martes, 20 de octubre de 2020

Ricardo Visus, sobre Los Iruña'ko

Fue en 2006 cuando, coincidiendo con el 50º Aniversario de la formación de Los Iruña'ko, se publicó un libro con ese título. Entre las colaboraciones está la de Ricardo Visus que nos transmite sus recuerdos con ellos y la amistad que le unió, estando los dos en América, con Iñaki Astondoa.

Nunca se sabe... 
Conozco a Los Iruña´ko desde su fundación (1). Recuerdo muy bien cuando les escuchaba y envidiaba, antes de que yo probara fortuna en la difícil carrera del canto. Siempre me gustó la música folclórica de cada país y admiré a Los Iruña´ko por dedicarse a divulgarla. 
2006 Presentación del libro 50º Aniversario
Gentileza de Jesús Garatea (agachado)
Hacia los años 56-57 conocí en Pamplona a Iñaki Astondoa, con quien me sigue uniendo una buena amistad. Me contó sus proyectos de giras por América.Iñaki era entonces un veterano entre los ambientes musicales de Pamplona. Había estudiado violín y canto y yo era un “novato” en la música. Conocí también a Alberto Huarte y a Joaquín Zabalza y años después a Los Arcos y Abad. Incluso hablamos de una posibilidad de unirme a ellos...Creo que entonces es cuando Iñaki se unía al grupo. 
Poco después tomamos direcciones diferentes. Yo marché a Italia y ellos a actuar en Madrid, y de allí por todo el mundo, como querían. Seguí sus éxitos a través de los periódicos y también me enteré de la disolución del grupo hacia 1966. Lo sentí pues creo que debieron seguir muchos más años actuando. 
Enrique Abad, Iñaki y Joaquín
En 1967 fui a Estados Unidos mi primera vez y en un viaje a Nueva York encontré de nuevo a Iñaki en el Chateau Madrid y, más tarde, en El Rincón de España. Reanudamos nuestra vieja amistad y hablamos mucho de Los Iruña´ko. Él añoraba aquellos tiempos, aunque nunca dejó, con su inseparable guitarra, de seguir amenizando y deleitando con su gran voz a los clientes del Rincón de España. Con frecuencia le visité y cené con él, y terminábamos siempre cantando hasta el cierre del restaurante y recorriendo después Manhattan para acabar con un almuerzo-recena a altas horas de la noche. 
Los Iruña´ko era un grupo de músicos natos, cada uno en su sección. Voces muy buenas, naturales, excelente musicalidad, un gran carisma y, sobre todo, una gran profesionalidad. Tuvieron el privilegio de contar con un gran músico además de una gran persona: Joaquín Zabalza, alma musical del grupo, que con sus excelentes arreglos cuidaba de la “armonía musical”. Joaquín ha dejado un gran legado musical en Pamplona. Se marchó demasiado pronto... 
Los Iruña'ko, al completo
Después de tantos años en está profesión, admiro y aplaudo la decisión que tuvieron Los Iruña´ko de dedicarse a la promoción de nuestro folclore. Fue una agrupación de privilegiados que en aquellos momentos difíciles supieron lanzarse a una aventura que les llevó a cosechar éxitos en todo el mundo al mismo tiempo que hacían de excelentes embajadores de su tierra natal. Fueron muchos los elogios que escuché de Los Iruña´ko tanto en España como en América aún después de su disolución. ¿Se separaron demasiado pronto? (2) ¿O quizás fue lo mejor salir por la puerta grande en pleno éxito? Nunca se sabe... 

Ricardo Visus 
Profesor emérito de la Universidad de Minnesota. USA

(1) 
El recorte de prensa más antiguo que se conserva sobre Los Iruña´ko está fechado el 17 de septiembre de 1956. En la página 10, El Pensamiento Navarro titulaba: “Seis canciones de música pamplonesa han sido impresionadas por la Agrupación Iruña´ko”. En aquel momento, ese germen del exitoso grupo posterior estaba compuesto por Josecho García, Alberto Huarte, Joaquín Zabalza y Enrique Los Arcos.
El cronista, Fermín Orzanco, con gran clarividencia, se felicitaba por la suerte que había tenido de escuchar en las fiestas de Alcoz “a un grupo musical que está próximo a hacerse famoso”. Con un lenguaje repleto de adjetivos, muy propio del periodismo de aquella época, Orzanco hablaba de un grupo “maravillosamente empastado, con una justeza insuperable y unas melodías que nos hicieron entusiasmar”. Y subrayaba que los cien comensales “tuvieron que levantarse de sus asientos para exteriorizar su aprobación unánime ante seis u ocho canciones de sabor sanferminero ejecutadas con impecable técnica y gusto”.

Caíto con Dorota
(2) 
Joaquín Zabalza solía contar una anécdota que nos puede dar una idea de hasta qué punto Los Iruña'ko eran conocidos y, sobre todo, queridos en Pamplona. 
Un día, una vez disueltos Los Iruña'ko, entró Joaquín en una peluquería de Pamplona. Uno de los clientes lo reconoció y le empezó a reprochar que se hubiesen separado. "No tienen ustedes derecho a hacernos esto a los navarros", se quejó amargamente aquel hombre. 
Y no me extraña. La historia de Los Iruña'ko fue tan intensa y tan redonda que, muchos años después de haberse extinguido, todavía sigue alimentando vivencias y nostalgias de unas cuantas generaciones de pamploneses.

No hay comentarios: