renacimiento fue modesto. Pero una cosa es tener una planteamiento teórico vascófilo y otra llevarlo a la práctica”. En todo caso, el historiador señala que este renacimiento, y la acción de instituciones como Euskal Esnalea, aunque no tuvieron “mucho impacto”, sí sirvieron para retrasar el retroceso del euskera, “del que todos eran conscientes”.

EUSKERA Y TRADICIÓN. “EN LOS PUEBLOS PEQUEÑOS”
El libro reproduce varios textos que defienden que el euskera era una barrera que impedía que se perdiera la religión y las costumbre tradicionales. “No tenían razón. Confundían la explicación con el hecho. Decían que en los pueblos pequeños, que eran casi monolingües euskaldunes, no entraba la impiedad ni los librespensadores… claro, es que no entraba nada, vivían más encerrados en su mundo”. De hecho, donde se pierde más el idioma fue en localidades más grandes como Elizondo, Lekunberri, Alsasua. “Es cierto que los contrarios a la imagen tradicional también vieron que esa promoción del euskera iba en contra de lo que defendían ellos”.

GUERRA CIVIL. “NO HUBO ERRADICACIÓN ABSOLUTA”
Premio a los niños de Zubieta por su nivel de euskera
Frente a autores que hablan que durante la Guerra Civil hubo una “lucha sistemática para erradicar el euskera”, García-Sanz ha encontrado textos entre quienes apoyaron el golpe que defendieron al idioma. Fue el caso de Eladio Esparza, de Diario de Navarra, o y Francisco López Sanz, de El Pensamiento Navarro, que salen por ejemplo al paso de algún caso de sacerdotes a los que se impidió predicar en euskera. “Dicen que eso no puede consentirse”. También la Agrupación de Estudiantes Tradicionalista empezó una campaña en radio a favor del euskera. “No hay una erradicación absoluta. Otra cosa es que estas figuras ven el euskera desde una perspectiva de carlistas e integristas, que lo consideran como parte fundamental de la manera de ser de la personalidad tradicional”.

EL RELATO. “SE HACE UNA HISTORIA MUY SIMPLISTA”
El catedrático de la UPNA censura que muchas veces ha habido autores que hacen “análisis que se abstraen del tiempo y las circunstancias, como si el siglo XIX hubiese sido inmutable”. A su juicio, “estamos en una tierra en que se hace una historia muy simplista, que habla de un grupo de vendidos a Madrid y de un pueblo llano, valiente y pobre. Pero Navarra cambió mucho y hay clases medias cada vez más amplias. Parte de la población se escapa a esa simplificación. El rico no es culpable por ser rico ni el pobre es siempre revolucionario y traicionado por las élites. No hay un sentido de que la historia es transformación, cambio”.

EUSKERA E IDENTIDAD. "ES UN TEMA POLÍTICO"
El profesor de la UPNA explica que en Navarra, hasta bien entrado el siglo XX, “la gente se sentía navarra, más o menos vasca y española. El problema es que todo se ha simplificado y ahora hay solo dos identidades predominantes, vasquista antiespañolista o navarrista españolista. Es penoso”. En ese sentido, García-Sanz califica de “muy sintomático” que a principios del siglo pasado “el nacionalismo declarara la guerra al término ‘vasconavarro’, que se usaba durante el siglo XIX con toda normalidad. Era una fórmula en la que Navarra estaba ligada al mundo vasco, pero de manera peculiar”.

Matías Múgica: "Es un error el gasto en euskal-
dunización donde no se habla ni chufa de euskera"
Ya situado en la actualidad García-Sanz asegura que hoy “nadie habla claro” sobre el euskera. “Es un tema político. Al fin y al cabo, implica decidir sobre el empleo de recursos humanos y financieros. Es un tema de oportunidad política”. “He vivido en cuatro pueblos, en cuatro barrios de Pamplona, he estado en instituciones, en el seminario, en la universidad privada y en la pública… y nunca he visto a nadie hablar contra el euskera por sí mismo. Lo que pasa es que muchos ven en la expansión del euskera un objetivo político, que puede ser legítimo, como también lo es no estar de acuerdo”.

