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Cerca de Salesianos: el "Pamplona Foot-Ball Club" contra sí mismo |
Con motivo del Centenario de Osasuna, se está escribiendo mucho sobre el origen del fútbol en Pamplona. A algunos yo les recomendaría que leyeran con atención este buen trabajo que, ya en 1983, publicó Arazuri. Todo un documento al que tengo intención de hacer próximamente algunas precisiones.
***
Muchos pensarán: ¿qué relación
tienen los Sanfermines con el fútbol? Pues sencillamente, el fútbol
fue durante varios años un festejo sanferminero con éxito y
concurrencia, sobre todo en los comienzos del llamado, a principios
de siglo, «foot-ball » o juego «sportivo».
El actual y
multitudinario deporte del fútbol fue importado desde Inglaterra en
la última década del pasado siglo, siendo Huelva -por los técnicos
ingleses de las minas de Río Tinto-, Bilbao, San Sebastián y
Barcelona -por los marinos británicos- los primeros puntos de
nuestra península en donde se comenzó a dar patadas a un pelotón.
Blasco Salas
Según el Dr. Blasco Salas, hacia el año 1900, un bilbaino que había estado en Londres, al ingresar en el Instituto de Pamplona enseñó las reglas del juego del «foot-ball» a sus compañeros de estudio. Así nació en nuestra ciudad un pequeño grupo de aficionados que se reunían en el ruedo de la Plaza de Toros a chutar y parar la pelota.
El 6 de abril de 1904 se publica en «Diario de Navarra» la siguiente gacetilla: «...varios jóvenes de esta capital, aficionados al sport, proyectan constituirse en sociedad para dedicarse al juego llamado football».
Blasco Salas
Según el Dr. Blasco Salas, hacia el año 1900, un bilbaino que había estado en Londres, al ingresar en el Instituto de Pamplona enseñó las reglas del juego del «foot-ball» a sus compañeros de estudio. Así nació en nuestra ciudad un pequeño grupo de aficionados que se reunían en el ruedo de la Plaza de Toros a chutar y parar la pelota.
El 6 de abril de 1904 se publica en «Diario de Navarra» la siguiente gacetilla: «...varios jóvenes de esta capital, aficionados al sport, proyectan constituirse en sociedad para dedicarse al juego llamado football».
«Ya han comenzado a ensayarse
en esta nueva fase del pelotarismo, habiendo celebrado en la plaza de
toros dos match el domingo y lunes de Pascua y han pedido un
reglamento a Madrid».
«Dentro de pocos días se constituirá la
sociedad y se procederá al nombramiento de la junta directiva».
El Chiqui-Kutz y Sociedad 1905
El Chiqui-Kutz y Sociedad 1905
Para poder seguir la pista de los primeros tiempos del fútbol
pamplonés, hemos de hacer la pequeña historia de aquel saloncito
perteneciente al Café Kutz, llamado «Chiqui-Kutz» y desaparecidos
ambos en 1961.
Cuando se inauguró el «Café la Marina» en 1885,
aquel saloncito se independizó del Café para instalar en él una pastelería, la cual
persistió hasta el año 1901 en el que el licenciado don Alberto de
Felipe abrió al público una farmacia. Al poco tiempo se mudó la
botica de establecimiento, arrendándolo durante unos meses al
«Despacho Central» antes de acomodarse en los bajos del «Hotel la
Perla». A continuación la bajera fue alquilada por un grupo de
aragoneses para transformarlo en sala de juego, en donde montaron
hasta una ruleta.
En 1905, los aragoneses dejaron libre el local, en el cual se creó una asociación de mozos que ostentaba el título de «Sociedad 1905». Como veremos, aquella cuadrilla de inquietos y decididos jóvenes habían de ser los fundadores del primer equipo de fútbol navarro. Comenzaron sus actividades organizando una becerrada, con un programa en tono zumbón -del que se conserva un ejemplar en el Archivo Municipal- que textualmente dice: «Se lidiarán (así como suena) cuatro becerros pertenecientes a la acreditada ganadería de don Ruperto Catalán, vecino de Artajona: los cuales serán cruelmente maltratados y sucumbirán de mala manera a manos de la siguiente cuadrilla: Espadas (son triunfos)».
