Como ya he dicho alguna otra vez, Iriberri escribe que da gusto. Y cuando escribe de los temas que conoce a fondo porque le gustan, leerle se convierte en unos de los mayores placeres. Leer a José Miguel ha sido hoy para mí una auténtica delicia. Yo que, a pesar de ser bastante capullo, no he sido nunca muy inclinado al reino vegetal, hasta me estoy aficionando por culpa del "plumilla".
Con Iriberri explota en Pamplona la primavera, aunque sea una primavera de papel.
Con Iriberri explota en Pamplona la primavera, aunque sea una primavera de papel.
Leed (y pinchad en los enlaces), y, siquiera por una vez, a ver si me dais la razón:
Flores de abril
Que un brote de
hierba o una hoja seca, sin mas, contienen toda la maravilla de la naturaleza,
es una verdad como un templo, repetida en todos los cuadernos de campo. Uno
también repite, a ver si no, que una margarita de los fosos vale por la
floristería entera, y además chirría la comparación. Pero miren estos tulipanes
que aplauden en la Taconera la música de Hilarión Eslava. O los pensamientos de
la Media Luna, que esperan a ver si se arranca don Pablo con el violín.
Mírenlos bien, y no se sientan culpables si les entran dudas sobre la poesía de
las hojas secas y el esplendor sutil de la hierba.
El ayuntamiento
anuncia que colocará más de 37.000 flores de cien variedades distintas en
jardines, plazas y rotondas de la ciudad. Allá vamos. No hay que hacer cola, ni
pasar por taquilla. El espectáculo sale gratis. Hay tiempo. La función se
repite ininterrumpidamente hasta el otoño, mañana, tarde y noche. La primera
fila está asegurada para todos los espectadores. Por el escenario van pasando
distintas actuaciones, sabiamente ordenadas en la programación. Jacintos,tulipanes, narcisos, pensamientos, geranios, clavelinas, anémonas, prímulas,
rosas... Los jardineros combinan los tonos y pintan con las flores cuadros
enmarcados en boj. El museo al aire libre abrió hace días sus puertas. Ya
podemos ver las primeras representaciones. Uno recuerda por estas fechas el
consejo del poeta: en esta vida se pueden perder muchas cosas y muchas veces,
pero nunca una primavera.
Flores de
jardines, que se dejan ver y oler, y nos dejan con las ganas de mandar el civismo
a hacer puñetas para tocar, sólo tocar, sus pétalos. Flores de rotondas, medianas
y plazas circulares, que desafían el veneno de los tubos de escape y pregonan su
silencio natural entre el ruido metálico de los motores. ¡Cuánta belleza a
distancia! El ayuntamiento debería organizar visitas guiadas a las rotondas en
flor, estos días de fiesta escolar. ¿Han visto los narcisos de la avenida de Aróstegui, en Echavacoiz, al otro lado del paso sobre las vías del tren? Pues
lo siento en el alma, pero me temo que ya es tarde. Este plumilla, jardinero de
papel, promete avisar con tiempo para ir a ver la rotonda rochapeana, próxima a
la antigua fábrica de sedas, que es la rosaleda más grande de la ciudad.
Plaza Consistorial
1 comentario:
La llegada de la primavera y con ella la llegada de las flores vuelve todo más alegre. Es muy relajante dar un paseo y observar las flores florecidas.
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