Me ha emocionado el recuerdo para mi tío Benjamín de José Luis, luchador contra el cáncer, y el de mi amigo Alfredo, también alumno suyo en Tudela:
"El padre Mendiburu, de hablar dulce y risueño, era el P. espiritual de los pequeños. Dado a contar historias de sus más que dilatadas vivencias. Siempre conservó un acento peculiar, como si todavía tradujese del mandarín sus intrincados vocablos. Era amable y, en el mejor de los sentidos, bueno."
Contra el cáncer: próxima batalla el 6 de octubre en Tudela José Luis Pérez Lizar

El viaje comienza a las 08:00. Destino, el Pabellón J del Hospital de Navarra, donde cada uno tenemos un horario de tratamiento de radioterapia o quimioterapia. Todos somos “soldados” en lucha contra el mismo enemigo, el cáncer, un enemigo con muchas caras. La ida es silenciosa, momento de pensar… “cuantas sesiones me quedan”, “tengo consulta de oncología”... y tantas íntimas preocupaciones.
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Alfredo y mi tío, los dos del centro de la foto |
Yo, como todos, pienso mucho. Hace unos días recordé una historia que nos contaba el Padre Mendiburu (jesuita misionero, que me dio clase de Religión en el colegio de Tudela). La historia era sobre otro misionero, jesuita, que cuidaba a los leprosos en Formosa. Los domingos durante la misa comenzaba su homilía diciendo: “Vosotros los leprosos…”, para después continuar con su sermón. Tras varios años, un domingo, al comenzar la homilía, dijo: “Nosotros los leprosos…”, y guardó silencio. Todos entendieron que se había contagiado y que había compartido con ellos su enfermedad de forma sincera y pública.


Navarra es una comunidad donde la sanidad pública está a un nivel privilegiado en la batalla contra el cáncer, con mujeres y hombres en el Pabellón J de Oncología y Radioterapia, cuya humanidad, sonrisa y profesionalidad hacen llevadera nuestra lucha diaria; son gente de un valor incalculable.
El cáncer, durante años era un estigma; cuando un familiar lo tenía, se ocultaba. Lo viví en mi casa, mi padre murió hace 39 años de cáncer, era una época con un índice de supervivencia muy negativo. Sin embargo, mi hermana, otra “soldado”, venció hace dos años al cáncer. Visualizar la enfermedad comenzando por cada uno de nosotros es el paso para convertirla en compromiso social.
Este 6 de octubre será la primera vez que participe en una marcha contra el cáncer, en la IV Marcha contra el Cáncer de Tudela. No podré hacer el recorrido completo, mi tratamiento termina el 3 de octubre, pero no faltaré. Voy conociendo a las personas de la Asociación contra el Cáncer de nuestra ciudad, merecen nuestra presencia, ese día debemos ser una marea verde en Tudela.
La nueva Corporación del Ayuntamiento de Tudela decidió ceder el lanzamiento del chupinazo 2019 a la Asociación contra el Cáncer, fue un acierto de una dimensión todavía sin cuantificar socialmente. El pasado 24 de julio, a las 12 horas, tres miembros de la Asociación lanzaron el chupinazo y gritaron al cielo, “por ellos”. Yo estaba allí -como mi esposa- expectante; mis hijos estaban en la plaza disfrutando, es lo que tiene ser joven. Confieso que el corazón se me encogió más que cualquier año en el chupinazo de mi ciudad, y me acordé de la historia del Padre Mendiburu y de lo importante que es la gramática: vosotros, nosotros, por ellos por todos nosotros, por todos los que viajan cada día para vencer al cáncer...
José Luis Pérez Lizar
Ex dirigente de UGT en Navarra
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