Blasco Ibáñez con su amigo Ezequiel Endériz en Villa Fontana Rosa (Menton, ca.1927) |
No
era mi intención traer a mi blog la biografía de Ezequiel Endériz,
ya que lo único que pretendía era desolvidar su faceta de creador de
muchas de las letras de jotas, que todos conocemos (La hiedra, La
carretera, El Tercio, Los Monegros...), cantadas y popularizadas
por Raimundo Lanas. Pero lo he pensado mejor, considerando que no
vendrá mal repasar las múltiples y, a veces, contradictorias
facetas de la vida de este navarro, especialmente para ayudar a
romper el tópico de la jota como algo confesional y, si no
franquista, sí al menos de derechas. La jota navarra es un cauce de expresión de sentimientos plural y ancho, en el que caben y confluyen cuantos sepan sentir y transmitir las vivencias de nuestra tierra y nuestras gentes.
Esta
biografía es un resumen y compendio de algunas que corren por la red
y su único "mérito" (entre comillas, claro) son algunos
de los enlaces (bien destacados en letras rojas) que nos llevan a noticias de la Prensa Histórica. Os
pido encarecidamente que pinchéis en ellos porque su lectura nos
hará sentir de cerca el torbellino en el que le tocó vivir a este
tudelano universal.
Quiero dedicar esta entradica a Raquel y Emilio Meseguer Endériz, nietos de Ezequiel Endériz y agradecerles su permiso para poder acceder a la totalidad de su obra registrada en la SGAE.
Infancia
y adolescencia: Tudela y Pamplona
Nace
el 30.11.1889 en Tudela (Navarra). Hijo de Ezequiel Endériz
Elduayen (Badostáin) y Serapia Olaverri Aramendía (Pamplona).
Su
padre, fotógrafo profesional, falleció cuando cuando Ezequiel
contaba tan sólo dos años.
A
los 10 años del chico, su madre se trasladó a Pamplona, donde pasa
el resto de su infancia y adolescencia, y en donde despierta su
afición por la literatura, teatro, música, periodismo...
Con
17 años participa en la fundación de La Pulga, una
revistilla semanal que llegó a cumplir 10 números.
Y
con 18 años (o antes) ya colabora con El Demócrata Navarro.
Periodismo:
Barcelona y Madrid
En
1912 pasa a la redacción madrileña de este periódico y publica el
libro de poesías Lluvia
de luz,
que fue glosado (poeta
navarro)
paternalmente por El
Eco de Navarra.
En 1914, con su experiencia como crítico taurino, publica Belmonte. El torero trágico
En 1914, con su experiencia como crítico taurino, publica Belmonte. El torero trágico
Sindicalismo
y política
A pesar de residir fuera, Ezequiel estaba al tanto de lo que ocurría en Navarra
y en 1916 publicó muchos artículos en el periódico liberal pamplonés El Pueblo Navarro arremetiendo en algunos de ellos contra los carlistas.
y en 1916 publicó muchos artículos en el periódico liberal pamplonés El Pueblo Navarro arremetiendo en algunos de ellos contra los carlistas.
Entre
1912-18, además de trabajos literarios (novela, poesía, drama,
sainete) y biográficos, publicó La Revolución rusa. Sus
hechos y sus hombres, estudiando las causas de la revolución y
la nueva situación.
A partir
de septiembre de 1918 dirigió en Madrid Las Izquierdas,
buscando la colaboración entre republicanos y socialistas desde una perspectiva radical y revolucionaria. Por
entonces Endériz quiso participar en la política activa e intentó presentarse a las elecciones generales de 1918 por la
circunscripción de Pamplona.
En
1919 colaboró en la creación del primer Sindicato Español de
Periodistas y Empleados Administrativos, adherido a la UGT, siendo elegido su presidente.
Pero hacia
1920 fue apartado de la dirección del Sindicato de Periodistas y
empezó a acercarse al anarcosindicalismo.
Es
corresponsal de La
Libertad en
la Guerra de Marruecos, donde en 1922 sufre un accidente (Ezequiel
Endériz lesionado).
Dictadura
de Primo de Rivera
Durante
la dictadura de Primo de Rivera (1923-30), Endériz intentó ingresar
en la masonería, en concreto en la Gran Logia Regional del
Nordeste de España, de Barcelona, pero en sesión del 17 de abril de
1925 no es aceptado.
Por
aquellos años viajó por varios países europeos como corresponsal y
publicó algún libro como Siete Viajes por Europa (1924).
Fructuoso Orduna, Sanjurjo y Endériz (1929) |
II
República
Cuando,
a finales de 1930, salió La
Tierra,
entró en su redacción. Uno de los artículos en este periódico, «La
infancia de Manolito»,
estuvo destinado a descalificar gravemente a Manuel Azaña.
Nos
dice Eduardo
de Guzmán que,
al tener noticias del incendio de iglesias y conventos en mayo de
1931, «Endériz, agresivo, polémico, demoledor... republicano de
tradición, anticlerical de convicción y razonamiento», los deploró, porque sólo favorecían a los enemigos del régimen.
Sobre
su adscripción ideológica concreta en ese momento, sabemos que en la
primavera de 1935 La
Tierra intentó acercarse a Martínez
Barrio,
que ya había fundado Unión Republicana con los escindidos del
Partido Radical.