En 1905, los aragoneses dejaron libre el local, en el cual se creó una asociación de mozos que ostentaba el título de «Sociedad 1905». Como veremos, aquella cuadrilla de inquietos y decididos jóvenes habían de ser los fundadores del primer equipo de fútbol navarro. Comenzaron sus actividades organizando una becerrada, con un programa en tono zumbón -del que se conserva un ejemplar en el Archivo Municipal- que textualmente dice: «Se lidiarán (así como suena) cuatro becerros pertenecientes a la acreditada ganadería de don Ruperto Catalán, vecino de Artajona: los cuales serán cruelmente maltratados y sucumbirán de mala manera a manos de la siguiente cuadrilla: Espadas (son triunfos)».
Pocos
días después de aquella becerrada, los hermanos Belzunce, de la
«Sociedad 1905», vieron en el Juego Nuevo hacer malabarismos con
los pies y una pelota a un pamplonés llamado Mariano Sagaseta de
Ilurdoz (en la actualidad -1983- pasea sus 95 años por las viejas calles de
la ciudad), gran deportista, que habiendo residido cuatro años en
Barcelona y uno en la ciudad de la Concha, había jugado al fútbol
en el «Club Ibérico» de la ciudad Condal y en el «Club Ciclista
de San Sebastián», por lo que conocía las reglas del nuevo sport
y... ¡tenía un balón!
Aquella misma tarde, a petición de los
socios de la « 1905», se presentó el joven Sagaseta de Ilurdoz en
el local de la Plaza del Castillo con el balón debajo del brazo. Al
día siguiente obtuvieron el permiso necesario para jugar en el ruedo
de la Plaza de Toros y dar las primeras patadas al esférico.
Primer equipo: Pamplona Foot-Ball Club
Aquella cuadrilla de jóvenes se sintieron rápidamente envenenados con el nuevo deporte. Pronto hicieron las gestiones legales necesarias para fundar el primer equipo de nuestra tierra, que fue bautizado con el título de «Pamplona Foot-Ball Club». En cuanto pudieron, alquilaron una habitación en la Estafeta y compraron porterías desmontables. En septiembre de 1907 quedó oficialmente constituida dicha sociedad deportiva.
Buscando más amplios horizontes, dejaron
el ruedo de la Plaza de Toros y se fueron a jugar a la Media Luna, a
los terrenos próximos a los hoy ocupados por los Salesianos, en
donde cavaron cuatro hoyos para montar las porterías.
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El "Pamplona Foot-Ball Club", primer equipo navarro. Señalado con un círculo, destaca el único superviviente (en 1983) con 95 años de existencia: Mariano Sagaseta de Ilúrdoz. |
2º equipo Iruña Foot-Ball Club
Como eran los únicos que jugaban al fútbol en Pamplona, competían entre ellos mismos, hasta que, aburridos, decidieron dividirse en dos grupos equitativos para poder enfrentarse equilibradamente. Así nació el segundo equipo de nuestra ciudad: el «Iruña Foot-Ball Club». Desde entonces aquellos dos conjuntos se enfrentaron a mala cara. A Irún, ciudad en la que se jugó muy pronto al fútbol, le sucedió algo parecido hasta que se crearon dos equipos, los cuales arrastraron a los vecinos que terminaron dividiéndose en dos partidos opuestos enconadamente: el Sporting y el Racing de Irún. Aquellos dos conjuntos se aburrieron de jugar siempre entre ellos, por lo que gestionaron competir con los de San Sebastián y Pamplona, iniciándose liguillas -como diríamos ahora- entre los equipos de las tres ciudades. Los jugadores, en los desplazamientos entre las dos provincias vascongadas y Navarra, se pagaban todos los gastos, e incluso muchos se trasladaban en bicicleta y con un par de bocadillos en el bolsillo. En general llevaban el pantalón y la camiseta de jugar como ropa interior, evitándose las molestias de llevar equipaje.
