viernes, 3 de febrero de 2017

J.J. Arazuri: Dormitalería

Ha caído en mis manos el libro de Arazuri "Pamplona, calles y barrios".
Entenderéis que empiece por la letra D, por la calle Dormitalería.
Quiero dedicar esta entrada a todos los dormitaleros, a todos los que habéis nacido en esa discreta, silenciosa y tranquila calle, que fue el cardo (cardo, cardinis "eje": puntos cardinales) de la ciudad romana
Estoy convencido que sabréis encontrar algo que os haga revivir los años de vuestra infancia.
Os pongo un enlace a las entradas que han tratado de Dormitalería, toda una tesis.

DORMITALERIA

De la antigua Navarrería, arranca del final de la Curia, frente al atrio de la Catedral, y alcanza la de Labrit después de recibir a la mitad de su recorrido la de Javier (San Francisco), y atravesar la calleja que desde la Merced llega hasta el palacio episcopal.

Barrio o Rúa de San Martín.
En la reconstrucción de la Navarrería aparece este título en 1342 como una agrupación barrial situada donde hoy está la Dormitalería1.

Rúa de Zugarrondo.
En 1350 está registrada la Calle o rúa de Çuarrondo o Çuharrondoa, correspondiente también a una parte de la actual Dormitalería. Aunque en 1362 aparece con el título de rúa de San Martín o Çuarrondo2, en 1427 reaparecen separados3.
En el siglo XVI una parte de la Navarrería fusiona varios barrios en uno sólo, llamado «Barrio de la Calderería, Tejería y Zugarrondo»4. Este título se conserva oficialmente hasta 1840, en que al hacer la división de la ciudad en cuarteles, en el 7.°, en su 2.° barrio, quedan integradas las calles de la Compañía, Casa de Peregrinos, Dormitalería y el Seminario Conciliar.
Hemos encontrado el nombre de Dormitalería con fecha más antigua, en 1802.

Calle de la Dormitalería.
Aquilino García Deán 1916
Nº 32 y 30 de Dormitalería
Desde principios del siglo pasado aparece este título por la «Dormitalería» o «Casa del Dormitalero», sita en la actual número 5 de la calle y ubicada al final de la calleja, hoy lindante con las nuevas casas de los canónigos. Sin embargo, don Juan Ollo, con su competente opinión en materias catedralicias, dice en texto inédito lo siguiente:
 «Casa del Dormitalero. El canónigo Dormitalero, estaba encargado de hacer que se cerrasen, para la hora del descanso nocturno, todas las puertas de la Canongía. Llamábase Canongía, Canónica y también claustro, al conjunto monumental que comprendía las viviendas canonicales con su cillería, refectorio, dormitorio y sala de juntas en torno al patio o claustro, todo ello encerrado dentro de un muro de clausura.
El señalamiento de las horas de apetura y cierre del recinto correspondía al Cabildo, pero el cumplimiento del horario era incumbencia del Dormitalero.
La casa, según algunos testimonios, ocupaba el extremo superior y derecho de la calleja, es decir, el lugar en donde está emplazada la casa del Archivero actual don José Goñi Gaztambide. Así la
localiza Martinena. Pero un acuerdo del Cabildo de 1806, al menos a primera vista, contradice semejante emplazamiento. Dice así: «Háganse dos casas en la huerta entre el seminario y la del dormitalero». Esto tiene una explicación muy fácil, si la Dormitalería (casa del Dormitalero) se levantaba donde está el número 7 de la calle, es decir, en el ángulo de ésta con la calleja. En este caso, se alineaba perfectamente con el seminario, y daba lugar a que, propiamente en el espacio intermedio, se construyesen las dos casas proyectadas, tal como las vemos al presente. Además, el hecho de que dicha casa del Dormitalero diese nombre a la calle, se explica mejor situándola en la calle misma.
Pero también es verdad que este razonamiento, no es tan convincente, si admitimos que la casa estuvo sucesivamente en ambos sitios, lo que muy bien pudo suceder».
En esta calle tienen su pequeña historia las siguientes casas:

