Las dos son orgullo de dos razas bravas. Una lleva el águila,la otra el león
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Siempre
me ha llamado la atención la versatilidad, la plasticidad de
Francisco de Val. No fue a la América de habla hispana
hasta los 67 años (después de 1964, cuando le animó a ir Agustín Lara: “Si se va
usted a México, no volverá a España más que a gastarse el dinero
que gane allí”).
Valses criollos, huapangos, bolero
beguine, son guajira, tangos,
rancheras... fueron compuestas por Francisco sin haber cruzado el
charco. Sirvan de ejemplo: Alma del tango, El tornado, Camino de Caacupé (Camino de Guadalupe), Torito bravo, Maldición... Sus canciones enraizaron hasta el
punto de que en algunos países centro y sudamericanos creen que han sido
producidas por autores autóctonos o que son canciones populares de
Chile, Argentina, Paraguay, México...
Podríamos citar muchas más, pero hoy vamos a
presentar un par de canciones que hablan de la alianza entre México
y España:
Dos
banderas
Esta
canción mexicana (huapango)
de Francisco de Val fue interpretada en 1950 por el Trío Calaveras.
En ella se exalta la unión de ambos pueblos, el amor entre el águila
del escudo mexicano y el león del de España, algunos valores
raciales
como la valentía, el jugarse la vida por nada... Francisco no puede evitar aludir a los labradores de su tierra:
Dos
banderas (1950)
(por
Trío Calaveras)
El
Sol está enamorado
de
dos pueblos por valientes,
por
eso sale a besarlos,
cada
día, sonriente.
La
Luna, loca de celos,
se
pone trajes de plata
para
salir a rondarlos
cuando
el Sol se queda en casa.
Nadie
podría vencerlos
peleando
cara a cara.
Y
nadie reza como ellos,
y
como ellos nadie canta.
España
y México tienen
sus
banderas abrazadas,
bordado
en hilos de sangre
el
orgullo de dos razas.
El
águila del león
dicen
que está enamorada,
el
león la quiere mucho,
más
que a nadie, más que a nada.
Por
los campos de Aragón,
donde
la jota es más brava,
ya
cantan los labradores
plegarias
guadalupanas:
Virgen
guadalupanaaa...
Si
es muy cierto que nosotros
por
una canción lloramos,
a
cara o cruz con cualquiera
la
vida nos la jugamos.
Por
más que el mundo se empeñe
en
deshacer nuestra alianza,
siempre
nuestras dos banderas,
siempre
estarán abrazadas.
Siempre
nuestras dos banderas,
siempre
estarán abrazadas.
Llevo
dos banderas
En
1972 se graba el álbum de Manolo Escobar “Por los caminos de
España”. En este disco el gran Manolo hace un recorrido musical
por las, entonces, “regiones” españolas y elige para representar
a Aragón la canción de Francisco de Val “Llevo dos banderas”.
Respecto a Dos
banderas,
cambia la letra y la música, pero se trata del mismo tema (la
alianza entre España y Méjico, el león y el águila, la Pilarica y la Guadalupana...) y parecido estilo.
Pero,
para esta canción , Francisco incorpora algo absolutamente novedoso,
al menos por aquellos años: introduce la ranchera con una jota. ¡Y
qué jota! Una que sólo puede cantarla un gran tenor. Oídla, y me
daréis la razón (escuchad el runrún de asombro de la gente y el aplauso
final), en la contundente interpretación de Fernando Checa, en el homenaje a Conchita Carrillo:
Dice
el propio Francisco de Val que "Llevo dos banderas" es "una
exaltación
del Moncayo. El Moncayo es único en el mundo. Entonces asocié la
idea de fundir en amor a un nativo de Veracruz y a una aragonesa de
Ejea de los Caballeros. El hijo de ambos viene a besar la tierra de
su madre y sube al Moncayo, señalado hito aragonés incalculable".
Sin
la imponente voz de Fernando, pero con la gracia y profesionalidad
que siempre ha tenido, así la interpreta Manolo Escobar:
Llevo
dos banderas (1972?)
(Por
Manolo Escobar)
Para
echarle un pulso al cielo,
voy
a subir al Moncayo,
voy
a subir al Moncayo
para
echarle un pulso al cielo.
Donde
las águilas duermen,
donde
las águilas duermen
dormiré
mi mejor sueño.
Dos
banderas llevo,
llevo
dos banderas,
las
dos abrazadas
junto
al corazón,
junto
al corazón,
junto
al corazón.
Las
dos son orgullo
de
dos razas bravas.
Una
lleva el águila,
la
otra el león.
Mi
madre es de Ejea
de
los Caballeros
y
mi padre un charro,
y
es de Veracruz.
Y
he venido a verte,
España
querida,
a
besar tu tierra,
poniendo
los brazos
los
brazos en cruz.
Dos
vírgenes llevo
colgadas
del alma,
y
dentro del pecho
les
hice un altar.
Las
dos son morenas,
las
dos son muy majas,
la
de Guadalupe,
la
de Guadalupe
y
la del Pilar.
Las
dos son morenas,
las
dos son muy majas,
la
de Guadalupe,
la
de Guadalupe
y
la del Pilar.
Y
la del Pilar.
2 comentarios:
Hace pocas semanas subí al Moncayo con mi amigo Josemari. Después de echarle un pulso al Cielo nos perdimos en el descenso hasta que un alma caritativa nos recogió y devolvió al lugar de partida. La catedral de Tarazona, repristinada, nos reconfortó después de haber degustado un sabroso menú. Gracias Francisco de Val por tan hermosa jota, gracias Desolvidar por recogerla con unas imágenes que acarician nuestros mejores deseos.
Patxi, soy Josemari tu vecino. Me has tocao la fibra, cabrón
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