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La buena noticia es que Navarra Suma e Iñaki suma... y sigue.
La mala, que nadie puede confiar en el PSN:
Frente al bloque independentista, Navarra Suma agrupa a quienes deseamos una Navarra diferenciada dentro de España. En teoría, el PSN debería estar en el mismo barco, pero estando Sánchez de por medio y después de lo de Guecho, (¡no hay deguecho!) donde -estando en el ministerio de Defensa- unieron sus votos a independentistas y antisistema, la confianza que inspiran es nula.
La mala, que nadie puede confiar en el PSN:
Frente al bloque independentista, Navarra Suma agrupa a quienes deseamos una Navarra diferenciada dentro de España. En teoría, el PSN debería estar en el mismo barco, pero estando Sánchez de por medio y después de lo de Guecho, (¡no hay deguecho!) donde -estando en el ministerio de Defensa- unieron sus votos a independentistas y antisistema, la confianza que inspiran es nula.
Navarra Suma (Chon)
Las alianzas electorales han dejado de ser patrimonio del independentismo.
Las alianzas electorales han dejado de ser patrimonio del independentismo.
Ha nacido Navarra Suma, agrupación electoral formada por los partidos UPN, PP y Ciudadanos, y teniendo en cuenta la airada reacción de los partidos del cuatriparido, la primera impresión es que ha sido un acierto.
Cualquier votante de los partidos que -por separado- integran Navarra Suma, le pondrán alguna pega. Yo también, y no pocas. Pero todo acuerdo entre partidos conlleva que cada uno de ellos deje pelos en la gatera.
Y si no, que se lo digan a Barkos, que mientras que en el País Vasco el PNV rivaliza con Bildu, en Navarra han pactado con ellos, y alguno más, una candidatura única al Senado. El PNV, un partido demócrata-cristiano, pactando con un partido de extrema izquierda, Bildu, y un partido antisistema como Podemos. Para el Congreso no han conseguido ponerse de acuerdo, a pesar de las súplicas de Barkos. Pero ya sabemos que los nacionalistas se las pintan para ponerle un lazo a todo lo que ellos hacen.
El argumento del cuatriparido para denostar a Navarra Suma es que uno de los partidos que lo integran, Ciudadanos, mostró en 2015 su deseo de suprimir nuestro Régimen Foral. Con la firma del acuerdo con UPN, Ciudadanos ha adquirido el compromiso de respetar el Régimen Foral y el Convenio Económico. Y eso es lo que a fecha de hoy vale mientras no cambien de criterio.
Por el contrario, de poco nos servirá a los navarros nuestro Régimen Foral si el nacionalismo vasco se acaba imponiendo en Navarra, activan la Transitoria 4ª y promueven la incorporación de Navarra a Euskadi.
Y no sólo lo anterior es importante. Estos últimos cuatro años de gobierno nacionalista han supuesto un retroceso para Navarra. Han bajado nuestros ratios en Sanidad, en Educación, en transparencia, en convivencia… Han sido incapaces de llevar a cabo un Plan de Empleo anunciado por Barkos en 2016 como “inminente”. Se han burlado de las madres navarras poniéndoles la excusa de que una ley les impide que les devuelvan el IRPF que les cobraron de más, mientras otras leyes no han tenido ningún miramiento en derogarlas… Nos han subido los impuestos, subida que, a pesar de haber llenado las arcas forales, no ha servido para mejorar infraestructuras, mantener patrimonio, promocionar empleo...
Pincha: esta es la realidad |
Lo que sí ha hecho el gobierno de Barkos es tejer una red clientelar a costa del euskera en todos los ámbitos de la sociedad, y para eso no han reparado en gastos: programas de inmersión en euskera, campañas a favor de la matriculación, ayudas de transporte y comedor para los alumnos que tengan que desplazarse, ayudas y subvenciones públicas condicionadas al conocimiento del euskera, identificación de los establecimientos que utilicen esa lengua, aumentar los puestos de trabajo bilingües en la administración pública..., y no hablemos de la Ley Foral de Contratos Públicos que establece que las empresas que quieran ser subcontratadas por las Administraciones Públicas en trabajos que requieran atención al público deberán tener un plan de euskera.
Y la economía navarra estancada, tanto que ni la presidenta Barkos consigue hacerse con un patrimonio.
Todo lo que ha pasado en estos últimos cuatro años de gobierno nacionalista nos debería obligar a poner el acento en lo que importa, que no es si nos gustan más o menos cualquiera de los partidos y candidatos que integran Navarra Suma. Lo que debemos valorar cuando vayamos a depositar nuestro voto es que, si la izquierda y derecha nacionalista y los antisistema de Podemos han sabido hacer de la necesidad virtud, los que nos movemos dentro de un espacio ideológico común debemos unir fuerzas para no dejar que nuestras instituciones las vuelvan a okupar los asirones, las barkos y las lauras pérez de turno.
Navarra tiene que aspirar a mucho más que a enroscarse la txapela en la Eurorregión Nueva Aquitania-Euskadi-Navarra.
Chon Latienda Comentarista política
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