«La Casita».
Número 1 de la calle, es el Asilo de la Sagrada Familia, o popularmente conocido como «La Casita», fue durante siglos la Casa Prioral.
Existen datos de que en el siglo XIII existían en dicho lugar los llamados palacios de Guérez, existentes junto al cementerio de la Navarrería.
Así, el 6 de noviembre de 1297 «...Pere Aibar de Iriberri, caballero, dona al maestre Martín de Guerguetiáin, prior, y a la pitancería sus palacios de Pamplona, llamados de Guérez, y el prior toma posesión de ellos»5
El 10 de abril de 1312, «...Sancha Pérez, viuda de Semén de Artajona, pellejero, dona a Semén Semeneitz de Biozal, canónigo de Pamplona, unas casas dentro en los palacios de Guérez, junto al cementerio de la Catedral»6.
De don Juan 0llo obtenemos los siguientes datos de la «Casa Prioral»:
«Al menos desde mediados del siglo XIII algunas dignidades y oficios de la Catedral, vivían fuera del claustro o recinto canonical. Tales eran el Prior o Presidente del Cabildo, los Arcedianos, el Prior de Velate, así como el enfermero, el hospitalero, el dormitalero y el tesorero.
La Casa Prioral estaba situada al pie de la torre sur de la fachada de la catedral y tenía a su servicio una puerta especial de ingreso en el templo, la puerta del Prior, que se abría en frente de la Virgen de la Buenas Nuevas. Es de ver en la actualidad en el ángulo del Arcedianato, aunque se encuentra tapiada. El Priorato, por consiguiente, bastante reformado, es «la Casita».
Todas las casas independientes de la claustra fueron reconstruídas después de la destrucción de la Navarrería, en 1276, mediante composición entre Felipe el Luengo y el Prelado Legaria. La Casa Prioral experimentó un cambio fundamental en 1784, cuando hubo de ser en parte derribada para dejar espacio al atrio, y alinearse en paralelo con la Catedral y su torre sur. A la vez, se construyó la fachada, que da a Dormitalería, corriéndola por encima de la larga bodega, que se inutilizó.
El Priorato sufrió la desamortización. Años después, su propietario lo donó al Obispado, con usufructo perpetuo de las Hijas de la Caridad. Estas lo evacuaron en los últimos años, y el Arzobispado, previa oferta al Cabildo para casas, acogió en el Priorato a la Acción Católica y otras Obras».
Podemos añadir de esta casa, que las reformas de finales del siglo XVIII fueron obra de Ochandátegui.

Arcedianato.
Sobre su puerta, número 3 de la calle, existía un escudo del obispo don Carlos de Beaumont, y en la fachada estaba instalada una imagen de San Francisco Javier en el interior de una hornacina. Del Arcedianato poseemos los siguientes datos cedidos por don Juan Ollo:
«Llamábase Arcedianato en 1324 a la Casa del Arcediano de Tabla, que estaba en la calle actual de Dormitalería, muy cerca de la calleja del Dormitalero, o sea, entre ésta y la nueva calleja que interrumpe las nuevas viviendas. No era barrio, ni cantón, ni patio, ni jardín, sino edificio, al igual que el Priorato. El espacio interior se llamaba y era «patio del Arcedianato». Quien recuerde la puerta ojival de acceso al patio, sabe donde se localizaba el Arcedianato, ya que dicha puerta pertenecía a él. Poseía una bodega larga con bóveda apuntada que llegaba hasta el atrio actual, cuya puerta apareció al cimentarse las actuales viviendas. El Priorato, o mejor, su ampliación de 1784, cubre y oculta el túnel en cuestión, en que se guardaban las provisiones del
«Arquidiaconus Mensae», principalmente el vino, sobre el cual se pronunció en 1723 el Cabildo así: «reconózcanse las cubas del Arcedianato, en enero, por los claveros; la bondad del vino... de los pobres, de los capitulares y de la oblación. Este será de Tafalla, Artajona, Puente la Reina o Mendigorría».
La casa-Arcedianato fue desamortizada, pero el Cabildo, en 1864, trató de recuperarla, alegando que era paso para la Catedral por el claustro, constituyendo una de sus puertas. Fue inútil, y el edificio pertenecía a dos señoras quienes ofrecían en venta al Cabildo por 264.000 reales vellón, en 1872. Lo adquirieron para la Catedral, en 1897, los canónigos Vitrián, Romeo, Ilundáin y Garnica, que formalizaron la donación en 1897.
El grupo de viviendas que hemos conocido, llamadas por contigüidad Arcedianato, fueron construídas en 1887. Dejaron libres sus casas el Arcediano de Tabla y otros que vivían en la proximidad y en malas condiciones. Llovieron planos y presupuestos de las obras, conviniéndose al fin, en que se crearían cuatro viviendas en el piso principal y tres en el entresuelo, con un coste de 29.733 ptas. El proyecto aprobado se tituló «Obras en la casa Arcedianato». Se levantó una pared medianera, que limitó el espacio porticado por el interior y se reparó el tejado de la cocina, lindante con el edificio (1888). Se arreglaron bajeras y arcos del patio (1889). El nuevo portero cuidó el jardín, arbolado, cubiertos, etc. En 1905 se abrió una zanja o mineta de desagüe. Asfaltóse la calle central de salida del claustro (1907). Se revocó la fachada de la calle en primavera.
Sobre el túnel se tendió la bóveda (hasta 1975); y se hicieron Contaduría y Secretaría (1912). El Doctoral Arce trató de construir una casa en el patio, y no se le permitió (1923).
El callejón del Arcedianato, o sea, la calleja del Dormitalero, debió repararse, pero sin intervención de arquitecto alguno (1928). Don Justo Gamasa, fue el nuevo portero del Arcedianato (1934), muerto en 1975. Existía una gran bajera entre el muro románico del Arcedianato y el Priorato o «la Casita», que se hundió en 1934.
Bajo la dirección de doña María Angeles Mezquíriz, fue excavado el Arcedianato en varias etapas, habiendo aparecido muros, columnas, monedas y masaicos romanos del siglo I.
En el siglo XIV, en las plateas del Arcedianato, se construyó una de las juderías, a raíz de la destrucción y saqueo de la Navarrería en 1276».

