Cabecera del reportaje DN Miércoles 12.11.58 página 3ª |
Lo que he encontrado en la hemeroteca de DN es nada menos que el acta de nacimiento de la Sección de Escalada del "Club Deportívo Navarra". Escaladores como Daniel Bidaurreta (ver foto del Huso) se van a emocionar rememorando sus hazañas de hace... 60 (sí, sesenta) años.
En 1958 fueron nombrados los dos primeros instructores de la E.N.A.M. (Escuela Nacional de Alta Montaña) para Navarra: Ángel Asiáin y Roberto Carballeda, que junto con Miguel Ángel Albero, Alejandro Tapia y José Antonio Vidaurreta formaron un grupo, denominado “el equipo italiano”, que realizó muchas escaladas, las hoy clásicas de Echauri. Carballeda y Tapia escalaron por primera vez la Chimenea Norte del Cantero. Poco después aparecieron Daniel Bidaurreta y Marcos Feliú, que fueron sus continuadores y el enlace entre el período precedente y una nueva generación surgida a partir de 1960.
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Artículo del Diario de Navarra
El "Club Deportívo Navarra" cuenta con un excelente grupo de Escalada Se han realizado este año numerosas ascensiones, entre las que destacan la Travesía de «Las Crestas del Diablo» (Pirineo Central), Aguja de Ansabére (Pirineo roncalés), Monolito de Leyre y Dos Hermanas de Irurzun.
El "Club Deportívo Navarra" cuenta con un excelente grupo de Escalada Se han realizado este año numerosas ascensiones, entre las que destacan la Travesía de «Las Crestas del Diablo» (Pirineo Central), Aguja de Ansabére (Pirineo roncalés), Monolito de Leyre y Dos Hermanas de Irurzun.
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Dentro de las facetas del montañismo,
existe una modalidad que muy pocos dominan, hasta el punto de que,
aun entre los grupos más numerosos, y países que cuentan con
organizaciones importantes de montaña y aficionados en gran
cantidad, su porcentaje es insignificante. Nos referimos a la
escalada que, con el esquí y simple montañismo, completan el
deporte de montaña.
Es natural esta minoria de que hablamos
al principio, pues para llegar a alcanzar suficiente maestría en su
práctica, es necesario, además de estar dotado de facultades,
superar el sacrificio que supone un largo aprendizaje, tener corazón
y una gran compenetración entre todos los componentes de las
cordadas, pues sin ello no valdría para nada los valores
individuales de cada uno. Es este un deporte en que la única
compensación, aparte de alcanzar la meta, deseada por todo
deportista, es la gran emoción de su práctica. emoción que en
grado sumo comienza en cuanto se eleva unos metros del suelo y no
decae un ápice mientras no se vuelve a pisar otra vez sobre firme.
Es necesario además una gran constancia pues, sobre todo en los
primeros tiempos, hay que ir contando paso por paso los progresos y
ha de pasar imprescindiblemente mucho tiempo hasta conseguir alguna
realización notable.
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Grupo de escaladores del C. D. Navarra: Tapia, Carballeda, Albero y Vidaurreta. Sentado, Angel Asiain, director del Grupo. (Foto E. VIZCAY.) |
Después de paciente espera hasta
dominar algo la técnica y estar bien compenetrados, este año nos
hemos lanzado al asalto de algunas paredes y monolitos y tenemos la
satisfacción de que, sin el menor tropiezo, no nos ha fallado
ninguno de nuestros proyectos.
Parte del material nos ha faci Litado
el C. D. Navarra y el resto lo conseguimos con nuestros propios
medios. Como ocurre siempre en el deporte amateur, no contamos con lo
que desearíamos.
Lo más importante de lo realizado este
año es lo siguiente:
1. En Echauri se ha ascendido varias veces El Huso, piedra de toque de todos los escaladores. Dificultad cuarto Grado. Tiene 35 metros de altura y es la piedra más visitada. Han subido cordadas de militares, de Bilbao, San Sebastián, Tolosa y Cataluña. Duración hora y media. También en este sector hemos ascendido a la Peña de El Cantero, con dos subidas por la cara Norte de 70 a 80 metros de altura. En la cima existía una Cruz de hierro, de cuyos extremos pendían dos cencerros que sonaban al moverse con el aire. Parece que fué puesta hace muchos años en que subieron los del pueblo con ayuda de un gran andamiaje para talar madera existente en una planicie. Por habérsenos pedido así, la bajamos a Echauri para repararla pues los cencerros estaban completamente oxidados. También ascendimos «El Quiriaco» y «El Pirulo» y otras piedras. en plan de enseñanza y entrenamiento.
