lunes, 18 de diciembre de 2017

María Solana, consejera daliniana


Ya avisaba Dulanz hace unos meses del arte de María Solana para tergiversar la realidad educativa, pero es que ahora los padres de las Escuelas Infantiles la han pillado bien pillada. Gracias a la videoteca del propio Para-lamento de Navarra se visibiliza que la titular de Educación ("nosotros y nosotras...") es una discípula aventajada de Dalí

Balance surrealista por Dulanz (28.07.2017)
La titular de Educación niega la mayor. Si dimitió su predecesor no fue por un mal catarro ni porque le tocase la lotería. María Solana hace un balance de gestión que ni Rajoy.  
Su onírico retrato desvirtúa la realidad como las pinturas dalinianas. La pesadilla de directores, profesores y familias es fruto de un mal sueño. Solana pasaba por allí y se encontró con un departamento que “funcionaba”. Y todo se ha podido llevar a cabo con orden. 
Lo que no se sabe es qué le hizo quedarse.  No fue por la primera gran manifestación contra su Gobierno. Cuatro mil personas salieron a la calle  para pedir el PAI. Otro millar de docentes de la concertada clamaron contra los recortes a la red. El TSJN anuló cien plazas de euskera. Hubo seis demandas de familias contra las becas de la UN. Tres secretarios técnicos relevados. Dos mil interinos le reclaman igualdad de oportunidades de trabajo. Y aumentan las matrículas en la privada. Corre un tupido velo sobre el pasado y hace un precioso balance del futuro que imagina.



De consenso social, nada de nada                                                  por Iziar Ferrari
No podemos ocultar la alegría que hemos sentido estos días tras la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Navarra a favor de las familias que pusimos el recurso por la reestructuración de cinco escuelas infantiles de Pamplona. Pero, la verdad, es que estos días también hemos sentido rabia. 
No esperábamos que el Ayuntamiento se fuese a disculpar con nosotros ni con las educadoras por el modo arbitrario y disruptivo en el que expandieron la oferta de plazas en euskera en las escuelas infantiles. Pero tampoco esperábamos tener que escuchar de nuevo a Maider Beloki decir que la reestructuración de las escuelas infantiles de Pamplona se hizo con amplio consenso social (a los principales perjudicados nadie consultó nada ni se consensuó nada de manera transparente con nadie) y sin quejas (tal vez no vio ninguna de las concentraciones que las familias organizamos para protestar). 
Tampoco nos esperábamos la “surrealista” interpretación de la sentencia por parte del señor Asirón, alcalde de Pamplona: según él la sentencia solo afecta al curso académico 2016-2017 y como mucho el Ayuntamiento tendrá que compensar a las familias ( ¡con dinero público, claro!). Pero en sus declaraciones obvia y oculta la verdad: que la sentencia anula los cambios que se implantaron en febrero de 2016 en las cinco escuelas infantiles. 
Ahora bien, también es posible que el Ayuntamiento decida poner un recurso de casación (de nuevo pagándolo con el dinero de nuestros impuestos). En los días venideros lo sabremos. Lo que sí que no esperábamos es que tan pronto salió la sentencia favorable a las familias, la consejera de Educación, María Solana, saliese en radio y televisión diciendo que el Gobierno de Navarra dio su visto bueno a esta reestructuración (: "El visto bueno" dado por el Gobierno a la propuesta que realizó el Ayuntamiento es "una autorización"). ¡Y eso sí que es una sorpresa! 
Cuando el 1 de marzo de 2016 las familias fuimos a la mesa de Educación del Parlamento de Navarra, la entonces parlamentaria María Solana nos dijo textualmente lo siguiente:
“¿A qué han venido aquí? No deja de sorprenderme que estamos hablando de una decisión municipal, que se ha tomado en el Ayuntamiento de Pamplona y en la que las personas aquí presentes nada hemos tenido que ver (…)”
Curiosamente, la sentencia establece como primer punto que el Ayuntamiento no tenía competencia para implantar una reestructuración de ese calado y que el organismo competente era el Gobierno de Navarra.  En fin, el lector podrá hacer su propio juicio de valor.  Finalmente, y ante ciertas noticias en las que se califica la sentencia como “otro ataque al euskera”, no podemos decir más que lo que ya hemos dicho cien veces. Nadie puso este recurso para ir en contra del euskera sino contra la mala gestión y la interrupción de la continuidad en la educación de nuestros hijos. 
Ningún gobierno ni ayuntamiento debería sacar a nadie de su escuela en mitad de ciclo, así sea porque hacen falta plazas en euskera, inglés o japonés. Lamentablemente algunos no lo quieren ver, o solo serían capaces de verlo si los afectados fuesen sus propios hijos.  

Iziar Ferrari es madre de alumno y en representación de las familias
 afectadas por la reestructuración de las escuelas infantiles de Pamplona

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