viernes, 25 de octubre de 2024

Los Fueros, contra Navarra

1944 Julio Cía Frontis Palacio Navarra, Carlos III AMP
Hace no mucho tiempo, Navarra era la envidia del resto de españoles y cobijaba a empresas y particulares que se establecían aquí para tener ventajas fiscales. Pues bien, esa Navarra ha desaparecido, ha pasado a la historia.

Des-concierto                                                                     Eduardo López-Dóriga DN 20 10 24
Mucho se habla de un posible Concierto catalán al que se tacha, con toda la razón, de insolidario, pero muy poco del “Des-Concierto” en el que se halla sumida Navarra desde hace una década. Una década perdida en la que la pujanza y la competitividad de nuestra Comunidad foral han desaparecido en muchos aspectos. Una década en la que no se ha avanzado ni en el tren de alta velocidad, ni en la ampliación del canal de Navarra, ni en la autovía a Madrid, ni en la operatividad de nuestro aeropuerto.
Una década, en la que la sanidad pública ha sufrido un retroceso con récord histórico de pacientes en listas de espera, lo que ha llevado a disparar el número de contrataciones de seguros médicos privados.
Hace no mucho tiempo, Navarra era la envidia del resto de españoles y cobijaba a empresas y particulares que se establecían aquí para tener ventajas fiscales. Pues bien, esa Navarra ha desaparecido. Ha pasado a la historia. Y lo que es peor, ahora está ocurriendo el fenómeno inverso. Decenas de grandes contribuyentes abandonan Navarra y se empadronan en otras comunidades autónomas que ofrecen mejores condiciones. Tras el golpe separatista de 2017, más de 8.000 empresas abandonaron Cataluña. ¿Cuántas vinieron a Navarra?
Ley Foral AMP
Y es que no basta con ser una comunidad con una gran historia y con muchos atractivos culturales, turísticos y gastronómicos.
La huida de grandes fortunas y la ausencia de nuevos inversores ocurre porque en otras autonomías o no se paga el mismo impuesto de sucesiones, o no se paga impuesto de patrimonio, o el impuesto de transmisiones es muy inferior, o el impuesto de sociedades es mucho menor, o el tipo máximo del IRPF se sitúa muy por debajo del 54% de nuestra querida Navarra.
La tan cacareada caza fiscal a los denostados “ricos” tiene eso, que los que estaban se acaban yendo, y los de fuera -que podrían establecerse e invertir dejan de hacerlo-. Algunos dirán que al final lograremos una sociedad navarra más igualitaria, y tendrán razón, una Navarra igualada en la pobreza.
En cualquier otro lugar se podría entender. ¿Pero cómo puede ocurrir todo esto en Navarra si tenemos las herramientas para atajarlo? ¿Pero cómo podemos permitirnos este retroceso si tenemos unos Fueros que nos permiten aplicar una fiscalidad propia?
Y para colmo, desde el resto de España se nos puede ver como insolidarios, precisamente por disponer de un modelo singular de financiación como el que reclama el nacionalismo catalán (PSC incluido). Así se nos ve, por mucho que queramos marcar las diferencias indicando que en el caso de Cataluña no hay una justificación histórica ni está recogido en la Constitución.
En resumen, disponemos de un régimen especial tachado por muchos de insolidario, pero nos aplicamos una de las fiscalidades más desfavorables de toda España. Nos autofreímos a impuestos, lo que se supone permitiría incremento de los ingresos y una mejora de los servicios, pero no progresamos ni en la sanidad, ni en las infraestructuras, ni en las ayudas a la vivienda, ni en las inversiones.
¿Qué es lo que ocurre? ¿Quiénes están frenando el progreso de Navarra? En primer lugar, un sedicente “progresista” Gobierno de Navarra que ha antepuesto su permanencia en el poder al verdadero progreso de nuestra Comunidad. Un Gobierno liderado por un desconocido Partido Socialista de Navarra (PSN) que debe sus cargos a dos grupos muy diferentes que actúan como una pinza sincronizada para la desaparición de la Navarra que conocemos.
Navarra_ilustrada (Wikipedia)
Por un lado, una extrema izquierda sectaria y radicalizada que solo hace propuestas fiscales empobrecedoras para nuestra Comunidad. Y por otro lado, los herederos no arrepentidos de una banda terrorista y los nacionalistas panvasquistas, que lo que realmente quieren es que al final de toda esta historia Navarra sea anexionada a la Comunidad Autónoma Vasca (CAV), con la que, según ellos, nos iría mucho mejor, y como un primer paso para una secesión conjunta.
Es difícil que puedan plantearse abordar de inmediato la aplicación de la Disposición Transitoria IV de la Constitución para unirnos a la CAV, pero de momento ya les va bien con la situación actual. Están condicionando el Gobierno de Navarra y disponen de todos los fondos públicos que hagan falta para extender las doctrinas nacionalistas en todos los niveles de la sociedad navarra, y para intentar de forma artificial hacer cooficial la lengua vasca en zonas donde no tenía ninguna implantación.
Esta coalición del nacionalismo con la extrema izquierda en la que se apoya nuestro Gobierno foral nos está cociendo a fuego lento con nuestros propios impuestos, cada vez más altos. Y lo que es peor, ata la imagen de Navarra, y tal vez hasta su destino, al de dos comunidades autónomas (CAV y Cataluña) gobernadas por coaliciones de Sánchez con nacionalismos secesionistas e insolidarios que aspiran a separarse de España. Nada que ver con el sentimiento de la mayoría de los navarros que siempre han sido generosos, fieles y solidarios con el resto de España
Eduardo López-Dóriga Enríquez 
Presidente de Sociedad Civil Navarra 
(www.sociedadcivilnavarra.org)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si señor, tienes toda la razón.