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¡Cuidadito con él! |
Hace unos días entró en mi estantería, cargadita de libros, un gusano. Le pedí santo y seña, y me dijo que se llamaba Godofredo, el Gusano Comelibros.
Como soy ecologista (y ecocuentista), le dije que podía instalarse en la biblioteca con toda comodidad, pero sin hacerme ningún desaguisado.
¡Ya, ya!
Tengo una colección soberbia de 10 tomos sobre la vida del lirón careto (¡qué gracia le hacía a mi madre cuando se lo oía decir a Félix Rodríguez de la Fuente!).
Está colocada con mimo en mi biblioteca.
Como veis en la foto, en los lomos de los libros veo, de izquierda a derecha, el número de cada tomo, del uno al diez. Cada tomo tiene 100 hojas y, curiosamente, por hojas están numerados (no por páginas o por caras). ¡Ni que fuera catalán el editor!
Está colocada con mimo en mi biblioteca.
Como veis en la foto, en los lomos de los libros veo, de izquierda a derecha, el número de cada tomo, del uno al diez. Cada tomo tiene 100 hojas y, curiosamente, por hojas están numerados (no por páginas o por caras). ¡Ni que fuera catalán el editor!
Pues, esta mañana me he llevado el tremendo disgusto de que Godofredo me dice, todo orgulloso, que ha hecho un túnel perfecto desde la hoja nº 1 del primer tomo hasta la hoja 100 (ambas incluidas) del tomo 10.
Indignado le grito: "¡Godofredoooo, cómo has atravesado las 1000 hojas de mi colección sobre el lirón careto!"
Y me contesta con desparpajo: "¡mil, no!".
Voy a comprobarlo ... ¡Y, encima, tengo que darle la razón al puñetero gusano! ¡No son mil!
Nota: olvidaos de las tapas. Como si no existieran. Sólo cuentan las hojas.
No hay mayor placer que encontrar la solución por ti mismo. Pero, si no eres tenaz y te rindes, aquí tienes la solución.
***
Para resolverlo no se necesita otra cosa que el sentido común y tenacidad a prueba de tentaciones de mirar la solución.
Es un problema sorprendente, y de los que dan gran placer al resolverlo por ti mismo.
No te rindas y lo disfrutarás.
Y luego nos lo cuentas.
Nota: olvidaos de las tapas. Como si no existieran. Sólo cuentan las hojas.
No hay mayor placer que encontrar la solución por ti mismo. Pero, si no eres tenaz y te rindes, aquí tienes la solución.