sábado, 7 de marzo de 2015

Ebro y Yesa: Inundaciones, trasvase y recrecimiento

Es lo que tiene ser el más grande, aunque, habitualmente, "El Ebro guarda silencio"
Con las temibles inundaciones que estos días están azotando a los habitantes de la cuenca del Ebro, vuelve a surgir el debate (a veces, muy interesado, aunque siempre interesante) sobre antiguos proyectos (trasvase del Ebro) y actuales obras con polémica (recrecimiento de Yesa).
Os ofrezco, por ello, dos breves artículos con opiniones absolutamente contrapuestas. Uno a favor del trasvase y no interesado (no viene del Levante, sino de California). El otro en contra del recrecimiento de Yesa y muy interesado (viene de IU de Sangüesa. IU, a una con Batasuna, ya se opuso al pantano de Itoiz). Pero ambos me han parecido interesantes.
Me ha hecho mucha gracia que Isabel  García Tejerinadel Ministerio  de Agricultura, Alimentación  y Medio Ambiente, se ha mostrado en recientes declaraciones a favor del Recrecimiento, pero en contra del Trasvase. La Ministra, pues, ofrece el contrapunto a los dos artículos que aquí presentamos.


EL TRASVASE, MITIGADOR DE INUNDACIONES
Durante estos días, tierras ribereñas del Ebro están sufriendo el impacto de inundaciones con graves consecuencias sociales, económicas y ambientales. Sólo en Cataluña el Ebro ha anegado 45.000 hectáreas. Las pérdidas económicas de Aragón, Navarra y La Rioja se estiman de hasta 50 millones de euros. Tales daños y pérdidas podrían haber sido evitados si se hubiera creado la infraestructura necesaria a nivel de cuenca para almacenar el agua sobrante y al mismo tiempo trasvasar dicha agua a otras regiones demandantes tales como el Sureste Español. Si dichos trasvases o “bypass” hubieran sido creados a priori, en este momento las regiones de Aragón, Navarra, La Rioja y Cataluña estarían hablando en términos positivos de enriquecimiento económico ya que el agua sobrante trasvasada tiene un valor económico al que se hubiera pagado de forma razonable y por el que las regiones cedentes se hubieran lucrado. Sin embargo la realidad es otra y nos encontramos ante una situación no sólo de pérdida económica como ya he expuesto sino también de gran pérdida ambiental.
Las inundaciones del Ebro están produciendo un daño ambiental patente con graves lesiones en el ecosistema causando un nivel de sedimentación y nutrientes demasiado elevado con un impacto muy negativo en la calidad del agua. Otros efectos negativos incluyen la pérdida de hábitat, la dispersión de las especies no autóctonas, la emisión de contaminantes, la producción de peces de inferior calidad, pérdida de la función de los humedales, y la pérdida de áreas recreativas.
Además, muchos de nuestros recursos costeros, incluidos los peces y otras formas de producción marina, dependen de los nutrientes suministrados desde la tierra durante las inundaciones. Los efectos negativos de las crecidas en ambientes marinos costeros se deben principalmente a la introducción de un exceso de sedimentos y nutrientes y contaminantes tales como productos químicos, metales pesados y residuos. Estos pueden degradar los hábitats acuáticos, producir baja calidad del agua, reducir la producción de la costa, y contaminar los recursos alimentarios costeras.
En definitiva, el impacto ambiental que están sufriendo Aragón, Navarra, La Rioja, y Cataluña podría haber sido mitigado si se hubiera desarrollado una infraestructura capaz de almacenar el agua excedente y trasportarla a otras zonas de gran sequía en España como el Sureste. La situación nos hace reflexionar sobre el fondo de aquellos que en un principio se negaban a mandar agua del Ebro a otras zonas de España y cuyo enfoque si hubiera sido positivo en cuanto al desarrollo de dicha infraestructura, ahora se habrían mitigado las grandes pérdidas económicas y sobre todo el gran impacto ambiental que tardará décadas en recuperarse.

María Milanés Murcia es doctora en Derecho Internacional de Aguas por University of the Pacific, 
California

Una campaña agobiante contra los que están a favor del recrecimiento
EL RECRECIMIENTO DE YESA
Las palabras de la ministra del Ministerio  de Agricultura, Alimentación  y Medio Ambiente, Isabel  García Tejerina, frente a los medios  de comunicación afirmando  que “las inundaciones de estos días  no hubieran sido tan catastróficas  si el embalse de Yesa hubiera  estado ya recrecido” han causado  estupor e indignación en un amplio  sector de la población opuestos  a dicha obra y nos parecen desafortunadas  e imprudentes en  una persona que ostenta tan alto  cargo en la Administración del Estado. 
Si lo que pretende es utilizar la  desgracia (48.000 hectáreas anegadas)  de agricultores y ganaderos  afectados, con el fin ganar  adeptos para una obra que no ha  hecho más que tener problemas  desde su inicio, triplicar su presupuesto  y crear sensación de inseguridad  para los que vivimos  aguas abajo de la misma, a algunos,  nos parece inmoral , oportunista  e indigno. 
¿O acaso es su intención enfrentar  a las poblaciones de la ribera  con las de la montaña, enfrentar a  agricultores y ecologistas, a los navarros  contra aragoneses y viceversa?  La señora ministra debe  conocer los problemas surgidos  en la ladera derecha de la presa actual, donde está previsto se apoye  la nueva, con el resultado (y el considerable  gasto), no previsto inicialmente,  del desalojo de más de  100 familias y la expropiación de  sus viviendas. También, me imagino,  conocerá otros deslizamientos  ocurridos con anterioridad que  han propiciado el retraso de las  obras. ¿O ha sido la presión de los  opositores la causante del retraso? 
Recomiendo a la señora ministra  que sea más cauta en sus declaraciones  en un momento tan difícil  para un sector de la población con  el que nos solidarizamos. Le recomiendo  que estudie el proyecto de  recrecimiento (sin límite de presupuesto,  según De Pedro) con informes  objetivos y compruebe su falta  de seguridad y el despropósito  de su ejecución, porque si así lo hace  y es mínimamente honesta e inteligente,  llegará a la conclusión de  que no hay que hacerlo. 
Joaquín Grau Tasa, concejal de Medio  Ambiente del Ayuntamiento de Sangüesa  

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