viernes, 26 de febrero de 2016

Con Savater en el Baluarte

Savater ha sido elegido como uno de los 47 intelectuales más influyentes del mundo.
Ayer, en el breve intercambio de saludos que tuvimos, no se lo dije, pero Fernando Savater siempre me ha recordado a Jean Paul Sartre: filósofo, escritor, dramaturgo... pero, ante todo, hombre de acción, militante.
Nunca acabaremos de agradecerle su papel en el movimiento contra ETA de la mano de Basta Ya, (en Navarra, Libertad Ya)...  Martillo del nacionalismo, y por ello temido por los nacionalistas:
El nacionalismo en general es imbecilizador, aunque los hay leves y graves: el forofo del alirón y el que se pone el cuchillo en la boca para matar. Hay gente sin conocimientos históricos; el nacionalismo atonta y algunos son virulentos. El nacionalismo es una inflamación de la nación igual que la apendicitis es una inflamación del apéndice

De lo que ayer dijo en Baluarte, quiero destacar esta idea (las palabras exactas no las he recogido): "la diversidad en la fiscalidad es permisible si no afecta al bien general". Aplicándolo a Navarra, mientras el Convenio Económico no afecte negativamente al conjunto del Estado, es perfectamente aceptable. Yo así lo he entendido. 
Quiero destacar también su preocupación por lo que está sucediendo en la Enseñanza en Navarra: 
“Me preocupa la enseñanza, el tema de que el enfásis creciente por la educación en euskera desplace a centros que enseñan en castellano y sobre todo a la realidad castellano-parlante de Navarra que es muy amplia”


Un buen resumen de la charla de ayer aparece hoy en DN y en Navarra punto com. El Noticias, ni caso.
Como ejemplo de esa preocupación, aquí tenéis el último artículo que ha escrito:

Navarra
Algo parecido sucede con nuestros nacionalistas, que llaman “vasco” o “catalán” a todo lo que quieren asimilarse como nacionalista después
FERNANDO SAVATER
Con el bueno de Iriberri a escuchar a Savater
Milan Kundera siempre ha desconfiado del término antropo-cultu-mitológico “eslavo” aplicado a países del este de Europa, que él considera en realidad Centroeuropa. Dice Kundera que los rusos primero llaman “eslavo” a lo que luego están dispuestos a convertir en ruso. Algo parecido sucede con nuestros nacionalistas, que llaman “vasco” o “catalán” a todo lo que quieren asimilarse como nacionalista después. Es decir, borrarlo de la nómina cultural y más tarde política de lo español. La palanqueta para forzar esta apropiación indebida es el idioma. No se trata de afirmar el derecho de los hablantes a su lengua, que nadie niega, sino de reivindicar (por parte del nacionalismo) el derecho de la lengua a buscarse hablantes aunque prefieran no serlo, si habitan en territorios determinados genéricamente “vascos” o “catalanes” por el criterio nacionalista. Y no basta con que junto al idioma común del Estado se mantengan y amparen también las lenguas propias de cada autonomía, sino que éstas deben ir creciendo más y más por voluntarismo nacionalista hasta arrinconar la común sin atender a otros criterios. A fin de cuentas es precisamente eso, lo común, lo que estorba y debe ser abolido.
La asimilación de Navarra ha sido siempre la conquista de Jerusalén para los cruzados del nacionalismo vasco. Y ahora con el Gobierno de Geroa Bai, parece que tienen el camino más expedito. Hoy, en Pamplona, realizan una concentración CSIF, ANPE, CC OO, UGT y otros sindicatos, que en total representan al 52% de los docentes de Navarra, con el lema “No a la discriminación de los docentes en castellano. Por una enseñanza pública alejada de ideologías”. Protestan ante las perspectivas de una priorización sectaria de los docentes en euskera para el acceso a las plazas de la escuela pública. 
Y la izquierda otorga o calla.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Patxi nos gustaría conocer las palabras exactas.Se lo debes a tu público.