miércoles, 9 de octubre de 2019

Torres de San Cernin, desde...

Nerea Urtasun , Premio concurso fotográfico calendario de Pamplona 2015
La belleza y la personalidad de las torres de San Saturnino hacen de ellas un símbolo de la Vieja Iruña. No hay en Pamplona ninguna otra que se les pueda compararar.
Recuerdo que, cuando pregunté por qué estaba torcida la Avenida de Carlos III, más de uno me dijo que, al bajar por Carlos III, las torres de San Cernin son el referente. Para ser precisos, hay un hilo, casi invisible, que une la cúpula de Los Caídos con la torre más alta de las tres. Yo no creo en las casualidades. A ver si conseguís verlo:
El hilo sigue la mediana de Carlos III, salvo en el arranque de la Plaza del Castillo
Pero, si la imagen de las torres, iluminadas en la noche pamplonesa, ya es impresionantemente bella, el enigmático lugar en el que se encuentra la autora de la foto, sugiere el misterio más atractivo. 
No puedo evitar acordarme de la "jilis" que de niño me infundía la gárgola (el dragón) amenazante desde arriba o el eco sobrecogedor de nuestras "voces de miedo" en los sótanos de la estancia. ¡Y más vale que ni siquiera sospechábamos que allí estaba enterrado "el Gigante de Errazu", que ocupa dos sepulturas en sentido longitudinal!
Quienes habéis pinchado en los enlaces, ya sabéis desde dónde está sacada la foto, pero vamos a disimularlo y a disfrutar del progresivo acercamiento. 
Imaginemos que estamos en el campanario de la torre más alta de San Saturnino y que, en vez de mirar al Sudeste -hacia los Caídos y la Higa de Monreal-, giramos la vista 90º a nuestra izquierda,  al Nordeste, hacia la Catedral
Vista desde la torre de San Cernin
En línea con el Miravalles, entre las torres de la Catedral, a la izquierda, y la aguja de la Cocina del Refectorio, a la derecha, vemos la bellísima Capilla Barbazana, con sus pináculos y unas muy, pero que muy, sospechosas ventanas.
Hoy Maps y Earth nos lo ponen facilísimo. Giramos nuestra vista 180º y volvemos a mirar a las Torres de San Cernin. Y contempando la foto de portada, procuramos situarnos en línea, lo más exacto posible, con el punto de vista de la fotógrafa. Retrocedemos para colocarnos justo detrás de la sospechosa Barbazana y, así, lograr una imágen parecida a ésta, que he acompañado con la foto de las torres, ahora de día, desde el interior de la parte alta de la Barbazana.
Torres de San Cernin, vistas a través de las ventanas góticas de la Barbazana
Por cierto, muy a tener en cuenta la webcam de la Catedral, situada en el torreón prismático de esta Capilla Barbazana y que, apuntando hacia el este, nos puede dar imágenes sorprendentes, a cualquier hora del día o de la noche.

1 comentario:

Unknown dijo...

Que ciudad tan bonita tenemos!!! Buen trabajo Pachi