Las imágenes son de Susana Vera en El Español |
Su amigo Fernando corría, al final de Estafeta, con el brazo levantado en homenaje a su padre. Sergio lo vio, y, en la cara del toro, levantó también el índice al cielo en homenaje a su abuelo.
Fernando Cousillas recordó este sábado a su padre
levantando el dedo índice hacia el cielo. Sin haberlo
acordado antes, Sergio Colás repitió el gesto en
homenaje a su abuelo. IVÁN ASENJO
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En los encierros se pueden ver las actitudes más extrañas que imaginar quepa, como gente imitando a la Maja de Goya (pincha, pincha) al paso de la torada.
Pero lo que hoy, Siete de Julio de 2018, he descubierto (corroborado por DN), me ha llenado de satisfacción. Sobre todo, por tratarse de Sergio Colás, "el corredor del silencio".
¡Gracias, Sergio, gracias, Fernando! El Encierro es grande porque tíos como vosotros lo hacéis grande.
EL PAÍS
Sergio Colás, el corredor sordomudo de
sanfermines
La personalidad del pamplonés está
marcada por su envergadura y por una deficiencia física que le ha
proporcionado un sexto sentido
MANUEL SAGÜÉS
Pamplona 11 JUL 2015
Todavía con gafas, a la entrada del callejón |
Sin duda, Sergio Colás es uno de los
mejores corredores del encierro de Pamplona y de otras muchas
localidades de la Península donde se echan los toros de la corrida
vespertina por las calles: Pamplona, Tafalla, Tudela, San Sebastián
de los Reyes…Su condición física y mental y su conocimiento del
toro son perfectos para destacar en los archifamosos encierros
de San Fermín.
Además de estos atributos especiales, la
personalidad de Sergio está marcada por una deficiencia física: ser
sordo y mudo. Debido a una infección al nacer, quedó sumido en el
silencio. Sergio es padre de una niña de año y medio y en 2016
cumplirá 20 años corriendo el encierro.
Jugando con su hija |
Si ya es difícil colocarse con valor y
pletóricas condiciones físicas delante, mejor, metido entre las
astas de los toros en la carrera pamplonesa, más lo debe ser si uno
de los sentidos principales para protagonizar esta complicada y
peligrosa disciplina, como es el oído, no te pertenece.
Sergio corre en el tramo de Estafeta,
viendo más que otros y desarrollando más detalles por sus otros
potenciados sentidos.
Quizá juega con la ventaja de que el ruido del
tumulto no le descentra y confía en sus condiciones físicas en el
centro del torrente humano y animal de forma que siempre acaba
pillando toro.
El pantalón, siempre impecable |
A los navarros les gusta Colás, además de por
valorar su condición de sordo, porque es un corredor bastante
anónimo. Solo viste de blanco y rojo, sin distintivos en las
camisetas que tanto utilizan la mayoría de buenos corredores para
verse primero y que les vean, después. Se le distingue a Sergio por
su buena envergadura de más de 185 centímetros, su potencia de
remos y su inquebrantable compromiso con los adoquines centrales de
la calle.
A Sergio Colás le inyectaron el veneno
de la tauromaquia popular su abuelo Severo y su padre Chema, ambos
antiguos corredores. Su primera carrera la realizó con 16 años.
Sergio ha manifestado, tras una gran carrera, que “basta con que el
toro mueva una oreja para interpretar sus deseos y poder adelantarse
y reaccionar”. ¡Qué tío!.
Cuesta desubrirlo, pero ahí está, con su niña |
Durante muchos años ha corrido con
gafas, aunque ya desde hace varios años corre con lentillas. Su
principal referencia o guía dentro de ese caudal violento es el
tacto, ese cuerpo a cuerpo traducido en codazos o agarrones, se
convierte en su otra guía de viaje. Sergio dice que “por cómo me
tocan sé si la manada está cerca o no", ejemplifica.
A sus potencia física colosal se le
une pues ese sexto sentido del volumen del tacto para saber a
cuantos metros, centímetros e incluso cero o nada están los
torazos que corren detrás de él.
En su lenguaje de sonidos, expresión
ocular y labial y de signos con la cara, brazos y manos ha aseverado
que “si la gente grita, te asustas; yo miro, veo, y veo más que
otros”.
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