miércoles, 12 de febrero de 2020

Joxeba, el pirata de Andoáin

Joseba no era un hombre triste, y menos, convencional. Muy al contrario. Le gustaba escuchar el último disco del grupo Suburbano, un trabajo que se titula Los delirios del pirata y que cuenta la historia de Juan sin Sombra. Joxeba -cuenta su hermana Maite- daba el tipo del pirata del disco. Era vital, arrojado, muy libre por dentro, nadie influía en su pensamiento. Era de verdad una persona con pensamiento crítico. Y valiente. 
Aunque por dentro, en silencio, fue sufriendo cada vez más en los últimos tiempos y lo notábamos fugazmente, también en la mirada. Porque Joseba siempre había tenido una mirada y un semblante con mucha chispa.
A Joseba le gustaba con locura una de las canciones del disco. Se llama Adiós a las penas de abril, y sobrecoge escucharla ahora, sabiendo lo que ha pasado:
Atrás quedarán las penas de abril
Y la luna de viernes sin ti
Si con la pleamar se vuelve a nacer
Que esta vez sea lejos de aquí
Izad pues las velas del palo mayor
Que el viento se una al motín.
Que la luz de San Telmo no me encuentre jamás
Que la suerte se acuerde de mi.
¡Adiós a las penas de abril!
Sonaron campanas por el desertor
Vi a la muerte bailar junto a mí
Pasé de mendigo a ser libre en el mar
De cautivo, a romper el redil
Pasé del silencio a ser más que un rumor
De ser sombra, a volver a vivir
De no tener nombre, a dar tanto que hablar
De estar solo, a repartir el botín
¡Adiós a las penas de abril!
Consciente del peligro que entrañaba su lucha, y de que los terroristas le habían colocado en el punto de mira, había tenido la sangre fría de imaginar y preparar su funeral. Éste tuvo lugar el lunes 10 de Febrero, en la plaza del Ayuntamiento de Andoáin. Al día siguiente, la prensa internacional se hizo eco del acontecimiento. Y los pies de las fotos de los periódicos señalaban algo muy especial: junto a las banderas de España, la Unión Europea, la vasca y la socialista, había una enseña pirata, pero ninguna de las crónicas explicaba el porqué.
Los enviados y los periodistas de agencia escribieron que se habían oído tres himnos: La Internacional, la marcha fúnebre de la Guardia Civil y una canción pirata, pero ninguno de ellos decía que la enseña pirata y la canción de Suburbano honraban el espíritu libre y libertario de Joseba y sus sueños de justicia.
Sin libertad que me importa la gloria
Que importa el Rey que me importa morir
Sobre la mar plantaré mi victoria
Entre sus olas está el porvenir…

Y como durante los últimos años, su hermana Maite, familiares y amigos le han rendido homenaje en Andoáin. Recuerdo unas de sus últimas palabras preñadas con todo el peso y la profundidad de los auténticos sentimientos del cariño y la dignidad:
Quiero resaltar que nos rodea el fango de la manipulación de la historia y de la construcción de un pasado a medida del caramelo de la paz y de las otras piezas del 'tocomocho' de ETA, al que las almas puras llaman proceso de paz y convivencia, y en lenguaje sencillo podríamos llamar “paz por presos"
Y sueño que Joseba comparte hoy las palabras de su hermana y con una mueca, entre la ironía y el sentido del humor, añade:
querida Maite, es que estos falsos piratas no quieren ni repartir el botín

(tomado, en gran parte, del artículo de Manuel Artero Rueda, periodista La Paseata, en Navarra Información)

1 comentario:

Carmelo dijo...

Bonito y estremecedor homenaje a Joseba. No hay mayor justicia hoy por hoy, que mantenerlo presente y dejar que el viento sople a favor.
Pachi, como siempre genial y al detalle.
Un navrazon y mi cariñoso recuerdo para Joseba.
Seguiremos cantando al pirata.