viernes, 17 de mayo de 2019

¿Se puede ser independentista en Venezuela?

Dando lecciones a los venezolanos desde Bilbao, la capital del mundo
"Gazte atera naute eta bizarrik gabe, baina ni naiz" ("Me han sacado joven y sin barba, pero soy yo"), es el simpático comentario de Iñaki, candidato al Parlamento navarro por Navarra+, en la presentación en Twitter de este artículo.
Con el análisis que hace Iriarte de la actual Constitución venezolana les mete el dedo en el ojo a cada uno de los 36 colectivos que secundaron la manifestación de Bilbao a favor de Maduro: ¿Soportarían en España una reforma constitucional que incluyera esos artículos de la Constitución venezolana?
¿Se puede ser independentista en Venezuela? No
¿Las personas lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales (LGTBI) en Venezuela gozan de los mismos derechos y protecciones que el resto de ciudadanos? No
¿Tendré acceso, al menos, a Wikipedia? Wikimedia venezolana solicita al Gobierno de Maduro que desbloquee Wikipedia

Venezuela, aurrera                                                                                              por Iñaki Iriarte
Ciudadanos de la Comunidad Autónoma Vasca se permiten dar lecciones a los venezolanos acerca de lo maravilloso que es el socialismo al estilo Maduro
El pasado sábado 4 de mayo tuvo lugar una manifestación en Bilbao en apoyo al régimen (merece la pena leer los comentarios) de Nicolás Maduro y en respuesta a lo que “Venezuela, aurrera”, la plataforma convocante, denominó “el golpe de Estado” llevado a cabo por la oposición. 
Entre los 36 colectivos que secundaron el acto se encontraban Bildu, Sortu, Ernai, Podemos, LAB, IU, PCE, ELA, LAB, EHNE y hasta Ekologistak Martxan (unos ecologistas de broma, al parecer, y que obvian la minucia de que, gracias a la falta de escrúpulos de sus gobernantes desde 1999,
Venezuela es uno de los países que sufre una mayor deforestación). 
Según las fuentes, asistieron a la marcha entre cientos y miles de personas. Venezolanos, posiblemente, muy pocos. Todo un sarcasmo: ciudadanos de una comunidad autónoma, la vasca, con un PIB per cápita (33.088 euros en 2017) que supera ampliamente la media nacional y un 14% el de la Unión Europea, se permiten dar lecciones a más de 7.258 kilómetros de distancia a los venezolanos (3.982 euros de PIB per cápita) acerca de lo maravilloso que es el socialismo al estilo de Maduro. Los más de dos millones de venezolanos que han tenido que salir de su patria en 2018, por culpa de la miseria y de la falta de libertad, deben de ser, a juicio de los manifestantes, pobres idiotas que no comprenden lo dichosos que deberían sentirse por disfrutar de un régimen tan fabuloso y chipendilerendi. Las imágenes de la manifestación parecen mostrar, además, muchos jubilados entre los asistentes. Tal vez, después del bien merecido chiquiteo y por eso de la solidaridad internacional, deberían escuchar a los miles de jubilados venezolanos en España a quienes el gobierno de Maduro ha dejado de abonar su pensión, y recordar que la pensión media en el muy oprimido País Vasco roza los 1.200 euros, la más alta de España.
Es posible que todo eso sean solo pequeños, nimios detalles. Datos engañosos de quienes pretenden que miremos al dedo, como tontos, cuando lo que deberíamos hacer es mirar a la luna, a lo realmente importante. Acaso deberíamos dejar de lado, por lo tanto, la falta de medicinas y alimentos, las detenciones arbitrarias, los terroríficos informes de organizaciones humanitarias, la violencia sexual contra manifestantes, las torturas, los juicios militares contra civiles, la impunidad, las muertes, la falta de seguridad (el bien más preciado), las arbitrariedades sistemáticas. ¡Todo, al fin y al cabo, es relativo! Tales informaciones pueden ser una sarta de patrañas intoxicadoras. Los propios venezolanos que viven entre nosotros, hombres y mujeres de todas las ideologías y extracto social, que cuentan horrores de la situación en su país, podrían no ser sino lacayos a sueldo del imperialismo. Así que pongamos entre paréntesis todas esas historias y centrémonos en algo objetivo. Por ejemplo, en la Constitución venezolana.