Aquilino García Deán 1916
Estuvo instalado en el caserón que en la actualidad está la «Casa de la Providencia».
Fue fundado por escritura otorgada el 20 de abril de 1772, en terrenos y huerta del Cabildo Catedral, por el Ilmo. Sr. don Juan Lorenzo de Irigoyen y Dutari, Obispo de Pamplona. Su construcción se terminó en 1777, siendo restaurada la fachada en 1861 y 1878. En este Seminario existían cátedras de Latinidad, Humanidades, Gramática, Teología, Filosofía y Derecho Canónico. A finales del pasado siglo estudiaban en él unos 600 alumnos, de los que cien eran internos, y el resto externos o pertenecientes a otros seminarios.
El día de la Purísima de 1928, don Tomás Múñiz y Pablos, recién nombrado obispo de Pamplona, publicó una Pastoral sobre la necesidad de construir un nuevo Seminario. El pueblo navarro respondió generosamente con sus donativos. El primero de octubre de 1931 se iniciaron las obras en la entonces avenida de Galán y García Hernández. El 5 de mayo de 1936 los seminaristas se trasladaron al nuevo Seminario. Antes de su inauguración llegó el 18 de julio, el seminario retornó a la Dormitalería y el moderno edificio se habilitó de hospital de guerra con el título de «Alfonso Carlos» hasta el primero de mayo de 1939 en que fue clausurado. En él fueron asistidos más de 32.000 heridos. La inauguración del nuevo Seminario tuvo lugar el 12 de noviembre de 1939, bajo la presidencia de Monseñor Muñiz, entonces Arzobispo de Santiago, siendo obispo de Pamplona Monseñor Olaechea.
En el curso 1939-40 solicitaron ingreso 244 aspirantes, e ingresaron sólo 145, más 12 en la preceptoría de Roncesvalles. El curso 1956-57 contó con 160 nuevos seminaristas. En 1944 el número total de alumnos alcanzó la cifra de 500, que en 1960 llegó a la alta cifra de 800. Concretamente, en el curso 1960-61, el número de alumnos en el Seminario de Pamplona era de 667 y 73 en el de Tudela (total en Navarra 740).
Ante la imposibilidad de albergar tantos seminaristas, se amplió el Seminario con un nuevo pabellón que fue inaugurado el 10 de mayo de 1963. Con aquella ampliación se alcanzó la cifra récord del Seminario pamplonés: algo más de 1.000 seminaristas.

1. IDOATE, Florencio. Reg. Comptos, t. LI, núm. 466.
2. MARTINENA RUIZ, La Pamplona de los Burgos, pág. 94.
3. Arch. Gen. Navarra. Libro de fuegos de 1427.
4. Arch. Mun. As. Eclesiásticos. Patronato. Leg. 1.
5. GOÑI GAZTAMB1DE, José. Cat. Arch. Catedral, doc. n.° 840.
6. Ibidem, doc. n.° 978. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estimado Pachi:

Te escribo por la reciente entrada de tu blog sobre la calle Dormitalería.

He pasado parte de mi infancia y mi adolescencia en el 11 de Dormitalería; una casa grande de la segunda mitad del siglo XIX construida en el mismo estilo que los números 7 y 9. En ella viven ahora mis padres.

Pamplona, cabeza de una de las diócesis más antiguas de Europa, mantiene casi perfectamente la antigua ciudad episcopal, que va mas allá del templo catedralicio: incluye cocina, refectorio, habitaciones de los canónigos, huertas, palacio episcopal, antiguo seminario... Supongo que sabrás que esto es una rareza que ha podido conservarse gracias, entre otras cosas, a que el cabildo siguió viviendo en comunidad hasta el siglo XIX, a pesar de que el Concilio de Trento permitía a los canónigos no hacerlo, ya desde el siglo XVI. Esto posibilitó la conservación y uso de todas esas estancias hasta nuestros días cuando, por lo común, en otras ciudades europeas han desaparecido, manteniendo solo el templo. Pues bien: la ciudad episcopal abarca toda la manzana, como ha sido desde época medieval y posiblemente también en época romana, salvo por un pequeño detalle. Los números 7, 9 y 11 de Dormitalería, mi casa, son las únicas construcciones no pertenecientes a la Iglesia de toda la manzana: un mordisquico a la ciudad episcopal.

No he podido fundamentar con pruebas el motivo por el que eso es así, pero lo que he oído --no recuerdo cuándo, dónde o a quién--, es que en la desamortización esos solares, incluida la gran huerta del arzobispado, fueron comprados por particulares. Después, el acaudalado comprador de la huerta se la devolvió al obispado, pero no fue así con los solares donde se levantan las tres casas "civiles". Si obtienes algún dato al respecto, te agradecería que me lo hicieras llegar.

Sarri artio.

Ek

PS: Menos mal que el plan urbanístico que pretendía unir la bajada de Javier con la muralla no prosperó. Además de haber tirado mi casa, habrían partido en dos la ciudad episcopal, cambiando un trazado urbano antiquísimo. Tampoco cuesta tanto dar la vuelta para llegar a la Barbazana...