De "Un pañuelo...", nada. Tres, por lo menos
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No sé si rectificar es de sabios, lo que sí sé es que el no hacerlo, especialmente cuando el error es evidente, resultaría patético. Podéis imaginar que investigar vida y obra de un compositor como Francisco de Val, del que hace 5 años no conocía ni siquiera su existencia, es meterse en una auténtica aventura. Una aventura, además, de “ensayo y error”, ya que apenas hay datos, sólo indicios, huellas, tanto de su biografía como de su obra. Con ello no quiero minimizar mi responsabilidad ni disculparme por los errores que haya cometido (reconocer los propios errores no creo que sea un tema vudú). Pero sí quiero que sepáis que no son fruto de la precipitación ni de la irreflexión, sino de la ausencia de datos objetivos en los que apoyarme. Según voy obteniendo noticias, voy lanzando opiniones, supuestos, hipótesis, que, con los nuevos datos, caen, a veces, lastimosamente por tierra, para sugerir nuevas interpretaciones que... ya veremos qué pasa con ellas.
Esta, ya demasiado larga, introducción viene a cuento de mis últimas entradas dedicadas a Francisco de Val y la Jota y, especialmente, a “Un pañuelo por la cara”.
Aunque, de paso, aprovecharé para corregir algunas otras cosillas, como, por ejemplo, el año de nacimiento, que suele figurar como 1898 y, sin embargo, es un año antes, en 1897, concretamente el 30 de octubre a las 10 de la mañana. O también la hipótesis que lancé, al dejarme llevar por la letra de “Llevo dos banderas”, de que la madre de Francisco era de Ejea y su padre un charro de Veracruz. Según dice F. de Val (en la entrevista que “Gustavo Adolfo”, locutor de Radio Zaragoza, le hace en 1970-71), nada tiene que ver con su biografía, sino con una historia imaginada. Veamos el dato objetivo de esa entrevista recogida en Aragón Express:
F. de Val: Una exaltación del Moncayo. El Moncayo es único en el mundo. Entonces asocié la idea de fundir en amor a un nativo de Veracruz y a una aragonesa de Ejea de los Caballeros. El hijo de ambos viene a besar la tierra de sus padres y sube al Moncayo señalado como hito aragonés incalculable. ]
Al final, ha resultado, según reza la partida de nacimiento, que el padre de Francisco no era un charro de Veracruz sino un maño (Anacleto García) de Villanueva del Huerva, y su madre (Magdalena Val) no era de Ejea sino de El Frasno, localidades ambas de la provincia de Zaragoza.
Tanto la fecha de nacimiento, como los datos sobre los padres de Francisco me los aportó José Ramón Gaspar.
Más vale que fue un error que tuvo su premio, ya que en la misma canción encontré la famosa jota “El Moncayo” cuyo autor (a ver si hay suerte, y nada ni nadie me hace rectificar) no es otro que Francisco de Val.
Pero centrémonos en “Un pañuelo por la cara”. Estaba yo encantado creyendo (equivocadamente, como luego se verá) que esa preciosa jota la había creado Francisco de Val. Y digo encantado porque, por razones muy personales, esa delicada jota es para mí algo muy entrañable. Bueno, pues a lo que iba: tenía la prueba irrefutable de la entrevista anterior, del año 70-71, en la que Gustavo Adolfo le pregunta a Francisco de Val:
- G.A.: Sigamos con tus canciones aragonesas: ¿Por qué hiciste “Las palomas del Pilar”?
- F. de Val: Porque se habló de quitar de allí las palomas, y a mí me dio mucha pena. Además de que el Pilar es el más bello palomar, y de las almas.
- G.A.: ¿Y “Un pañuelo por la cara”?
- F. de Val: Porque supe que José Oto, en el cementerio, cuando enterraban a Felisa Galé (1948), se puso a cantar la Jota para despedirla, y no pudo acabar porque estaba llorando. Aquello me emocionó...
Yo no tenía duda de que en la segunda pregunta está implícito el " por qué hiciste" de la pregunta anterior. De hecho, la segunda respuesta empieza por "porque...". Así que me quedé convencidísimo de que Francisco de Val era el autor de tan maravillosa copla.
Y estaba yo tan feliz cuando un día entré en una página estupendamente trabajada: Arafolk, de Alberto Turón, y me encuentro con el siguiente párrafo, que podéis encontrar concretamente en:
Estilo del Pañuelo
Estilo del Pañuelo
y, además, entrecomillado, o sea, escrito por Santiago Lapuente (1855-1933), lo que sigue:
[Jota"Los aficionados le llaman el estilo del “Pañuelo”.Hay una copla que dice:
Cuando se murió le puse
un pañuelo por la cara
pa que la tierra no toque
boquica que yo besaba.
