(viene de Las familias.1)
No han debido de ser muchas las familias de etarras que se han desmarcado de la línea que ha trazado ETA y su entorno político. Yo al menos no conozco más que este caso. Seguramente habrá más, pero éste es sin duda el que más me ha impactado. Lo conocí casi, casi en directo.
En el Diario Vasco del 22 de Mayo de 1986 se da noticia de la 1ª concentración en San Sebastián de la Asociación por la Paz después de que ETA asesinara al policía nacional Manuel Fuentes. Acudieron a la Plaza Guipúzcoa (sic) alrededor de 60 personas, entre ellas el alcalde de Donostia Ramón Labayen. Se leía en la prensa:
Manuel Fuentes Pedreira, un conductor de la Policía Nacional, de 39 años de edad, murió ayer asesinado de un tiro en la nuca en un frontón de la periferia de Bilbao, donde acababa de jugar un partido de pelota. Una joven se aproximó por detrás y le disparó en la cabeza un tiro, con entrada por la nuca y salida frontal. La víctima se desplomó sobre el escalón superior de las gradas del frontón.
(pincha para leer algo) |
No era la primera vez que oía hablar del "padre de Bakartxo Arzelus". Yo vivía entonces en San Sebastián, y seguía con interés (y con mucha rabia e impotencia) todas las noticias relacionadas con ETA en sus "años de plomo".
Y ese padre nos dio una de las pocas noticias positivas de aquella terrible época.
Iñaki Arzelus |
Cuatro meses antes de esa concentración, el 15 de enero de 1986, el hombre había perdido a su hija, Bakartxo, en un enfrentamiento con la Guardia Civil. Bakartxo, con otros militantes de ETA, se encontraba apostada en la Autovía a Pasajes para ametrallar algún camión francés. Tenía 25 años y había nacido en San Sebastián.
El día 17, ETA y Herri Batasuna quisieron manipular el entierro y el posterior funeral, montando una parafernalia especial para este caso: era la primera mujer de ETA "caída en combate".
Pero el padre de Bakartxo, entonces militante jeltzale, se rebeló.
La noticia venía al día siguiente en el Diario Vasco y, según iba leyendo, no salía de mi asombro por la valentía y coherencia de aquel hombre solo, con el féretro de su hija muerta, rodeado de aquella jauría de alimañas dispuestas a aprovechar para su causa hasta el último jirón de aquel cadáver.
Iñaki Arzelus arrancó del féretro de su hija unas pegatinas con el anagrama de ETA, y se negó a que se celebrase el funeral conjuntamente con los otros dos activistas muertos. "Se empeñó obstinadamente en desproveer de carácter político los funerales... y optó por enterrarla en la clandestinidad" -decía el inefable Egin (18.01.86).
Intentó ese pobre padre evitar que esas alimañas entraran en el cementerio y entonaran el Eusko Gudariak. Pero no lo consiguió. El féretro le fue confiscado. El padre optó, entonces, por abandonar el cementerio antes de concluir el entierro.
Por la tarde, durante el funeral, quienes habían estado en el entierro comunicaron al resto la actitud firme del padre. Entre gritos de "mal padre" y "Bakartxo no es hija tuya, es hija nuestra", le arrojaron despectivamente monedas (El País, 18/01/86; Egin, 18/01/86, 1, 3-4).
Este terrible relato tiene una doble lectura.
La más importante, la que en aquellos terribles años hacía más falta que nunca: el ejemplo público de un vasco, padre de una etarra muerta, que se oponía sin complejos y a pecho descubierto a la dictadura de ETA.
La más real, la más deprimente: la de que ETA no se dejaba ganar así como así. Fue un aviso para navegantes: quien se opone a ETA, que sepa a qué se expone. El 10 de septiembre del mismo año caía abatida por las balas de sus propios excompañeros Dolores González Cataráin, Yoyes
Nota: amigo lector: si conoces al padre de Bakartxo, dile que su ejemplo no cayó en el olvido, y que nos trazó a muchos la senda de cómo hay que luchar contra ETA. Y dale un fuerte abrazo de parte de todos los seguidores de este blog, que por algo se llama Desolvidar. Eskerrik asko, Iñaki Arzelus jauna!
