Ya avisaba Dulanz hace unos meses del arte de María Solana para tergiversar la realidad educativa, pero es que ahora los padres de las Escuelas Infantiles la han pillado bien pillada. Gracias a la videoteca del propio Para-lamento de Navarra se visibiliza que la titular de Educación ("nosotros y nosotras...") es una discípula aventajada de Dalí
Balance surrealista por Dulanz (28.07.2017)
Balance surrealista por Dulanz
La titular de Educación
niega la mayor. Si dimitió su predecesor no fue por un mal catarro ni porque le
tocase la lotería. María Solana hace un balance de gestión que ni Rajoy.
Su onírico retrato desvirtúa la realidad como
las pinturas dalinianas. La pesadilla de directores, profesores y familias es
fruto de un mal sueño. Solana pasaba por allí y se encontró con un departamento
que “funcionaba”. Y todo se ha podido llevar a cabo con orden.
Lo que no se
sabe es qué le hizo quedarse. No fue por
la primera gran manifestación contra su Gobierno. Cuatro mil personas salieron
a la calle para pedir el PAI. Otro
millar de docentes de la concertada clamaron contra los recortes a la red. El
TSJN anuló cien plazas de euskera. Hubo seis demandas de familias contra las
becas de la UN. Tres secretarios técnicos relevados. Dos mil interinos le
reclaman igualdad de oportunidades de trabajo. Y aumentan las matrículas en la
privada. Corre un tupido velo sobre el pasado y hace un precioso balance del futuro
que imagina.
De consenso social, nada
de nada por Iziar Ferrari
No esperábamos que el
Ayuntamiento se fuese a disculpar con nosotros ni con las educadoras por el
modo arbitrario y disruptivo en el que expandieron la oferta de plazas en
euskera en las escuelas infantiles. Pero tampoco esperábamos tener que escuchar
de nuevo a Maider Beloki decir que la reestructuración de las escuelas
infantiles de Pamplona se hizo con amplio consenso social (a los principales
perjudicados nadie consultó nada ni se consensuó nada de manera transparente
con nadie) y sin quejas (tal vez no vio ninguna de las concentraciones que las
familias organizamos para protestar).
Tampoco nos esperábamos
la “surrealista” interpretación de la sentencia por parte del señor Asirón,
alcalde de Pamplona: según él la sentencia solo afecta al curso académico
2016-2017 y como mucho el Ayuntamiento tendrá que compensar a las familias (
¡con dinero público, claro!). Pero en sus declaraciones obvia y oculta la
verdad: que la sentencia anula los cambios que se implantaron en febrero de
2016 en las cinco escuelas infantiles.
Cuando el 1 de marzo de
2016 las familias fuimos a la mesa de Educación del Parlamento de Navarra, la
entonces parlamentaria María Solana nos dijo textualmente lo siguiente:
“¿A qué han venido aquí?
No deja de sorprenderme que estamos hablando de una decisión municipal, que se
ha tomado en el Ayuntamiento de Pamplona y en la que las personas aquí
presentes nada hemos tenido que ver (…)”
Curiosamente, la
sentencia establece como primer punto que el Ayuntamiento no tenía competencia
para implantar una reestructuración de ese calado y que el organismo competente
era el Gobierno de Navarra. En fin, el
lector podrá hacer su propio juicio de valor.
Finalmente, y ante ciertas noticias en las que se califica la sentencia
como “otro ataque al euskera”, no podemos decir más que lo que ya hemos dicho
cien veces. Nadie puso este recurso para ir en contra del euskera sino contra
la mala gestión y la interrupción de la continuidad en la educación de nuestros
hijos.
Ningún gobierno ni
ayuntamiento debería sacar a nadie de su escuela en mitad de ciclo, así sea
porque hacen falta plazas en euskera, inglés o japonés. Lamentablemente algunos
no lo quieren ver, o solo serían capaces de verlo si los afectados fuesen sus
propios hijos.
Iziar Ferrari es madre
de alumno y en representación de las familias
afectadas por la reestructuración
de las escuelas infantiles de Pamplona
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