Como eran los únicos que jugaban al fútbol en Pamplona, competían entre ellos mismos, hasta que, aburridos, decidieron dividirse en dos grupos equitativos para poder enfrentarse equilibradamente. Así nació el segundo equipo de nuestra ciudad: el «Iruña Foot-Ball Club». Desde entonces aquellos dos conjuntos se enfrentaron a mala cara. A Irún, ciudad en la que se jugó muy pronto al fútbol, le sucedió algo parecido hasta que se crearon dos equipos, los cuales arrastraron a los vecinos que terminaron dividiéndose en dos partidos opuestos enconadamente: el Sporting y el Racing de Irún. Aquellos dos conjuntos se aburrieron de jugar siempre entre ellos, por lo que gestionaron competir con los de San Sebastián y Pamplona, iniciándose liguillas -como diríamos ahora- entre los equipos de las tres ciudades. Los jugadores, en los desplazamientos entre las dos provincias vascongadas y Navarra, se pagaban todos los gastos, e incluso muchos se trasladaban en bicicleta y con un par de bocadillos en el bolsillo. En general llevaban el pantalón y la camiseta de jugar como ropa interior, evitándose las molestias de llevar equipaje.
El fútbol en los Sanfermines
En el programa de fiestas de 1909
aparece por primera vez el siguiente festejo:
«Día 12 y siguientes.
Concurso de Foot-Ball Association y Fiestas Sportivas, organizadas
por la Sociedad Pamplona Foot-Ball Club». Las competiciones se
resolvieron en el Ensanche -hoy llamado Viejo-, junto a las barracas.
Actuaron con el equipo local, el «Ciclista Foot-Ball Club» de San
Sebastián -campeón de España en 1909- y el «Racing Club de Irún».
El «match» -como se decía entonces- del día 12 se suspendió por
la lluvia. El equipo donostiarra dominó en sus partidos demostrando
su gran superioridad sobre los otros dos.
El equipo que alinearon los
pamploneses fue el siguiente:
Portero, Aldecoa.
Defensas, Vives y
Romero.
Medios, Aldaz (J.), Errea y Colmenares.
Delanteros, Sagaseta
de Ilurdoz, Labarta, Aldaz (F.), Abadía y Seminario.
En el año
1910, se jugó otra competición entre los equipos del Sporting Club
de Irún, el Rácing de Irún y el Pamplona Foot-Ball Club. Aquel año
ocurrió una anécdota curiosa: en el último partido les
correspondía jugar al Rácing y al Pamplona. El equipo de Irún no
se presentó. Los jugadores locales se alinearon en el campo y a la
señal del referée avanzaron solos hasta la portería contraria, en
la que metieron el balón tranquilamente. Se levantó acta y se dio
por ganador al Pamplona, el cual se llevó el segundo trofeo, siendo
el triunfador el Sporting.
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El público contempla un partido de fútbol en el campo del Hipódromo a finales de la segunda década del siglo. Los que ocupan la localidad de "silla" pagaron una peseta. |
Aquel mismo año, el 17 de julio, el
equipo del Pamplona Foot-Ball Club celebró un festival taurino para
subvencionar los gastos de la música durante el verano. Lidiaron
cuatro becerros de la ganadería navarra de Alaiza. Confeccionaron
programas de mano humorísticos en prosa y con los siguientes versos:
¡«La música y los toros! ¡Hay (sic) es
nada
La íntima conexión establecida!
Aunque sea una humilde
becerrada
Lo taurino es la fiesta de la vida,
De la luz, del color...
etc.»
