1. ¿Se hunde el único
símbolo que compartimos los navarros?
El juez investiga si exdirigentes
de Osasuna se llevaron dinero y si compraron partidos. Es muy grave. Pero lo peor
es que se está hundiendo el único icono que aglutina emociones de navarros
de todos los colores.
Desgraciada historia cuesta
abajo que padece Osasuna de unas semanas a esta parte, desde que el gerente de
toda la vida del club, Angel Vizcay, decidió cantar y abrir la caja de los
truenos. El escándalo desvelado alrededor del club de Tajonar abre muchas
incógnitas pero la más grave es la situación de incertidumbre que, por la
irresponsabilidad de unos malos directivos, pone en jaque el presente y el
futuro más inmediato como organización deportiva de Osasuna.
Hace ya un tiempo que
en los corrillos de aficionados se escuchaban historias de maletines, rumores
de supuestos amaños... La realidad en esta ocasión se ha convertido en una
novela negra que supera a la ficción con episodios auténticos en los que se
narra por ejemplo, que un alto directivo de Osasuna viajó en tren con una
maleta en la que transportó 400.000 euros en metálico para primar al Betis, previo
pago, para que venciera al Valladolid.
El escándalo abierto en
Osasuna despeña al club por una pendiente llena de rocas sueltas y riesgos
indefinidos. Tiene muchos enfoques posibles y todos amenazantes.
El primero, la supuesta
apropiación de dinero de la caja del club por relevantes directivos, con su ex
presidente Miguel Archanco a la cabeza. Corresponde investigarlo al juez. Y la
responsabilidad, si se acredita, será exclusivamente personal, de quienes se
confirme la implicación. Y la pena, la que las leyes sancionen.
El segundo, la
sensación de que hubo relevantes dirigentes que, de manera reiterada, negociaron
en Osasuna para comprar resultados. Pagaron para que los rivales perdieran; es
decir, los responsables de una entidad que vive del entusiasmo colectivo, que
sabe sumar las ilusiones ligueras de miles de aficionados estimulando aparentemente
las ganas de disputar partidos se dedicaron a vulnerar precisamente ese motor
que a todos unía. Se especializaron en alterar el fundamento principal del
fútbol y de cualquier lance deportivo. Y no es una cuestión menor en una
sociedad como la nuestra en la que la crisis primero y los recortes económicos después
han contribuido a desarrollar una piel extraordinariamente fina y muy sensible
a cualquier asunto que se aproxime a la corrupción. No sirve decir que comprar
partidos no es lo más grave porque no se llevaron dinero por este
comportamiento como si fuera justificable pagar por un resultado como algunos
parecen dispuestos a insinuar. No es admisible bajo ningún concepto que quienes
gestionan una empresa cuya finalidad es competir deportivamente vulnere el
principio de su ‘negocio’: batirse el cuero por ganar. No sirve esa jerarquía
de delitos en la que algunos ponen primero la posibilidad de que los directivos
se llevaran dinero y mucho más abajo que compraran resultados.
Pero además de estas dos terribles consecuencias aún late una tercera. Probablemente la más grave. Afecta a la responsabilidad directa de estos directivos en el derribo de un edificio, Osasuna, levantado y apuntalado durante años a partir de emociones colectivas heredadas de padres a hijos. Osasuna es sobre todo, eso. Una enorme construcción de referencia sentimental en Navarra que se nos viene abajo. Porque cuando se cierra una empresa, se comete un delito en un banco o una irregularidad en un partido las consecuencias son duras en el ámbito de la responsabilidad personal o del colectivo afectado. Cuando como consecuencia de acciones delictivas se destruye un club de fútbol que constituye un icono de identificación colectiva, en Navarra probablemente el único símbolo que comparten todos los ciudadanos, hay seguramente algo más que una responsabilidad por delito societario o apropiación indebida. El riesgo es una sanción que descienda al equipo y aún más, un tsunami entre judicial, deportivo y social que le aboque a la desaparición del mapa.
Pero además de estas dos terribles consecuencias aún late una tercera. Probablemente la más grave. Afecta a la responsabilidad directa de estos directivos en el derribo de un edificio, Osasuna, levantado y apuntalado durante años a partir de emociones colectivas heredadas de padres a hijos. Osasuna es sobre todo, eso. Una enorme construcción de referencia sentimental en Navarra que se nos viene abajo. Porque cuando se cierra una empresa, se comete un delito en un banco o una irregularidad en un partido las consecuencias son duras en el ámbito de la responsabilidad personal o del colectivo afectado. Cuando como consecuencia de acciones delictivas se destruye un club de fútbol que constituye un icono de identificación colectiva, en Navarra probablemente el único símbolo que comparten todos los ciudadanos, hay seguramente algo más que una responsabilidad por delito societario o apropiación indebida. El riesgo es una sanción que descienda al equipo y aún más, un tsunami entre judicial, deportivo y social que le aboque a la desaparición del mapa.
El cóctel ha estallado en
Osasuna. Los tribunales depurarán y asignarán responsabilidades. Lo peor es que
hay algo, un sedimento adosado en el lecho del cauce del osasunismo demasiado
vinculado a la decepción, al escándalo y a la impotencia. Algo que va a ser muy
difícil remontar y que nos toca gestionar en unos tiempos en los que además, no
estamos para sobrellevar un nuevo arsenal de malas noticias.
2. Entrevista a Pachi Izco por Ángel Inda
Dice el propio Ángel en Facebook:
"IZCO: MENOS LLORIQUEOS Y QUE SE CUMPLA EL "CAIGA QUIEN CAIGA".
Por cierto ya tengo la
entrevista que le hice a Patxi Izco el 29-8-2005. Dura 37 minutos y no tiene
desperdicio. Con frases como "En Osasuna no robamos nada. Con esta Junta
Directiva la deuda nunca será una ruina. Nunca ha habido la más mínima
discrepancia entre nosotros. Archanco no es el presidente en la sombra sino un
gran trabajador"... Le leí la carta de Pedro José Istúriz, socio nº 176,
que decía: "Yo voté a Patxi Izco y ya no volveré a votarle más porque es
un cínico y un caradura"...Uno de estos días colgaré la entrevista en este
blog, que acabo de verla con rabia, por esos diez años, que han puesto patas
arriba a nuestro querido Osasuna."
Pues nada, Ángel, aquí la tienes resumida. Y a tu disposición.
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