domingo, 9 de abril de 2017

Una Plaza Gótica en Dormitalería (1)

Nuestro Alcalde, don Miguel Javier Urmeneta, -admiren ustedes su soltura
como dibujante- ve así la futura plazoleta gótica de la Catedral
Estamos en 1964. Y esa pregunta y ese dibujo aparece en la primera página del Diario de Navarra del 14 de enero.
Así de felices se las prometían el autor del dibujo -nada menos que Miguel Javier Urmeneta, Alcalde de Pamplona- y el autor del artículo que vais a leer, José Javier Uranga, Director -desde el 62- de DN.
Puerta del Arcedianato. Al fondo se ve (se veía) el Claustro
Si ha habido, últimamente, noticia acogida con entusiasmo por los buenos pamploneses amantes de su antigua ciudad y preocupados siempre por la conservación y puesta en valor de sus gratos rincones, ha sido la de la paralización del proyecto de un bloque de viviendas a construir en el Arcedianato, auténtico “telón de cemento” tras el que corría grave riesgo de terminar por ocultarse del todo y para siempre la delicada estructura gótica de las mejores dependencias catedralicias. Juntamente la solución, feliz para todos, de que no sólo no se macizase (rellenase, tapase) también esa zona, ¡una más!, sino que, por permuta de solares entre el Ayuntamiento y el Cabildo, pase a convertirse en una deliciosa placeta ajardinada y ambientada, tirando todo lo que haya que tirar —pero conservando todo cuanto deba conservarse— para hacer patente en toda su belleza de un estilo ojival purista, (que sostiene la competencia con el mejor gótico francés), la cocina y el refectorio canonicales, edificaciones que. pueden calificarse como de las más interesantes y perfectas de Europa entre las de su especie. Ya el domingo por la mañana, haciéndose eco del comentario publicado por DIARIO DE NAVARRA, fueron muchos los pamploneses que visitaron aquellos parajes de la vieja Navarrería, comentando elogiosamente el celo del Ayuntamiento por defender y revalorizar el menguado patrimonio arqueológico de Pamplona. Hubo también entre ellos personas especialmente vinculadas a la buena idea de esta recuperación, y al lápiz precisamente de nuestro Alcalde, se debe este bonito apunte, acertada prefiguración de cómo podría quedar -incluso conservando en parte, aunque repatinados (restaurados), los actuales edificios del Arcedianato- una encantadora placeta gótica, aneja a la calle de la Dormitalería. Nuestra enhorabuena, una vez más. Un poco más de gusto por parte de todos, de sentido de coordinación entre los organismos responsables y, dentro de unos años, Pamplona podrá enorgullecerse de la labor, callada y penosa, que se viene llevando a cabo en este aspecto.
Comparación entre lo que pudo ser y lo que es (pincha)
En las navidades del 65 -casi dos años después de este artículo de DN- estuve haciendo un trabajo de Historia del Arte en el Claustro de la Catedral para Don Martín Larráyoz. Todas las mañanas entraba y salía por la Puerta del Arcedianato, por entre las catalpas que me encaminaban al Claustro.
A pesar de ser 1965, no era yo aún consciente del peligro que acechaba, ya inminente, al Arcedianato. No cabía en mi cabecica de quince años que alguien (y menos, el Obispado y los canónigos) estuviera maquinando su desaparición.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tienes razón ,me ha interesado y mucho.El otro día precisamente me preguntaban unos clientes en el bar que cuanto habría pagado bajomanga el corte ingles para silenciar los posibles restos arqueológicos que hubiesen podido aparcer en el solar de intendencia,yo les dije que nada porque nada había en él,habida cuenta que la pamplona medieval acababa en la muralla de San Nicolás coincidente con la acera de los pares de Sarasate y así mismo les dije que el mayor atropello arqueológico de Pamplona fue llevado a cab de la mano de la Santa madre iglesia en las casas de los acnónigos de la dormitalería.Les voy a remitir tu escrito.Pena que no haya más urmenetas.Un navrazo.
J.C.A