¡Y dicen que no hace falta defender la bandera de Navarra! |
El 3 de Junio (y, desde hoy, todos los días) defenderé Navarra, la casa de mis padres.
Contra los lobos (y lobas) disfrazados de corderos, contra el hacha y la serpiente, defenderé la casa de mis padres.
Me quitarán las armas de la ley y con las manos
defenderé la casa de mis padres.
Me moriré, pero Navarra -la casa de mis padres- seguirá en pie.
[Basado en Gabriel Aresti
(1933 - 1975)]
La sociedad civil, con la bandera de
Navarra
La participación ciudadana es elemento
imprescindible para colaborar en la evolución de su entorno. Por eso sociedad
civil y democracia son dos términos unidos que legitiman a los gobiernos de
modo representativo.
Sin embargo, es a partir del siglo XX cuando
cobra protagonismo la sociedad civil, sobre todo a raíz del paso de los modelos
autoritarios a los democráticos. Por eso, se establecen asociaciones e
iniciativas ciudadanas que reivindican su protagonismo frente a las dictaduras.
Es una forma de defender la autonomía personal y su libertad para alejar el avasallamiento del Estado, es vivir desde la libertad frente a la imposición. Los individuos se organizan en grupos, son actores activos que exigen al Estado actuaciones concretas para conseguir la calidad de vida.
Es una forma de defender la autonomía personal y su libertad para alejar el avasallamiento del Estado, es vivir desde la libertad frente a la imposición. Los individuos se organizan en grupos, son actores activos que exigen al Estado actuaciones concretas para conseguir la calidad de vida.
Hay diversas formas de hacer efectiva esa
demanda, pero la mayoría se decanta por la protesta, por la manifestación. Es
la voz del pueblo que grita contra un ejecutivo que promete un programa en pro
del votante, pero después sigue unos derroteros contrarios a la ciudadanía, es
decir, una pura contradicción.
A lo largo de la historia, miles de
manifestaciones se han desarrollado por todo el mundo, ejerciendo la persona su
derecho a la protesta; por ello, los pueblos y ciudades de Navarra no han sido
ajenos a estos acontecimientos. En la
Comunidad Foral, después de dos años de gobierno del tetrapartito, se aprecian
signos de descontento, de reproche por las políticas separatistas y por el
empeño de aspirar a una Euskal Herria independiente. El ejecutivo se ha
propuesto imponer el vascuence, en perjuicio del inglés, y derogar la ley de
símbolos con el único fin de colocar la ikurriña en los ayuntamientos que
pueda.
Ante tal cúmulo de errores y ante la
intención de arrinconar la bandera de Navarra e izar el símbolo de los
vascongados, varias asociaciones civiles como Vecinos de Paz, Desolvidar y
Doble 12 han canalizado ese enfado mayoritario y lo han reflejado en el lema de
la manifestación:
Pero detrás de esa consigna
están otros sectores sociales, partidos políticos, sindicatos y la ciudadanía
navarra. Ese griterío vecinal, silenciado por el miedo que se palpaba en muchos
navarros, se ha destapado y el 3 de junio próximo quiere salir a la calle para
sacar los colores a la presidenta Barcos, que hace dejación en su obligación de
salvaguardar la bandera de Navarra como único símbolo oficial de la Comunidad
sin que le importe compartir su alta representación con la ikurriña. Y no
solo eso. Trata de obstaculizar por todas las vías inimaginables la libre
expresión de quienes le afean su falta de compromiso con el cargo que ostenta.
No es la primera vez que Navarra se
levanta para defender los fueros y el régimen económico. El 4 de junio de 1893,
más de cincuenta mil personas se echaron a la calle en Pamplona para contener
la famosa Gamazada, ya que el ministro quería suprimir la autonomía fiscal.
Merece la pena que veáis la letra (pinchad) de esta joya de Iñaki Lacunza
El 17 de marzo de 2007, el Gobierno de Navarra presidido por Miguel Sanz impulsó, junto con PP, CDN y Parlamento, una segunda manifestación masiva con el lema “Fuero y libertad. Navarra no es negociable” ante unas soterradas negociaciones del presidente Zapatero con el País Vasco. Fernando Puras, responsable del PSN, aconsejó que se desconvocara la marcha. Siguió adelante y se reunieron más de 75.000 personas, llegando autobuses provenientes de las diversas ciudades españolas.
El 3 de junio próximo puede ser la tercera
gran manifestación en apoyo de nuestros símbolos.
Archivo Municipal de Pamplona, Libro 1 de Consultas, fol. 86v. Honores tributados a la bandera de Navarra y definición de sus elementos esenciales: color rojo, cadenas y corona real (11 agosto 1558) |
Por tanto, fieles al testamento de
nuestros antepasados, tenemos el deber de preservar,
·
primero los fueros, que nos unen y nos
identifican;
·
segundo, el convenio económico como
expresión de nuestros derechos históricos a través del pacto;
·
tercero, nuestra historia milenaria como
antiguo reino;
·
cuarto, una tierra diversa, plural y de
contrastes;
·
quinto, una comunidad única diferenciada
contra la Transitoria Cuarta, y
·
sexto, una bandera roja con las cadenas.
¿Hay algún presidente en el mundo que
desvirtúe sus propios símbolos negándoles una representatividad única, sin
compartirla con los de otra comunidad? Únicamente Navarra. No se puede aceptar
un gobierno que manipule la historia y fomente la ikurriña. Por eso, la
protesta popular es un grito de apoyo y defensa de lo que nos identifica como
una Comunidad diferenciada del resto.
Luis Landa El Busto es licenciado en
Ciencias Humanas y profesor
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