Javier Solano, el comentarista del Encierro, tiene por costumbre no decir nunca los nombres de los corredores, a pesar de que se los conoce, de pe a pa, a todos. Yo creo que es muy buena costumbre para evitar los personalismos y divismos.
Hoy, por una vez, voy a seguir esta norma de Javier y no voy a señalar a nadie en concreto como autor de esta copla que está corriendo por las redes como la pólvora. Pero les voy a identificar con un nombre expresivo, pero anónimo: "Voces sanfermineras" (Voces SFs)
En Sanfermines, desde que existen las crónicas, siempre han recogido las gracias y ocurrencias que tienen algunos pamplonicas para plasmar de manera crítica, irónica y simpática los avatares políticos del año en curso. Como, desde que gobierna el Cuatripartito en Pamplona, las peñas (con alguna excepción que se agradece) ya no critican al poder municipal, tienen que ser ciudadanos anónimos los que hagan ese papel tan necesario.
Este año, a pocas horas del Chupinazo, se ha roto el Cuatripartito, que apoyaba al Alcalde, y Aranzadi (con la figura de Armando Cuenca, "Spiderman") e Izquierda-Ezkerra pasan a la oposición para lo que queda de legistatura.
La canción se centra en Armando por motivos evidentes (Plan de Amabilización, Pío XII...), y Voces Sanfermineras (¡pero qué bien lo hacen!) nos regala esta maravilla:
El final de Armando
El
final de Armando llegó y tú partirás.
Yo
no sé hasta cuándo Asirón te aguantará.
Pero
sé que el Chupinazo tú jamás lo tirarás,
eso
sí que nunca, nunca ya sucederá.
Dime,
dime, dime, Spiderman,
si
es verdad que el Asirón
por
los seis millonazos de ná
te
mandó a la oposición.
Dime,
dime, dime, Spiderman,
si
tus planes de inversión
forman
parte de un perverso plan,
Plan
de Amabilización.
Lógicamente, una canción, por muy lograda que sea (como ésta, de Voces SFs) no puede recoger todos los matices ni profundizar como sí puede hacerlo el Editorial que, con la fractura del Cuatripartito, sacó uno de los periódicos de la oposición, concretamente DN:
EDITORIAL El Ayuntamiento de Asiron estalla
El alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, echa del equipo de gobierno a Aranzadi e Izquierda Unida una vez empleados sus votos para colocar a Bildu al frente de la ciudad con tan solo cinco concejales
A dos días vista del chupinazo y a menos de un año para las elecciones municipales, el alcalde de Pamplona, Joseba Asirón, ha roto el gobierno cuatripartito formado por EH Bildu, Geroa Bai, Aranzadi e Izquierda-Ezkerra tras los comicios de 2015. Ayer, en una decisión personal, expulsó del equipo de gobierno a los representantes de la formación podemita y de I-E para afrontar lo que resta de legislatura en una minoría política, estrictamente nacionalista.
Aunque el argumento para echar del equipo gestor a los dos socios fue su abstención en la votación del proyecto de inversiones financieramente sostenibles -quedaron sobre la mesa obras por valor de seis millones al votar en contra UPN y PSN- hay pocas dudas de que la reacción de Asirón tiene un tufo electoralista.
Aprobados los presupuestos para este año y puesta en práctica todas y cada una de las iniciativas relacionadas con las aspiraciones identitarias euskera, ikurriña y promoción de colectivos vinculados a la izquierda radical- Aranzadi e Izquierda-Unida han perdido toda utilidad para los intereses de Bildu.
El señuelo del cambio, manejado con habilidad con el único objetivo de desbancar del poder municipal al grupo mayoritario (UPN), solo necesitaba de la colaboración de dos ‘tontos útiles’. Con tan solo 5 concejales de 27, sus votos facilitaron a Asirón la mayoría absoluta con la que cómodamente ha gobernado la capital.
Una vez conseguido el objetivo, Bildu necesitaba desprenderse del lastre político para presentarse ante sus electores como los artífices del proyecto nacionalista en el principal ayuntamiento de Navarra. Con el verano de por medio y con pocos meses de mandato por delante al alcalde batasuno le trae sin cuidado gobernar en minoría, sabedor de que los intereses de su partido están muy por encima de los ciudadanos.
La paralización municipal es la menor de sus preocupaciones, máxime cuando los concejales expulsados aseguran que en la oposición seguirán apoyándole pese a todo. El cuatripartito necesita escenificar una crisis que permite a cada socio tomar posiciones en el intento de rentabilizar una gestión intrascendente e insulsa, salvo en materia identitaria. Sin beneficios tangibles para el progreso de la ciudad se ha limitado a labores propagandísticas de mero postureo.
1 comentario:
No nos engañemos. No aman el vascuence; lo necesitan como arma política para su objetivo identitario. Si pudieran le darían la patada, como se la han dado al Cuenca y la Eguino cuando ya no los necesitan.
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