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El Racing Club de Pamplona. De izda a dcha: Goicoechea, Echarren (R ), Aizpún, Pepe Huici, Echegoyen, Olazarán (Primitivo), Huerta (Mario), Leoz, Gorraiz, Abad y Goico |
En el año 1912 -el año anterior no
hubo festejo futbolístico sanferminero-, con motivo de celebrarse el
Centenario de las Navas de Tolosa, se jugó un torneo entre los
equipos de Irún y el Pamplona local. Ganó el trofeo el Racing de
Irún. Se jugó en el Ensanche Viejo y, como el terreno era pedregoso
y se jugaba muy duro a patadón limpio, se tomó la precaución de
instalar tiendas de campaña de la Cruz Roja. Aquel año, después de
las Vísperas se jugó otro partido en el campo del Hipódromo.
Tercer equipo: Punching-Club
Para la pequeña historia del fútbol pamplonés, hemos de anotar que aquel año de 1912 se fundó el tercer equipo de Pamplona, el «Punching-Club», registrándose oficialmente en el mes de febrero, con trece socios. La bandera del nuevo grupo balompédico fue confeccionada y bordada por las señoritas María y Justa Ayestarán, María Jesús Mendiluce, María Luisa Subiza, Carmen Rosich y Dolores Eguiguren. Debutó en octubre del mismo año en un partido jugado en el Ensanche contra la Gimnástica de Zaragoza, empatando a un gol. La concurrencia fue escasa pero selecta. Aquel día se alinearon: Anechina, Aldaz, Sagüés (José Mª), Alvarez, Mendi (J.), Rubio, Jiménez, Beasain, Caballero, Sagüés (S.) y Mendi (N.). Sus camisetas eran a rayas bicolores verticales. En Pamplona se decía que eran los señoritos del fútbol. Lo que no hay duda es que fueron los primeros que tuvieron un campo cerrado, inaugurado el 6 de julio de 1914. Según datos de aquella época, «el nuevo campo de fútbol estaba situado inmediatamente de la salida del portal de San Nicolás, a la izquierda, antes de llegar a las cocheras del Irati, teniendo su entrada en el comienzo de la carretera que conduce al Soto de Lezkairu». Aproximadamente a la altura de la manzana en la que actualmente está la iglesia de San Antonio. La extensión de aquel campo era de 102 metros por 84. Fue cerrado con maderas sostenidas con postes de cemento. Se levantó una pequeña tribuna fija, debajo de la cual estaban los vestuarios. La pista de juego medía 95 por 60 metros. Su coste ascendió a 4.000 pesetas incluyendo 250 pesetas que el antiguo arrendatario exigió por levantar su cosecha de habas antes de tiempo. Se costeó con obligaciones al precio de 25 pesetas cada una.
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El Lagun-Artea, un equipo que dió mucho que hablar en la segunda década del siglo. |
En 1913 hace su aparición un nuevo equipo pamplonés: el Rácing». Aquel año después de las Vísperas se comenzó un torneo entre el nuevo equipo, el «Pun-ching» y el «Iruña». Aquella competición se llamó «Copa del Café Kutz». En el Iruña jugaron: Pí (F.), Blanco, Pi (M.), Baquedano, Gómara, Nayo, Labarta (E.), Asenjo, Azagra y Maisonnave. En el Rácing: Errea (F.), Aizpún (E.), Martínez, Jaén, Olazarán, Leoz, Idoate, Eduardo Goicoechea, Gorráiz, Echegoyen y Cayuela. El ganador del trofeo fue el Rácing.
En 1914 continúa siendo el fútbol festejo sanferminero. El día 5,
en el Ensanche, juegan el Rácing de Irún y su homónimo de
Pamplona, que había ingresado en la «Federación Española de Clubs
de Foot-Ball». El día 6, después de las Vísperas, se inauguró y
se jugó en el nuevo campo del Punching.
1915 y 1918, declive de la afición
1915 y 1918, declive de la afición
A mediados de la segunda
década del siglo se va perdiendo afición al fútbol. El Pamplona
había desaparecido y los restantes -Iruña y Puching- se fusionaron formando el
«Amaya», que por cierto, en 1916 se quedó campeón de Navarra y
Rioja. Posteriormente reverdece la afición y aparecen los equipos
del «Rayo», la «Veloz», la «Estrella», el «Arenas» y el
«Lagun Artea».
