1. Con
los cordeleros
Durante
toda mi infancia formaron parte del paisaje del Redín. Todavía lo
estoy viendo al señor Elizari, andando hacia atrás, sacando de su
cinturón de esparto las hebras que luego, milagrosamente, se
convertirían en cuerdas.
Con
todos los hermanos que éramos (y bastante moviditos), a pesar de
tener que compartir el espacio del Redín, jamás tuvimos el más
mínimo roce con los Elizari. Guardaban la mayor parte de aperos en
la caseta de piedra, pero alguna vez, bajaban por el túnel que
va al pie de la muralla y abrían el portón. Y me dejaban
curiosear.
Quienes
sí tuvieron algún problemilla eran mis hermanas. Algunas veces,
cuando pasaban debajo de las cuerdas, que giraban a gran velocidad,
sus melenas quedaban enganchadas y tenían que parar la rueda.
Imagen de 1965. Hacía 5 años que nos habíamos ido del Redín |
También
tenían los cordeleros una perra un poco puñetera. Se llamaba la
Perla. Y una vez le dio un buen tarisco en el culo a una hermana
pequeña. Estoy convencido de que aún guardará la cicatriz. (Vaya,
acabo de hablar con ella por tfno. y me dice que casi ni se acuerda.
Mejor)
Actualización 2015: de la película de Antonio Ruiz "Lo que va de ayer a hoy" os pongo este trocito entrañable:
Actualización 2015: de la película de Antonio Ruiz "Lo que va de ayer a hoy" os pongo este trocito entrañable:
2. Petete
y Francisco
Fueron
mis mejores amigos durante la infancia.
Petete
vivía en el Arcedianato (pincha en esta maravilla), una entrada preciosa desde Dormitalería al Claustro de la
Catedral, un lugar mágico que alguien decidió que había que
arrasar para hacer las nuevas casas de los canónigos.
Perteneció,
como yo, a la Edad de la Madera: solíamos mangar de la carpintería
(creo que el dueño se llamaba Abadía) que estaba enfrente de mi
casa, del 18 de Dormitalería, y al lado de la suya, algunos
listones para hacernos espadas. Más de una vez nos pillaron y
tuvimos que salir pitando. Había un empleado mudo al que creo
haberle oído gritarnos.
¡Qué rabia, Petete! te me has ido sin haber podido reencontrarte |
Francisco
era un enamorado del encierro. Seguramente porque vivía en
Mercaderes. Íbamos a los corralillos de Santo Domingo, especialmente
cuando ya estaba puesto el vallado, y, sin cantar el "A San
Fermín pedimos" (aún no era popular), imitábamos el sonido
del cohete (¡fsssshiiiii pum!) y salíamos zumbando, cuesta de Santo
Domingo arriba, dirigiendo con el periódico (¡je toro!) a
imaginarios morlacos.
Francisco
pertenecía también a la Edad de Hierro: lucía en la cabeza la
blanca marca que le dejó un certero lanzamiento del manojo de
gigantescas llaves por parte del portero de la Catedral ("¡que
cierroooo, que cierroooo!"). El bueno de Francisco estaría recortando
en el atrio imaginarios toros y no se enteró de la presencia del
amenazante cancerbero.
3. Plazuela
de San José
Siempre la consideré un lugar de paso, entre mi casa de Dormitalería
y el Redín, donde solíamos estar habitualmente. Pero había épocas
en las que esta discretísima plazuela cobraba mucho protagonismo.
3.1 ¡Vamos a ver los
curriños!
Nicolás Ardanaz 1959 los curriños |
Y me he quedado gratamente sorprendido al saber que, más de 60 años
después, las marionetas de Maese Villarejo siguen al pie del cañón,
con el mismo escenario, los mismos muñecos... y la misma ilusión. A
ver si os recuerda algo:
3.2 Una fecha clave: 13.12. 58 (la noche anterior a mi cumple)
Eso de tener varias hermanas mayores que yo era, a veces, un chollo. "¿A qué hora van a ir tus hermanas al Redín? Vamos a llevar los moldes para hacer figuricas de escayola". Yo, por supuesto, no me enteraba de nada. Pero siempre tenían algún detalle conmigo los chicos mayores, si les daba bien la hora a la que íbamos al Redín. Antonio, Manolo... eran unos chavales muy majos y siempre se portaron muy bien conmigo.
Una mañana temprano llegué a la sacristía de San Juan Bautista (también Jesús y María, la parroquia de la que era monaguillo) y les dije a mis compañeros, curas, sacristán...: "¿No vais a felicitarme? Hoy cumplo 9 años...".
Y un monaguillo mayor (no digo el nombre, y no porque no me acuerde), que vivía en la Calle del Redín y que obligatoriamente tenía que pasar por la Plazuela de San José para ir a casa, saltó a limpio grito: "¿ 9 años? ¡y ayer fumando!".
