martes, 12 de mayo de 2015

El régimen fiscal foral. 1ª parte


Estatuilla donada por Miguelo
Un régimen solidario
Dos de los partidos que se presentan a las elecciones en Navarra, UPyD y Ciudadanos, cuestionan el régimen fiscal foral. Pero lo hacen sin aportar datos que demuestren que nuestra comunidad es insolidaria con el resto de España. Un mito que algunos presidentes de otras autonomías se encargaron de difundir para argumentar su falta de recursos, e incluso para defender su deficiente gestión. Navarra contribuye a los gastos del Estado con 520 millones de euros y lo hace en mayor medida, ya que aporta en función de su renta y no por su población.
 
Navarra y el mito de la insolidaridad
Sólo UPyD y ahora Ciudadanos cuestionan el Convenio Económico  
Explicar la singularidad de Navarra en el gallinero político nacional es un trabajo muy complicado
Navarra aporta en función de su riqueza en vez de en función de su población, lo que hace que pague más por su mayor renta

M.A.RIEZU Pamplona
El debate genera mucho ruido, pero apenas tiene literatura más allá de los titulares. La frase siempre es la misma: el Convenio Económico es un privilegio que permite pagar menos a Navarra. La sostienen como un mantra fuerzas políticas como UPyD y a la que se ha sumado ahora Ciudadanos.
Una afirmación que cae muy bien en el resto de España, donde explicar las singularidades de Navarra es complicado en el gallinero en que se ha convertido la política nacional. Por tanto, una postura que permite sumar votos y que cuesta mucho desarmar porque encaja bien con el imaginario popular. Sin embargo, el Convenio Económico es sólo un instrumento para fijar y recaudar impuestos, pero que, en sí mismo, no tiene nada que ver con pagar más o menos.
Se trata de un instrumento de autogobierno fiscal de Navarra que hunde sus raíces en la historia (esta figura arranca de la ley Paccionada de 1841) y forma parte nuclear de sus Fueros o derecho propio.
En España sólo existe un texto jurídico parecido, que no igual, en el caso de las Haciendas vascas (Guipúzcoa, Vizcaya y Álava) y el Concierto Económico. Ambas leyes, la de Navarra y la del País Vasco, son objeto de fuertes críticas en el resto del país.

Convenio y aportación
El sistema de Convenio Económico señala que es la Hacienda foral la que recauda los impuestos en Navarra y luego paga al Estado una “aportación” para costear las competencias no asumidas (Defensa, Interior, Asuntos Exteriores, las Cortes, y un largo etc…). Con el resto, la comunidad foral financia su actividad: desde Salud y Educación a las carreteras o los ayuntamientos.
Este año 2015 Navarra prevé recaudar unos 3.300 millones por impuestos y, de esta cantidad, la aportación al Estado rondará los 520 millones de euros. La aportación supone así el 2,8% del PIB de Navarra.
Dicho de otra forma y según los años, entre un 15 y un 20% de todos los ingresos propios de Navarra van a parar al Gobierno de la Nación. Supone la nada despreciable cantidad de 830 euros por cada uno de los navarros. Es cierto, en cualquier caso, que el método de cálculo de la aportación y de las cifras del Convenio en general es complejo y muy poco transparente para las exigencias  de la política moderna.

El caso del IVA de VW
Este sistema singular de Convenio estaba detrás del conflicto fiscal que ha marcado la legislatura y que acaba de cerrarse con un buen acuerdo, fruto del entendimiento entre los gobiernos de Navarra y el de España. La Agencia Tributaria del Estado consideró incorrecta la tributación del IVA de VW a través de una sociedad en Barcelona porque hacía que el pago del IVA se hiciera en Navarra y la
devolución desde el Estado. El conflicto, millonario, incluía que el Estado solicitaba el pago de cantidades atrasadas por más de 800 millones.
Se pactó un cambio de las fórmulas concretas para hacer que funcionara una regla básica del sistema del Convenio. El principio es que la recaudación real tiene que ser equivalente al consumo de Navarra, que es lo que se grava en el IVA. Ni más ni menos. Si Navarra recauda más de lo que le corresponde por este impuesto, debe devolver estas cantidades al Estado. En el caso contrario, debe ser el Estado el que nos compense. Por ejemplo, Navarra devuelve lo recaudado de más en Hidrocarburos de forma habitual. Por ello, para la Hacienda de Navarra debiera dar igual donde paga el IVA la factoría de VW u otras empresas, porque el efecto se compensa con el año. Ese es el mecanismo que se ha activado ahora. No tiene que ver con privilegios, sino con el sentido común.

