San Saturnino 2012: lo mejor, La Cofradía

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San Saturnino, Iñaki Lacunza y yo

Como habéis visto en la entrada anterior, la mañana de San Saturnino comenzó lloviendo a ratos y con un cielo siempre amenazante. Pero la Comparsa de Gigantes y Kilikis fue capaz de llegar al Ayuntamiento desde Autobuses.

Mientras tanto, los muchachos de La Cofradía calentaban motores en el Javier con un suculento almuerzo (dicen las malas lenguas que se fueron sin pagar). Y, como no pueden evitarlo, tuvieron una alegre sobremesa:

En San Saturnino los curas dudaron de si salir o no. Y no salieron (¡no es tan grande la imagen del Santo como para no poder resguardarla bajo un palio!). En el Ayuntamiento (que ya cobijaba a los Gigantes en el zaguán) dudaron, pero, al final, salieron: Dantzaris, Txistularis, la Corporación... y una soldado (¿o soldada?) muy aguerrida.

No podían faltar los de siempre con lo de siempre, esta vez en trilingüe.

Otros iban a su bola por la Plaza del Castillo:

Alguien tuvo la genial idea de llevar a La Cofradía al Pasaje Seminario (¡quién le iba a decir a D. Francisco que 122 años después su pasaje iba a ser usado como un teatro!). No sé qué almorzaron estos chicos, pero el día de San Saturnino no acertaban ni con el Santo ni con la fecha:

Maitechu mía (de El Caserío) levantó las ovaciones de un público entusiasmado. Adelita, Yo no me casaré, El rey (con dinero, sin dinero y sin safaris) mostraron a las claras la fórmula secreta de La Cofradía: que los que mejor se lo pasan son ellos:

¡Y yo que pensaba que La casita de papel era una canción de gente de mi edad! Mirad, mirad.

Parece muy modosito, pero ¡ojo! que cuando Lacunza se la(cu)nza...:

¡Cómo me gusta, aún sin tener sed, esa de "...agua del pozo de la virgen mexicana..."!

¡Y vaya sorpresa de zapateado! Con pasos de claqué incluidos...

Y para terminar, Canta y no llores, coreada por el público.

Unas lágrimas, unos aplausos espontáneos de gente agradecida...

Y a pagar la factura del Javier..:

Le pregunté a un cofrade: "¿vosotros venís de la Tuna, verdad?"

• Sí, y dentro de poco seremos auroros. Lo importante es no parar en casa- me respondió.

Son una mezcla espontánea de arte y cachondeo.

Y ahora, en serio, quiero deciros, cofrades, una cosa al oído: en Pamplona hace falta, mucha falta, gente como vosotros. Estamos hasta el gorro de "los de la cáscara amarga", que dice Echenique.

Y una pregunta inquietante: ¿qué habría sido, sin vosotros, de esta mañana de San Saturnino?
Como sé que lo que yo os diga os la trae al pairo, os copio unas frases de "Plaza Consistorial" de mi admirado José Miguel Iriberri:

"El acontecimiento musical del año, quiero decir del siglo, de lo que va de siglo, fue el conciertazo que dio La Cofradía de San Saturnino en la mañana espiscopal del jueves. A cubierto en el Pasaje de Seminario, ante un público entusiasta, amontonado y cantarín, los muy tunos cofrades soltaron todo su repertorio... Un éxito musical. Otro acontecimiento. Y sin taquilla ni subvención ni cuentos."