El
olor en la piedra
La
obra paradigmática en el arte navarro de la representación del
olor, concretamente del mal olor es el capitel de la Resurrección de
Lázaro del claustro de la catedral de Tudela. Se trata de uno de los
mejores capiteles del conjunto, tanto en técnica como en composición
y pertenece a la primera fase constructiva, a partir de 1180.
El
detalle y anécdota de uno de los personajes que asisten al hecho
tapándose la nariz se glosa en el texto de San Juan: “Quiten la
piedra’. Marta, la hermana del difunto, le respondió: Señor,
huele mal; ya hace cuatro días que está muerto”.
Jesús
llora ante la tumba de Lázaro
32 María,
cuando llegó a donde estaba Jesús, al verle, se postró a sus pies,
diciéndole: Señor, si hubieses estado aquí, no habría muerto mi
hermano.
33 Jesús
entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban,
también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió,
37 Y
algunos de ellos dijeron: ¿No podía éste, que abrió los ojos al
ciego, haber hecho también que Lázaro no muriera?
Resurrección
de Lázaro
38
Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al
sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta encima.
39 Dijo
Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le
dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días.
41 Entonces
quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús,
alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme
oído.
42 Yo
sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que
está alrededor, para que crean que tú me has enviado.
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