Al
mismo tiempo, en 1935, Endériz cambió de actitud respecto a Azaña
y en el folleto El
Pueblo por Azaña cantó
las excelencias del futuro (10.05.36) presidente de la República. La
aproximación de La Tierra a la Unión Republicana fracasó y el
periódico, falto de fondos, desapareció. No obstante, Endériz
continuó los contactos con Martínez Barrio.
Guerra Civil (1936-39)
Al parecer, Endériz se afilió a Unión Republicana, pero, en cualquier caso, durante la Guerra Civil estuvo vinculado a sus antiguos compañeros
anarcosindicalistas, pues colaboró con periódicos de esa línea: en
Solidaridad Obrera, CNT, Umbral y Nuestra Lucha.
En
el primero de ellos hizo famosa la sección «La
Máscara y el Rostro»,
en donde arremetió contra los toreros que escapaban de la zona
republicana, llamándolos señoritos, fascistas, etc. También
atacó al general
Moscardó,
adelantando sin saberlo el nombre de Guzmán
el Bueno, con
el que fue conocido en la zona franquista.
Más
adelante, a fines de 1937, criticó la política de protección de
los religiosos del entonces ministro de Justicia, el también navarro Manuel
de Irujo Ollo.
Para
entonces había intervenido en el Congreso extraordinario de la
Confederación Regional de Cataluña (Barcelona, 23.02 a 03.03 de 1937),
en nombre de los periodistas de la CNT. Al presentar un informe
contrario al oficial, tuvo que dejar la redacción de
Solidaridad Obrera.
Sin embargo siguió colaborando en otras publicaciones anarquistas.
Así, escribió el artículo «La enseñanza, evangelio de los
pueblos modernos» en la obra La Escuela Nueva
Unificada (Barcelona, 1938). También fue autor del libro
propagandístico Teruel (Barcelona, 1938) y del
Prólogo del de A. Gómez Maganda España sangra,
editado por el Comisariat de Propaganda de la Generalitat de
Catalunya.
Exilio
Terminada la guerra, Endériz se instaló por algún tiempo en
Toulouse, donde trabajó en el semanario L’Espagne
Republicaine y publicó Fiesta en España (1949. Para muchos, sin duda su mejor libro)
y El cautivo de Argel (1949). En Fiesta en
España dedica unos capítulos a Navarra y habla de Las
Fiestas de San Fermín, El Zorcico y La Jota (espero tener acceso a él y poder compartir con vosotros capítulos tan atractivos). Y en esta última,
embargado por la nostalgia, recuerda los últimos tiempos en
Tudela de Raimundo Lanas, con quien convivió íntimamente, y
dice de él el mayor piropo que jamás se ha dicho sobre el
Ruiseñor navarro:
No se puede dar una mayor agilidad, una variedad mayor de estilos, una voz más fresca y humana, una cuadratura más perfecta, una dicción más pura y una inspiración más abundante. Raimundo era un genio de la jota, como Gayarre lo fue del «bel canto» o Sarasate del violín. Era la jota misma hecha carne
No
sabemos exactamente cuándo se trasladó a París, donde colaboró en
algunos periódicos y con el seudónimo «Tirso de Tudela», junto al
conocido Padre
Olaso (seudónimo
de Alberto
Onaindía),
en las emisiones en castellano de Radio París, en
el espacio titulado "La rebotica", en el que se hablaba de
política, arte, literatura, folklore y costumbrismo.
También
en París publicó un libro sobre esta ciudad, en el que mezcló el
reportaje y los recuerdos. También
participó en la creación de la revista I.B.E.R.O., de Ignacio
Barrado,
en la que escribió varios artículos hasta poco antes de su muerte.
Murió Ezequiel el 08 de noviembre del 51 (a punto de cumplir los 62 años) en Courbevoie (Île-de-France) y está enterrado en el cementerio de esta localidad.
Valoraciones
Sobre
la personalidad de Endériz tenemos, como es lógico, juicios contrapuestos.
Azaña
lo trata con dureza y desprecio. El 5 de junio de 1937 el presidente
de la República recordó en su diario la negativa semblanza que
había trazado de él en 1931 en La Tierra, en contraste con el halagador folleto
de 1935.
La
opinión de su amigo Ignacio Barrado deja mejor parado al
polifacético escritor tudelano, pero con todo también su retrato
pone de manifiesto su carácter contradictorio y cambiante.
Por
su parte, González Ruano, que lo calificó de «autor teatral y
periodista batallador... hombre revuelto de mesas de redacción y de
bastidores», expresó su sentimiento por la muerte del escritor
navarro, «con quien me unió en mis años de vida en Francia, tanta
amistad como enemistad me desunió de él anteriormente en la vida
madrileña».
Y
añade González Ruano que Endériz fue un "poeta
hondo y natural, espontáneo" que "logró la máxima
popularidad que puede tener un poeta de lo popular: la pérdida de su
propio nombre en la boca del pueblo", refiriéndose a la faceta
de Endériz de autor de jotas.
2 comentarios:
Los momentos no pensados son mejores que los planificados.....has tenido que trabajar mucho...para esta magnífica publicación...me gusta...Miles de ideas pueden pasar por tu cabeza pero solo aquellas que decidas hacerlas realidad te darán SATISFACION....y esta publicación a la fuerza tiene que dártela!!!!! Nuria de la Hoz....
Ficha en Discogs, de momento solo tiene una entrada con canciones de su autoría https://www.discogs.com/artist/6735280-Ezequiel-End%C3%A9riz
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