Paola Ramírez
Preámbulo, primera frase: 
“el pueblo de Venezuela, en ejercicio de sus poderes creadores e invocando la protección de Dios”… 
¡Han leído bien: “Dios”! ¿No les escandaliza a Bildu, Podemos, IU, etc. esa invocación al Todopoderoso? Uno pensaba que el laicismo progresista no permitía siquiera que el Ángel de Aralar visitara el Palacio de Navarra, pero, por lo visto, en Venezuela las cosas son diferentes… 
Sigamos. 

Artículo primero: 
“Son derechos irrenunciables de la Nación la independencia, la libertad, la soberanía, la inmunidad, la integridad territorial y la autodeterminación nacional”. 
¿Cómo? ¿Así que el país no se puede romper? ¡Y a mí que me habían dicho que eso era antidemocrático…! 

Artículo 126: 
“Los pueblos indígenas […] tienen el deber de salvaguardar la integridad y la soberanía nacional”. 
¡Ah! ¿Resulta que se les prohíbe ser independentistas? 

Artículo 130: 
“Los venezolanos y venezolanas tienen el deber de honrar y defender a la patria, sus símbolos, valores culturales, resguardar y proteger la soberanía, la nacionalidad, la integridad territorial, la autodeterminación y los intereses de la Nación.” 
¿Qué iban a hacer Otegi, Torra, Rufián, los pobres, si hubiesen nacido en Guarico?

Artículo 134:
“Toda persona, de conformidad con la ley, tiene el deber de prestar los servicios civil o militar necesarios para la defensa, preservación y desarrollo del país, o para hacer frente a situaciones de calamidad pública.” 
¡Anda! ¿No se puede ser “intsumiso”? 

Artículo 159: 
“Los Estados son entidades autónomas e iguales en lo político, con personalidad jurídica plena, y quedan obligados a mantener la independencia, soberanía e integridad nacional, y a cumplir y hacer cumplir la Constitución y la ley de la República.” 
¿De forma que no podrían iniciar un “procés” ni autodeterminarse? ¡Pues, vaya! 

Artículo 328: 
“La Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política, organizada por el Estado para garantizar la independencia y soberanía de la Nación y asegurar la integridad del espacio geográfico”. 
¿El Ejército, garante de la unidad nacional? Pero, ¿no era eso algo que hacía de la Constitución de 1978 un texto antidemocrático?

Artículo 45:
Un último detalle: de acuerdo al artículo 45, para ser alcalde, gobernador o diputado, los ciudadanos que hayan adquirido la ciudadanía por naturalización deben haber tenido residencia ininterrumpida en Venezuela durante no menos de quince años
Si se aplicara la Constitución venezolana en España, muchos ciudadanos de origen inmigrante que figuran en las listas de Bildu o Unidas Podemos para las próximas elecciones serían, por lo tanto, inelegibles... 

¿Qué les parecería, a ellos y al resto de sus correligionarios, que incluyéramos ese y los demás artículos arriba citados en una futura reforma constitucional en España? ¿Mal? ¡No me digan que quieren entonces para los venezolanos cosas que no quieren para sí mismos…!
En fin. Esperemos que Venezuela, nación hermana, salga de la terrible situación en la que se encuentra y pueda edificar la sociedad libre, justa y próspera que sus hijos merecen. 
Un saludo para todos aquellos que viven en Navarra. Aurrera.
Iñaki Iriarte López Profesor de la EHU-UPV
Actualización
Una buena andanada de DN:

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