La palabra villancico, aunque con algunas dudas, casi todo el mundo la hace derivar de villa y villano. Pero ¿esa terminación en -cico tan curiosa? Yo creo que se trata del diminutivo de villano. Y aquí voy a echar mano de algo que me enseñó mi amigo Santiago Berges, buen catador de palabras y de imágenes: los diminutivos en Navarra y otros sitios los hacemos generalmente en -ico (de villano, villan-ico), mientras que en Aragón (y otros lugares) los hacen en -cico (villan-cico).
Los villancicos son, pues, las cancioncicas que cantamos los aldeanicos de las villas.
1. El pastorcico
Esta composición de Manuel Huarte, ya desde el mismo título, nos avisa que va a hacer uso del diminutivo para resaltar el afecto y el cariño:
El Pastorcico
Era una noche serena,
noche
serena y de nieve,
yo vi brillar una estrella
en el
lejano oriente.
Voy caminando a Belén,
mi perro guarda
el rebaño,
soy un pobre pastorcico
que al niño Dios le ha adorado.
Toma queso vino y pan,
leche y
miel, no tengo más,
que mañana volveré
y otra vez te acunaré.
Con la leche de mis ovejas te hare un quesico,
y muy fresquico lo comerás, ahahahahah
Yo vendré todos los días a adorarte,
yo vendré todos los días a acunarte, Jesús.
Con la lana de mis corderos te haré un abrigo;
muy calentico siempre estarás, ahahahah
Yo vendré todos los días a adorarte,
yo
vendré todos los días a acunarte, Jesús.
2. Elurra mara-mara
Y, lógicamente, seguimos con el ambiente pastoril. Cae suavemente la nieve y nuestro pastorcico recoge en la vieja cabaña a las ovejas. El Niño se nos (dativo ético, de interés: nos importa mucho) ha dormido. Y viene ahora el piropo más bonito que un pastorcico le puede decir al Niño: "¡Corderico, aún no ha nacido lobo que te devore, pero yo sí te comería a besos!".
Como no la he encontrado traducida en la Red, la traducción es mía. Así que, ya sabéis, no va a misa, pero tampoco la echéis en saco roto.
Elurra mara-mara
Elurra mara-mara ari da,
zuritu du mendia;
arditxoak sartu dira hotz, hotzez
txabol, txabol zaharrean.
Nik
badaukat bildots txiki bat
hemen,
seaskatxoan,
baina hau jango duen otsorik
ez da sortu munduan.
Haurtxoak
loak hartu digu;
jango
nuke musuka;
aingerurik
baldin bada,
hemen
gure Haurtxoa.
Está nevando suavemente,
(la nieve) ha blanqueado el monte;
las ovejicas han entrado
heladas de frío
en la vieja chabola.
Tengo un Corderico
aquí, en la cunica,
pero aún no ha venido al mundo
un lobo que se lo pueda comer.
El Niño se nos ha dormido,
me lo comería a besos;
si hay algún angel,
ése es nuestro Niño
3. No llores, Niño, no llores
Este villancico de González, T. (no sé más de él) es muy nuestro. Desde todos los pueblos de Navarra: Pamplona, la Barranca... acuden al Portal a calentar al niño con un buen fuego y abrigos de lana, y a alegrarlo con bravas jotas y con zorcicos en vascuence. ¡Qué más se puede pedir!
No llores, Niño, no llores
No llores, Niño, no llores,
que vamos hacia Belén
en nuestra tierra navarra,
sabes te queremos bien.
Nuestros pueblos cuanto tienen
te queremos ofrecer
para que no tengas frio,
un fuego vamos hacer
No llores, mi Bien, no llores,
pronto nos vamos a ver,
con lana de las ovejas
tu abrigo vamos a hacer
Cantaremos una jota,
la Montaña y la Ribera,
y un zorcico, allá en tu cuna,
cantaremos en euskera
No llores, mi Bien, no llores,
con Pamplona también van
la Barranca, Tierra Estella
y de Sangüesa al Portal.
Ya hemos llegado a la cueva,
junto a ti Navarra entera
para adorarte, mi Niño,
del Roncal a la Ribera
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