Roisin: Puente Rochapea, Barrio Curtidores, paseo de Ronda y Carmelitas |
Durante las Navidades de los años 50, recuerdo que los niños de la Parroquia de Jesús y María (San Juan Bautista, actual albergue de peregrinos, en la calle Compañía) asistíamos, a la tarde, a la Novenica del Niño Jesús. Recuerdo, especialmente, un villancico que desde entonces lo cantamos los hermanos en las fiestas familiares: "Todos te regalan algo", que se prestaba a mucho cachondeo con el seminarista mayor que intentaba dirigirlo. No había manera de terminarlo porque los críos seguíamos con el tiruriruriruriruri... Era así:
Origen de la devoción al Niño Jesús de Praga
Sin embargo, los Carmelitas tenían otro Niño Jesús muy especial: el Niño Jesús de Praga. Nunca me lo pregunté de crío y he de confesar que ha sido estos días cuando me he informado de este curioso asunto.
Fernando II, Emperador de Alemania, para manifestar su gratitud a Dios por la victoria alcanzada en una batalla, fundó en 1620, en la ciudad de Praga, un convento de Padres Carmelitas.
La princesa Polixena Lobkowitz, sintiendo en el alma las apremiantes necesidades de los Carmelitas, les entregó, en aquellos duros años, una pequeña estatua de cera, de 48 cm., que representaba un hermoso Niño Dios. Al dar la estatua a esos religiosos, les dijo: "Padres míos, os entrego lo más caro que poseo en el mundo: Honrad mucho a este Niño Jesús y nada os faltará.".
Guerras y mil avatares hicieron que la imagen llegara a perderse y que incluso el Niño quedara sin manos. Y aquí entra en escena la cabezonería del P. Cirilo quien la encontró, la restauró y consiguió que la princesa Lobkowitz mandara edificar un nuevo santuario que se inauguró en 1644.
Todo esto lo podéis leer, con mucho más detalle, en esta página.
Director de la Archicofradía del N. J. de Praga
Sin embargo, los Carmelitas tenían otro Niño Jesús muy especial: el Niño Jesús de Praga. Nunca me lo pregunté de crío y he de confesar que ha sido estos días cuando me he informado de este curioso asunto.
Fernando II, Emperador de Alemania, para manifestar su gratitud a Dios por la victoria alcanzada en una batalla, fundó en 1620, en la ciudad de Praga, un convento de Padres Carmelitas.
La princesa Polixena Lobkowitz, sintiendo en el alma las apremiantes necesidades de los Carmelitas, les entregó, en aquellos duros años, una pequeña estatua de cera, de 48 cm., que representaba un hermoso Niño Dios. Al dar la estatua a esos religiosos, les dijo: "Padres míos, os entrego lo más caro que poseo en el mundo: Honrad mucho a este Niño Jesús y nada os faltará.".
Guerras y mil avatares hicieron que la imagen llegara a perderse y que incluso el Niño quedara sin manos. Y aquí entra en escena la cabezonería del P. Cirilo quien la encontró, la restauró y consiguió que la princesa Lobkowitz mandara edificar un nuevo santuario que se inauguró en 1644.
Todo esto lo podéis leer, con mucho más detalle, en esta página.
Director de la Archicofradía del N. J. de Praga
La devoción al de Praga llegó a Pamplona, pues, de manos de los Carmelitas quienes crearon aquí una Archicofradía en 1908. Desde entonces siguen haciendo -ahora también- una celebración, alrededor del Niño Jesús de Praga, la tarde del tercer domingo de cada mes, con su rifa de regalos al terminar la sesión.
En los años 40, Manolo Gil -a quien ya conocemos- fue Cofrade del Niño Jesús de Praga y nos regala, casi 80 años después, su experiencia:
En los años 40, Manolo Gil -a quien ya conocemos- fue Cofrade del Niño Jesús de Praga y nos regala, casi 80 años después, su experiencia:
"Desde que a Pamplona llega, en 1930, el P. Carmelo se hace cargo de la Archicofradía del Niño Jesús de Praga. Se las compone admirablemente con la devota chiquillería. Y sabe platicar con ellos y para ellos de manera sencilla y eficaz. Un revoloteo de inquietudes infantiles le cerca en cada tercer domingo, creciendo a su alrededor el número de archicofrades. Y el desfile procesional con que termina la función de la tarde es de una vistosidad extraordinaria. A la salida de la iglesia, ¡qué invasión hacia las estrechas calles cercanas! Más de una vez sale a verles salir —grave de porte y en extremo comprensivo— el P. Prior, Fabián de San José; y les llama, cariñosamente, la rebañada del P. Carmelo. Disfruta con el vistoso espectáculo.
Y con el P. Fabián de
Prior y de Director el P. Carmelo, celebra la Archicofradía sus
Bodas de Plata en Pamplona, del 22 al 25 de mayo de 1933. En una
extensa crónica enviada a la prensa cuenta el P. Carmelo la
brillantez de los actos. La iglesia de los Carmelitas colma de
niños, por la tarde, así como de personas mayores en las
funciones a éstas dedicadas. No puede circular por el interior del
templo la procesión de los peques; tal es la aglomeración. Las
personas mayores, no sin dificultad para desenvolverse, logran
procesionar con el Niño Jesús de Praga."
"Quizá no sea mi
pluma —escribe el Padre Carmelo, el Director— como interesada en el asunto, la
más llamada a panegirizar estos cultos. Preguntad a los que
asistieron, y os dirán la verdad. Yo voy a daros un dato del
entusiasmo que han despertado estas fiestas, diciéndoos que pasan de
cientos los niños y personas mayores que han ingresado en la
Archicofradía durante estos días felices de las Bodas de Plata de
su establecimiento en Pamplona". Se goza el P. Carmelo de que
las filas se aprieten en torno al Divino Infante. Todos niños con
El."
"Triduo al Niño Jesús de
Praga" y "Visita al Niño Milagroso".
El P. Carmelo preparó estos dos
trabajitos, que se hallan mecanografiados en la sacristía de los Carmelitas Descalzos de Pamplona, para incrementar la devoción
al Niño Jesús de Praga.
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