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09.01.1927 Llegada del tren especial del Plazaola a San Sebastián para asistir al partido Osasuna-Real Sociedad. (Foto Zaragiieta e Hijos) |
En 1918 se pierde nuevamente la afición y
desaparecen varios equipos. Al año siguiente el regimiento de la Constitución forma un buen
equipo a base de jugadores catalanes que se hallaban cumpliendo el
servicio militar en nuestra ciudad: Nogués, Lampré, Ferrer, Alcolea
y Caicedo. Revive el gusanillo de la afición y se forman nuevos
equipos: la «Sportiva», el «New Club», la «Deportiva» (llamados
los «carcas», por ser de derechas), el «Luchana», el «Denak-Bat»,
la «Lucha», la «Navarra», la «Aurora», el «Vasconia» y el
«Indarra». Algunos de estos equipos persistieron hasta la cuarta
década del siglo.
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Sportiva Foot-Ball Club, después de la creación del equipo pamplonés. Vestían de blanco |
En noviembre de 1920 se funden la Sportiva y el
New Club en una nueva sociedad deportiva que tomó el nombre de
«Osasuna», que en vascuence quiere decir fuerza o vigor [salud].
Efectivamente estuvo muy bien puesto aquel título, pues después de
sesenta y dos años sigue siendo el equipo navarro por excelencia
v... en primera división... ¡a veces!
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Un partido de fútbol en el campo del Ensanche Viejo. Puede observarse el marcador -no simultáneo-, colgado en la muralla de la Ciudadela. |
Canciones osasunistas
Más por
curiosidad que por calidad poética recogemos dos cancioncillas
cantadas allá por los años veinte:
«Osasuna, Osasuna,
que contigo no puede
ninguno,
con Mendaza, con Rasero,
con Echarren el gran delantero.
Ahí
la tienes, bailalá,
tírala contra la red,
cuida que no te la quite
el gran defensa Marqués».
De los tiempos de rivalidad con la Real
Sociedad:
«Mamá, mamá,
futbolista quiero ser,
para entrar en
Osasuna
y a la Real vencer».
Nuevamente el fútbol como festejo
sanferminero
La primera vez que «Osasuna» juega por fiestas fue en
1921 después de las Vísperas en el campo del hipódromo. Entrada
gratuita, sillas a una peseta.
En 1922, también el día 6, juega
contra el «Rácing de Santander».
Igualmente y en el mismo día de
1923 empata con el «Real Irún» alineando Osasuna: San Pedro,
Gurucharri, Miqueo, Urquizu, Múgica, Lusarreta, Juanín, Ochoa,
Ilundáin, Zozaya y Areta.
A partir de 1924 hasta 1932, ambos
inclusive, se juega todos los años un partido después de las
Vísperas. A partir de este último año desaparece el fútbol como
festejo sanferminero, aunque es posible que algún año se jugase
algún partido intrascendente.
Rugby
Como vamos viendo, y veremos,
durante los Sanfermines se han presentado como festejos casi toda
clase de actividades: deportivas, culturales, benéficas, locales,
nacionales, extranjeras, musicales y un largo etcétera del que
procuraremos dejar en el tintero las menos posibles.
Entre los
festejos raros que sólo se celebró una vez, contamos con el exótico
rugby de poco arraigo —por lo menos en Navarra—. Fue en 1927
cuando se celebró, después de las Vísperas, un partido en el
antiguo campo de fútbol de San Juan, entre el «Aviron Bayonais» y
el «Stade Hendeyais». El partido fue contemplado por un exiguo
número de espectadores, resultando el match más que una competición
una exhibición de guante blanco.
Lo más simpático resultó la cena
con la que se obsequió aquella noche a los franceses en el campo de
Osasuna al aire libre.
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