viernes, 9 de enero de 2015

La tragedia de Ribadelago

Las indemnizaciones, 95.000 pesetas por un hombre, 80.000 por una mujer y 25.000 por un niño, llegaron mal y en muchas ocasiones, nunca.
Lo mismo que hoy, el 9 de enero de 1959 era un viernes. Me habría levantado pronto, quizás a las 7, para ir  de monaguillo a San Juan Bautista (Jesús y María) y luego a las Escuelas de Compañía, con don Luis Armendáriz. Y cuando desayunaba mi colacao (tenía 9 años), mi madre me habría dicho consternada lo que habría oído en la radio, la vieja radio de Dormitalería: que esa noche un pueblecito de Zamora había sido arrasado por las aguas.
Ribadelago, la tragedia de Ribadelago, siempre permaneció en mi mente desde entonces.
Un encuentro casual hace un par de días con una persona de ese pueblo, que había perdido muchos familiares, me hizo recordar la fatídica fecha.

La primera vez que fui por aquellos parajes fue en mi primer campamento de Milicias Universitarias, en Montelarreina (Zamora). Fuimos ese verano de 1970 al Lago de Sanabría e intenté atravesarlo a nado. Cuando me encontraba por la mitad del lago, se me ocurrió mirar hacia las profundidades... y me volví asustado.
Luego fui muchas veces a partir de los 80 gracias a que mi amigo Mito era de un pueblo cercano. Di la vuelta completa al lago, subiendo a San Martín de Castañeda, leyendo la placa de Unamuno, bajando desde allí por antiquísimos caminos a Ribadelago. Alguna vez subí por el río Tera, deshaciendo el camino que hizo aquella mortal avalancha de agua, hielo, rocas y barro, hasta el embalse de Vega de Tera, con su dique destrozado.

La información sobre esta tragedia es muy importante y, como es lógico, muy crítica. Eran años de dictadura y muy complicado exigir que se hiciera justicia con los culpables de la catástrofe y con los afectados. Lo que sucedió no fue una catástrofe natural (como la quería presentar el Régimen), sino la consecuencia lógica de un cúmulo de negligencias humanas.
Pero con ser tanta la información, no he encontrado por ninguna parte completos estos dos vídeos del No-Do, sin duda los primeros testimonios (aunque afines al régimen) visuales, que os presento unidos en uno sólo. Son del 19 y 26 de enero del 59:



Sirva esta entrada como un pequeño homenaje a las víctimas en su 56º aniversario

Documentación sobre la tragedia:

Ribadelago Nuevo (antes, Ribadelago de Franco)

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