Y mira que estábamos bien escondidos, en un rincon de la plazuela y, además, era de noche. Recuerdo que mis amigos mayores me estaban tan agradecidos que me hicieron fumar (y tragarme el humo) mis tres primeros cigarrillos. Llegué a casa más blanco que la cera.
3.3 Iñaki Lacunza: "Plazuela de San José"
Lo de Iñaki es que no tiene nombre. ¡Cómo sabe tocarnos la fibra a quienes hemos vivido la infancia en la Parte Vieja! Pues sí, para Iñaki, el Trovador de Pamplona, no ha pasado desapercibida esta recoleta plazuela (que ni siquiera llega a plaza) y le ha dedicado una canción preciosa. Y como, además de artista, es historiador, nos ha vuelto a dar una pequeña clase de historia, de nuestra historia:
"Plazuela de San José"
"Plazuela de San José"
Plazuela linda, rincón encantado,
Volver a encontrarte me hace tan feliz,
Gozar contigo, a ritmo pausado,
Momentos de ensueño invita a vivir.
Dejar la prisa escapar de mi lado,
Escuchar el arrullo del agua al caer,
Sentarme a tu abrigo, evocar añorando
Tiempos de estudiante, sentirte otra
vez,
Por tu dulce hechizo estar atrapado,
Plazuela hermosa de San José.
Tan distinguida, tan recoleta,
Humilde belleza, leal compañía,
A la sombra ilustre, amiga discreta
De la catedral de Santa María.
Velas con cariño, ante ella tendida,
La gótica puerta que labró un maestro,
El más afamado, el mejor artista
Del noble monarca Don Carlos Tercero.
Juegos de niños junto a tu fuente,
Perdido Burgo de San Miguel,
La callejita de Salsipuedes,
Pompelo oculta bajo tus pies.
Rumor de gentes, de peregrinos,
Paz de conventos, voces de ayer,
Bohemio embrujo de un mercadillo,
Caballo Blanco, Lome de Tournai,
Un placer siempre quedar contigo,
Plazuela hermosa de San José.
10 comentarios:
¡Que bonito!, me encanta cuando escribes de estos rincones tan nuestros, aunque unos años más tarde (nací en el 65)yo también disfruté de la plazuela ,ya te conté que mi madre nació en el Nº 5, frente a las escalerillas de la Catedral, y cuando te leo parace que la estoy escuchando.
¡Gracias Patxi!
Una vez más: Gracias Patxi.
Me siento, en cierta medida, colaborador indirecto en las cosas de nuestro trovador, que nos hace pasar unos "momenticos" deliciosos, sin olvidar en ningún momento a su cuadrilla de cofrades, siempre dispuestos a echar la "manita de rigor".
Un abrazo muy gordo.
J.M.L
Recuerdo perfectamente que me dijiste que vivió tu madre en la plazuela. Me pasa como a ti: no puedo quitarme la infancia de la cabeza. Gracias.
Josemari, tú eres el culpable de todo lo bueno (y lo regular) que hay en Pamplona. Vaya embarcada en la que me has metido!!!
Pero, qué bonito, Patxi! Ya me explicaras algún dia de donde sacas esas imagenes tan preciosas y entrañables . Eso si , la camarica no se queda atras con ese barrido magistral de la Puerta de San Jose .Estas hecho un autentico cineasta. Un abrazo Patxi y larga vida a Desolvidar
Un abrazo y muchas gracias
sin palabras me he quedado yo para , decirte !campeon!,,lo que me ha gustado esta tercera entrada de Mis murallas., desde los cordeleros, pasando por el Redin , la perrita " Perla, que mordió a tu hermana, pero con la plazuela de San Jose he alucinado ¡ vamos a ver a los !curriños!,,,.
Nueve años y eras monaguillo ¡ hoy me parece mentira! Como cambia la vida y fumabas ala.....
Iñaqui si toca la fibra con esa guitarra ,esa letra y esa voz tan bonita que he oído tres veces, y al final me propuse sacar esa música y la saque con mi guitarra , pero hay que dar al Cesar lo que es del Cesar, aunque me llamen forofa, pues si lo soy ,patxi es un gran cineasta podría ir a por el Óscar,,!¡que bonito la Catedral ,el mercadillo ,la Plazuela de San Jose y todo con vídeos perfectos, estoy orgullosisima de mi amigo Patxi un abrazo muy muy muy fuerte, te mereces lo mejor
Alma
Pues yo sí que me acuerdo del mordisco de la perla, pero nó a una hermana, que ella no recuerda, sino a mí. Le cogí, no ya miedo, sino pánico, afortunadamente superado con el tiempo.
Muy hermosa la canción de Iñaki Lacunza ! La seguiré escuchando con mucho agrado !
El monaguillo que te delato, no serie por casualidad, el hijo de los cuidadores de los ciervos del redin?
No, Fernando,era el hermano de Conchita I. Vivía en la calle del Redín y me vio al pasar por la Plazuela de San José
Maravilloso,siento la magia de lo viejo, leyendo sus historias ,para mí también tienen grandes recuerdos estás calles
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