Conocí los Sanfermines del Cali hacia el 89-90. Tenía la hija 8 ó 9 años y aquello supuso un oasis en la vorágine de las fiestas, un remanso de paz, a nivel familiar, donde no faltaba de nada: kilikis, torico de fuego, charanga...
Después de cerrar en 2024, dejando atrás 72 años de recuerdos, el bar ha reabierto con una nueva gestión y con la intención clara de recuperar ese espíritu original.
Sirva esta entrada, aportación de Desolvidar, para recuperar el himno, cuya letra apareció publicada en DN 07/07/1976.
El Cali abrió sus puertas en 1952 (alguno lo adelanta a 1950) con la familia Rodríguez como propietaria. En sus orígenes fue la Taberna Andía. “Esto era como una segunda casa”, explicaba en 2012 José Javier Ustárroz, implicado en las actividades del 'club' desde sus inicios. Con motivo de su 60 aniversario, El Cali quiso recuperar su espíritu con una gran fiesta con charanga y kilikis y una exposición de coches antiguos.
"Cuando llegamos nos contaban todo lo que había sido el Cali, los clientes, las fiestas que organizaban en San Fermín con una orquestica. Cerraban la calle, montaban un pasacalles con Juan Cruz Alli al saxofón, el torico de fuego y el chupinazo. Pero ahora han pasado los años, la gente se hace mayor y las cosas son diferentes", aseguraba Ramón Otazu.
La capea anual, el campeonato de mus, su pequeño programa sanferminero con verbenas, cabezudos, la charanga, y la carrera de ciclo a pie. Así discurría la actividad de un grupo de amigos que tenían como punto de reunión el bar California y, como única pertenencia, un pequeño almacén.
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Chupinazo alternativo de El Cali, en los años 70 ARCHIVO DN |
Estas actividades tienen como origen la inscripción en 1959 de un equipo de fútbol en el Trofeo Boscos. Con el nacimiento de pista crean otro equipo para la nueva modalidad. Las mayores cotas alcanzadas por el club fueron dos campeonatos de liga y varios subcampeonatos.
Sin rumbo fijo, se trasladaron por estos terrenos de juego: Salesianos, San Juan de Dios, Villava, Barañáin, Mutilva y Lezcairu. Paco Glaría, Isidro, Esquisábel, Ruiz, Escribano y Glaría III fueron algunos de sus jugadores más destacados.
En cuanto al Chupinazo el 6 de julio, tenían el detalle de lanzarlo a las 13 horas para no quitar protagonismo al original. Disponían en 1994 de un presupuesto de 300.00 pesetas al año, 200.000 subvencionadas por el Ayuntamiento de Pamplona, y el resto obtenidas de las cuotas anuales a mil pesetas por cada uno de sus 90 socios.
Entre su programa de fiesta, El Cali organizaba para los días 8, 10, 12 y 14 de julio cuatro toros de fuego, la actuación de la charanga 'Los jubilosos' formada por los socios del Cali y los kilikis. Todas estas actuaciones eran a las nueve de la noche en la calle Amaya.
La asociación cultural dispuso en 1976 (letra publicada en DN 07/07/1976), por primera vez en su historia, de su propio pasacalles, compuesto por el maestro Turrillas: "Los del Cali metidos en juerga, de la jota bailando al compás, con su temple le dan a la fiesta alegría, sabor y algo más. Si tú quieres gozar, compañero, con nosotros alegre estarás, y tendrás para siempre el recuerdo de unas fiestas que no olvidarás".
DN 07/07/1976
TURRILLAS "EL CALI" pasacalle
1. Ya vienen cantando los chicos del CALI, los más jaraneros, juerguistas y alegres, los que por las fiestas de la vieja IRUÑA, para divertirse no tienen rival.
Cuando los del CALI, corriendo el encierro, como "Nuvolaris" van por la Estafeta. "Aúpa los valientes", les gritan las chicas, y ningún torito los puede alcanzar.
Música
CALI, CALI viene, CALI, CALI, va; por toda Pamplona se le oye cantar.
CALI, CALI viene, CALI, CALI, va. Siempre hay alegría donde el CALI está
Los del Cali metidos en juerga, de la jota bailando al compás. Con su temple le dan a la fiesta alegría, sabor y algo más
Si tú quieres gozar, compañero, con nosotros alegre estarás, y tendrás para siempre el recuerdo de unas fiestas que no olvidarás.
Música
2. Si vienes al Cali, por los Sanfermines, con nuestros muchachos podrás divertirte, porque son alegres y muy deportistas, y con ellos siempre se pasa muy bien.
Para los del Cali no cuentan los años, da lo mismo veinte, cuarenta, sesenta, y tampoco importa que pierdas la cuenta, te jubilaremos llegando a los cien
Música
CALI, CALI viene, CALI, CALI, va; por toda Pamplona se le oye cantar.
CALI, CALI viene, CALI, CALI, va. Siempre hay alegría donde el CALI está
Los del Cali metidos en juerga, de la jota bailando al compás. Con su temple le dan a la fiesta alegría, sabor y algo más
Si tú quieres gozar, compañero, con nosotros alegre estarás, y tendrás para siempre el recuerdo de unas fiestas que no olvidarás.
1 comentario:
Es una pena que se siga igualando bar California al club deportivo Cali cuando en realidad aunque estaban muy unidos, no eran lo mismo. El bar sería parte de esas instalaciones para el club pero estas eran independientes. También se colgaba en la pared del bar el tablón de anuncios del Cali el cual fruto en parte del azar tengo actualmente en mi poder.
El club deportivo Cali toma el nombre del bar California en donde se reunían. También en ese bar se guardaban los kilikis y los instrumentos musicales pero la asociación en sí era independiente del bar.
José Javier Ustarroz, tío mío, muerto hace unos años, fue integrante desde el principio hasta el final cuando pudo comprobar con pena que el club iba languideciendo y muriendo poco a poco.
Yo mismo durante toda mi infancia corrí delante de los kilikis y después en mi juventud llevé uno de ellos (el Napoleón, aunque también conocido como el lechuga por ir vestido con casaca verde) durante bastantes años hasta que el desaparecer el club se regalaron a cierto pueblo para sus fiestas.
Comentar también que olvidas hablar de otro de los elementos propios del Cali que era la enorme cesta de Navidad que cada año se sorteaba.
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