“Me gusta lo que no se conoce”
Ángel García Sanz añadió a sus obras el apellido Marcotegui, el cuarto (el tercero es Pérez) para evitar confusiones. El profesor de la UPNA se llama igual que otro historiador, un eminente catedrático vallisoletano que falleció en 2014. “Un tipo excepcional”, dice. El caso es que de vez en cuando surgían confusiones. Por ejemplo, al catedrático castellano le preguntaban por sus obras sobre Navarra y al revés, o cuando iban a congresos, en los hoteles al que llegaba más tarde le decían que Angel García Sanz ya estaba allí. Por si fuera poco, ese mismo nombre lo comparte con un notable veterinario gallego. “El primer correo electrónico que recibí me lo mandó un hispano desde la biblioteca del Congreso de EE UU para preguntarme por un García Sanz que escribía de ganado”. Por eso, cuando los dos historiadores García Sanz coincidieron en un congreso en 1983, decidieron que había que hacer algo. Desde entonces el navarro firma sus obras como García-Sanz Marcotegui.
Ángel estuvo en el Seminario algún año más
Su infancia la pasó de pueblo en pueblo, siguiendo los destinos de su padre, que trabajaba para la Diputación. Nació en Morentín, en 1949, estuvo en Leitza, en Abárzuza y Navascués. Con 7 u 8 años, se dio cuenta de que le gustaban los temas políticos. “Mi primer recuerdo es el levantamiento de los húngaros en 1956. En el pueblo se hizo una colecta para mandar un bidón de gasolina a los ‘patriotas húngaros’. También recuerdo a un maestro, Domingo Eseverri, colocar una cruz negra en una bandera española el día de la muerte de Pío XII, en 1958”. Para el joven García Sanz, aquellos hechos le daban “la manera de salir del pueblo. Me gustaba mucho la geografía. Oía hablar de Tierra de Campos o Peñaranda de Bracamonte y me parecía la Luna”. Estudio en el seminario dos años, “me llevaron allí, pero me fui”, hizo el Bachiller en el instituto Plaza de la Cruz, se licenció en Geografía e Historia en la Universidad de Navarra y se doctoró en la Complutense. Comenzó en la enseñanza media en Guernica, entre 1973 y 1976, ganó la cátedra de Bachillerato del Instituto de Bergara, pero se quedó como profesor agregado en el Instituto Navarro Villoslada hasta 1986. Después la Universidad: tras cinco años en la Universidad del País Vasco, en 1991 ganó su plaza en la UPNA y en 2009 la cátedra. En agosto de 2019 se jubiló y desde entonces es profesor honorario del centro.
Verano 66 ó 67. Odériz. Ángel hacía 2 turnos de 8h.

Es autor de cerca de 30 libros. Casi todos hablan de un mismo lugar, Navarra, y una época similar, la segunda mitad del siglo XIX y la primera del XX, pero ha tocado de todo: el socialismo, las guerras carlistas, el navarrismo… “Ahora me estoy fijando en las identidades y en el liberalismo, los grandes olvidados de la época”. “Me gusta lo que no se conoce”, señala. Así por ejemplo, descubrió la figura de Matilde Huici. “Supe de ella en el archivo de Tafalla, en un permiso para hacer un mitin, que ponía Huici. Fui buscando y resultó que era una mujer de Pamplona, que creó con Clara Campoamor el Partido Socialista Liberal, que fue la única mujer del anteproyecto de Constitución republicana, que hizo una labor pedagógica tremenda en el exilio en Chile. Y era completamente desconocida”. Como los son la gran parte de los que aparecen en una de sus aportaciones más llamativas, el Diccionario biográfico del socialismo histórico navarro, del que han publicado cinco de sus tomos y cuyos últimos volúmenes ha escrito con Ana Mª González Gil. “Quería que fueran 600 entradas y van ya más de 2.000”.
García Sanz, que está casado y tiene una hija, que dirigió muchos años la revista Huarte de San Juan, encuentra que “de historia todo el mundo parece saber mucho, y más en esta tierra”, y censura “el aire dogmático” que ha encontrado en otros autores. “Yo, cuanto más veo, menos entiendo, más interrogantes me surgen”.
Celedonio Leyún (Yaben)

‘LA SITUACIÓN DEL EUSKERA EN NAVARRA (1860-1939)'
Autor: Ángel García-Sanz Marcotegui.
Editorial: Lamiñarra.
Páginas: 304
Precio: 20 euros.

Y para postre...
20/02/1916 DN El otro es don Celedonio Leyún, a quien presentan los mauristas, y que luchará como tal maurista. El señor Leyún es navarro, y navarro de los buenos, de los que dan ejemplo a muchos paisanos suyos, porque lejos de su patria ha sabido conservar vivo el fuego de su amor al espíritu de su pueblo. Figúrense ustedes, si esto será así, cuando el señor Leyún, que reside hace muchos años fuera de Navarra hable su idioma natural, el vascuence, como sus paisanos de la Basaburúa. El señor Leyún es de Yaben, tiene una considerable fortuna, y es concejal del Ayuntamiento de Madrid.

3 comentarios:

mirlos-gallos-y-halcones.blogspot.com dijo...

Hola, buen día. En mi humilde ignorancia sobre lenguas e historia, he mantenido desde hace años está teoría, y así se la expuse a un donostiarra en el pueblo de mi padre, ése cargaba contra el franquismo, cuando 40 años antes ya se notaba su ausencia en las conversaciones de los jóvenes. Gracias por recuperar el artículo, lo leí y no lo guardé.

Godo dijo...

Yo me acuerdo que a principio de los años 60 llegaron a Ochsgavia unos montañeros bilbaínos y nos preguntaron si conocíamos a alguien que hablase vasco, uno de los compañeros dijo que el conocía a una señora mayor, fuimos donde la señora y la encontramos sentada en la puerta de su casa en el barrio Labaría, un bilbaino empezó a hablar vasco y acto seguido la señora le contestó... ¡a mí,háblame en cristiano! el
bilbaíno, quiso insistir y la señora lo mandó con cajasdestempladas.

desolvidar dijo...

jajaja muy bueno, Godo!