Actualización 22.08.15: No han pasado 5 días y un lector nos ha dado, a través de un comentario, una mala noticia. Iñaki falleció, como dice la esquela, hace ya 10 años, el 18.10.05. Descansa en paz, amigo.
La noticia venía al día siguiente en el Diario Vasco y, según iba leyendo, no salía de mi asombro por la valentía y coherencia de aquel hombre solo, con el féretro de su hija muerta, rodeado de aquella jauría de alimañas dispuestas a aprovechar para su causa hasta el último jirón de aquel cadáver.
Iñaki Arzelus arrancó del féretro de su hija unas pegatinas con el anagrama de ETA, y se negó a que se celebrase el funeral conjuntamente con los otros dos activistas muertos. "Se empeñó obstinadamente en desproveer de carácter político los funerales... y optó por enterrarla en la clandestinidad" -decía el inefable Egin (18.01.86).
Intentó ese pobre padre evitar que esas alimañas entraran en el cementerio y entonaran el Eusko Gudariak. Pero no lo consiguió. El féretro le fue confiscado. El padre optó, entonces, por abandonar el cementerio antes de concluir el entierro.
Por la tarde, durante el funeral, quienes habían estado en el entierro comunicaron al resto la actitud firme del padre. Entre gritos de "mal padre" y "Bakartxo no es hija tuya, es hija nuestra", le arrojaron despectivamente monedas (El País, 18/01/86; Egin, 18/01/86, 1, 3-4).
Este terrible relato tiene una doble lectura.
La más importante, la que en aquellos terribles años hacía más falta que nunca: el ejemplo público de un vasco, padre de una etarra muerta, que se oponía sin complejos y a pecho descubierto a la dictadura de ETA.
Nota: amigo lector: si conoces al padre de Bakartxo, dile que su ejemplo no cayó en el olvido, y que nos trazó a muchos la senda de cómo hay que luchar contra ETA. Y dale un fuerte abrazo de parte de todos los seguidores de este blog, que por algo se llama Desolvidar. Eskerrik asko, Iñaki Arzelus jauna!
Actualización 22.08.15: No han pasado 5 días y un lector nos ha dado, a través de un comentario, una mala noticia. Iñaki falleció, como dice la esquela, hace ya 10 años, el 18.10.05. Descansa en paz, amigo.
Hoy, 19.11.2016, a través de twitter, me ha llegado este aviso:
@patxi_mendiburu @mgarit es mi tío y efectivamente murió hace unos años. Yo estuve en el entierro y el funeral que narras.— Iñigo Irizar (@inigoirizar) 19 de noviembre de 2016
12 comentarios:
Está bien o muy bien lo que has escrito. Pero deberias pensar más en positivo y ver lo que se está avanzando, aunque sea poco y despacio y no me hagáis pensar que sois unos nostálgicos de los malos tiempos
Jesús Valencia
No conocías este caso, verdad? Y quieres pasar página sin siquiera leerla?
¿Nostálgicos de los malos tiempos?. Lo mismo que el facherío le dice a quienes buscan a sus familiares en las cunetas...
Es una pena que este chisme no tenga el botón de "me gusta". Muy buena respuesta, comentario del 21.08.15 a las 13:34. Muchas gracias
Veo que el valiente Iñaki Arzelus falleció en 2005. Gracias por recordarnos su ejemplo http://www.funerariavascongada.com/es/esquelas/iaki-arzelus-arrieta/0-15089/
Gracias por tan exacta información. Una pena no haberle podido agradecer en persona su "obstinación". He puesto ya en el blog la información que nos has aportado
Un gran ejemplo de padre. Lástima que se haya ido.
Un gran ejemplo para todos, solo siento, como habrá conseguido vivir con esa pena y ese desprecio. Bravo por el.
Behin baña gehiagotan ikusi dut zure idatzi hau eta ez dizut ezer esango zure ideiari buruz, hori zure iritzia da, baina hor agertzen dan argazkia ez da berea... Beste norbait izango da baina ziurtatzen dizut ez dela bera.
Argazki hortan dagonea ez da Iñaki Arzelus.
Como ves, Jonan, ésa es la foto de la esquela que puso el periódico. Dices que ese señor no es Iñaki, pues el posible error es del periódico y a él deberías remitir tus comentarios
Vaya héroe vasquico más majo.
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