1. En Echauri se ha ascendido varias veces El Huso, piedra de toque de todos los escaladores. Dificultad cuarto Grado. Tiene 35 metros de altura y es la piedra más visitada. Han subido cordadas de militares, de Bilbao, San Sebastián, Tolosa y Cataluña. Duración hora y media. También en este sector hemos ascendido a la Peña de El Cantero, con dos subidas por la cara Norte de 70 a 80 metros de altura. En la cima existía una Cruz de hierro, de cuyos extremos pendían dos cencerros que sonaban al moverse con el aire. Parece que fué puesta hace muchos años en que subieron los del pueblo con ayuda de un gran andamiaje para talar madera existente en una planicie. Por habérsenos pedido así, la bajamos a Echauri para repararla pues los cencerros estaban completamente oxidados. También ascendimos «El Quiriaco» y «El Pirulo» y otras piedras. en plan de enseñanza y entrenamiento.
«El Huso» Una
vez fija la cuerda que
asegura al compañero, Bidaurreta se
asoma examinando la pared por la que
ha de efectuar el
descenso.
Sept 1958 (Foto E.VIZCAY.)
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3. Entre Carrascal y Unzué «Putrenaiza»
de 60 metros. Cuarto grado.
4. En Osquía, primera escalada a la
«Aguja de Osquialde», de 115 metros, por la Arista S-E. Más que
dificultad encontramos peligro pues la roca se halla muy
descompuesta. Duración tres horas.
5. En Leyre, «El Monolito», de 60
metros, Dificultad quinto grado. nos costó cinco horas, a doble
cuerda. El 18 de agosto de 1946 lo hablan escalado dos catalanes.
Colocamos en la cima un pequeño buzón de zinc.
6. «Hermana Mayor de Irurzun» (la de la
izquierda, yendo hacia San Sebastián). De trágica historia pues
cuenta dos muertos en intentos de escalarla. Siete horas y media.
Altura 220 metros desde la iniciación.
7. Petrechema ( Pirineo navarro) «Aguja
de Ansabére», 50 metros altura por la chimenea y 300 por la cara
N-E. Dificultad quinto grado. Como su base está a dos mil metros
altura aumenta su dureza el frío reinante puesto que la subimos en
octubre. Las grietas estaban con hielo.
8. Pirineo Central—Cresta de1 Diablo».
Una fuerte travesía de crestas sobre precipicios que oscilan entre
150 y 500 metros en caída vertical. Recorrido total diez horas de
escalada. Efectuada en un día por Carballeda y Vidaurreta. Altura de
la base media 2.700 metros.
Como te he dicho antes, la cosa,
gracias a Dios, ha ido con la mayor normalidad. Únicamente cabe
señalar durante nuestra ascensión en las Dos Hermanas de Irurzun,
muy dura por su gran duración de más de siete horas pegados a la
roca, cómo desde la carretera nos gritaban y nos ofrecían comida.
Fíjate que no llevábamos más que una pequeña bota con gaseosa,
una manzana y algo de glucosa.
Y la mayor contrariedad la sufrimos en
el Pirineo navarro, al subir la Aguja de Ansabére. Hubimos de ir el
día anterior para dormir al pie de Petrechema y dormimos con una
temperatura en el exterior de la chabola de pastores en que
estábamos, de siete grados bajo cero. Al iniciar la ascensión el
fuerte viento arrancó la gorra a mi compañero elevándola a gran
altura y al descender el mismo viento nos enredó la cuerda en la
cima de la roca y no pudimos recuperarla perdiendo unos 35 metros.
Para colmo, al regreso nos quedamos sin gasolina, teniendo que hacer
noche en el camino, tras empujar el coche después de la paliza.
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