Generalmente se canta con esa letra... La historia de este estilo entra de lleno en la categoría de los que considero modernos. De éstos es el que en mi opinión lleva el gato al agua como ninguno; porque no se puede pedir más delicadeza ni sentimiento... El estilo se ha propagado mucho y gusta extraordinariamente..." (notas de Santiago Lapuente que acompañaban a las transcripciones de José Mª Alvira).Recogida de S. Lapuente y A. Sola. Transcripción musical: J. M. Alvira. Arreglos y transcripción MIDI: A. Turón.]
Recordemos que, si la hubiera hecho Fco. De Val, estaríamos hablando de después de 1948. Inmediatamente me puse en contacto con Alberto Turón, quien confirmó mis temores:
“En primer lugar, el cancionero de Santiago Lapuente y Ángel Sola se publicó por primera vez en 1894 ó 1895. De él he sacado esos textos que has visto en Arafolk y te puedo asegurar que no hay error alguno pues trabajé directamente sobre el original, que yo no tengo pero me proporcionó un amigo y estudioso de la jota. Así que indudablemente esa copla era conocida en 1895...”
Mayor precisión no se puede pedir. Los datos que aporta Alberto me han venido que ni ad hoc. O sea, que en la entrevista de 1971 Francisco de Val se estaba atribuyendo la autoría de una copla que ya era conocida sin duda ¡antes de que el propio Francisco de Val naciera!
Por eso, se rompieron mis esquejes cuando, ante la prensa y en un periódico aragonés, daba a entender que él era el creador de una jota tan popular y con unas connotaciones tan emotivas.
Aquello era demasiado, como para rascarse las vestiduras. Además, cualquier entendido, "Gustavo Adolfo" mismo, le podía haber contradicho.
He pasado unos días muy malos, decepcionado, porque había encontrado un borrón en la trayectoria de un gran compositor desaparecido como por anselmo, olvidado, al que yo intentaba desolvidar.
Hasta que, dándole vueltas al asunto (llegué a rebanarme los sesos y he de reconocer que me costó un huevo de la cara), caí en la cuenta de que 10 años antes de la entrevista, en 1961 estaba registrada en la Biblioteca Nacional la reseña de un pasodoble titulado también “Un pañuelo por la cara”. Pero, ¡ojo! no es la jota tradicional, sino un pasodoble nuevo, inspirado probablemente en esa jota y en la leyenda, real o supuesta, de que José Oto la cantó a la muerte de Felisa Galé.
Así pues, Francisco de Val no se atribuye para sí mismo la popular jota. En la entrevista que le hace Gustavo Adolfo (hacia 70-71) cuando le pregunta por “Un pañuelo por la cara” se tiene que referir, sin duda, a la partitura del pasodoble de ese mismo título que compuso en 1961 (muerte de Oto), con letra suya y música de M. Monreal y arreglos de Genaro Monreal ( otro gran aragonés desconocido, según me señala Alberto Turón). Obtuvo, además el 2º premio en el Festival del Pasodoble de 1961 en Zaragoza. He aquí la reseña de la Biblioteca Nacional:
[Autor personal:
Monreal, Manuel (1915-1992)
Título:
Un pañuelo por la cara [Música notada] : 2º premio en el Festival del Pasodoble Español, Zaragoza, 1961 / letra, F. de Val ; música, M. Monreal ; arr. G. Monreal
Un pañuelo por la cara [Música notada] : 2º premio en el Festival del Pasodoble Español, Zaragoza, 1961 / letra, F. de Val ; música, M. Monreal ; arr. G. Monreal
Publicación:
Madrid:El Momento Musical,[1962]
Madrid:El Momento Musical,[1962]
Descripción física:
9 partes ; 25 cm
Materia:
Pasodobles
Autor Secundario:
Pasodobles
Autor Secundario:
Val, Francisco de (1898-1984)
Autor Secundario:
Monreal, Genaro (1894-1974)]
Ufff! Me he quedado mucho más tranquilo. Y lo siento, porque es una jota que aprecio mucho y me habría gustado que fuera suya. Pero prefiero que sea así a que se hubiera malapropiado de una jota tradicional.
Y, hablando de malapropiarse, más de uno habrá caído en la cuenta del malapropismo que supone el título de esta entrada o algún otro que anda perdido por ahí, (y que no señalo por ver si los encontráis. El primero que me los notifique recibirá un premio tan suculento que podrá vivir como un majara).
Y, hablando de malapropiarse, más de uno habrá caído en la cuenta del malapropismo que supone el título de esta entrada o algún otro que anda perdido por ahí, (y que no señalo por ver si los encontráis. El primero que me los notifique recibirá un premio tan suculento que podrá vivir como un majara).
Pues lo dicho, lo de Francisco de Val y “Un pañuelo por la cara” no es un malapropismo (en el sentido de que haya intentado apropiarse malamente de una jota que no es suya). Simplemente se trata de … Otro pañuelo... Y no por la cara. ¡Qué alivio!
Y ya que habéis aguantado semejante rollo hasta aquí, escuchad este tercer "Pañuelo por la cara" de Naranjito de Triana (1933-2002):
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