¿Qué le falta al Convenio?
¿Quiere esto decir que el actual Convenio es perfecto? En absoluto. Si algo se ha aprendido en Navarra en estos años es que el Convenio Económico necesita una reforma profunda que habrá que abordar en esta legislatura. Hoy es un traje que está lleno de costuras. Una reforma que lo haga más sencillo y más transparente, acorde con los tiempos. Y, por supuesto, que resuelva dudas y ajuste las cifras en un mundo (el del derecho fiscal y tributario) donde no existe sólo el blanco y negro. Seguro que habrá que discutir sobre las cifras concretas. Pero el Convenio es siempre fruto de un pacto o acuerdo entre los gobiernos de Navarra y el del conjunto de España, que se plasma en una ley de obligado cumplimiento para todos. Para todos. 

La aportación de Navarra, en cifras
520 Millones. Es la aportación de Navarra a las cargas generales del Estado en 2015
2,8% del PIB. Es el porcentaje que representa la aportación en el Producto Interior Bruto de Navarra
830 euros. Es lo que aporta cada navarro a las cargas generales del Estado.  
(continuará)

2 comentarios:

Echenique dijo...

Ya le gustaría al Estado que otras Comunidades, y no hace falta mencionar a ninguna, fueran tan solidarias como Navarra, que siempre ha sido un socio fiel, por así decir, a pesar de los gamazos de turno.

Dekalim dijo...

Una entrada agradable de leer como siempre, pero tengo que disentir de sus conclusiones.

No es ningún mito que el régimen fiscal foral es un privilegio, más bien es una realidad bastante palpable. Y además esto aún queda más claro cuando se intenta negar esa realidad utilizando otro mito como es el decir que Navarra es megasolidaria porque aporta a la caja común nacional "por renta" y no "por población", porque hasta donde yo sé TODAS las comunidades aportan por renta (como no podría ser de otra manera, por otra parte) y no por población.

En realidad en este debate se dan cita múltiples elementos.

1. Navarra y las provincias vascas disponen de un régimen fiscal foral que es plenamente constitucional y legal (igual que la monarquía, igual que el estado autonómico, etc.).

2. Ello no obsta para que resulte innegable que ese sistema supone un privilegio a dos comunidades ya de por sí bastante ricas, por lo que es perfectamente legítimo desear que se cambie la Constitución para establecer un modelo de corresponsabilidad fiscal entre todas las comunidades y la administración del Estado que acabe con este privilegio.

3. Por otro lado, es cierto pese a todo como dice Patxi que muchas de las críticas que suscita el régimen fiscal foral no se hacen desde la razonabilidad, sino desde el populismo y electoralismo barato (instrumentalizadas por chuscos titulares de prensa) que olvidan por ejemplo que hay una serie de cláusulas de salvaguarda (compromiso de nivel de presión fiscal global equivalente, estructura impositiva común con el del resto de haciendas, etc.) para que el régimen privilegiado de Convenio Económico no sea desproporcionado en exceso y se mantenga dentro de unos cauces admisibles.
Pero al mismo tiempo también es verdad que el que se haya utilizado el régimen fiscal foral para gigantescas estafas propias de un país bananero como el tocomocho del IVA de Rover (en el País Vasco) o el IVA de Volkswagen (en Navarra) hacen que esas críticas populistas (sin dejar de serlo) encuentren un campo abonado.

No me gusta la simple asimilación de Navarra al régimen fiscal foral, Navarra es bastante más y creo que los navarros nos enorgullecemos mucho más de una buena gestión pública que de elementos de política decimonónica.