domingo, 23 de septiembre de 2018

El 112 de la Beaumont, Cáseda y Gallipienzo

Calle Nueva 12. Aquí ocurrió el tiroteo
Cuando he leído la conversación entre el vecino de la Calle Nueva de Cáseda, encerrado a cal y canto, suplicando, implorando angustiosamente a la operadora de SOS Navarra que llamara a la Guardia Civil (“Avisen por favor al cuartel de la Guardia Civil, que están a un minuto”), me he dado cuenta de que si estoy vivo es porque hace unos 20 años no era consejera de interior la Beaumont.

Gallipienzo, hace unos 20 años
Calle Medios, Gallipienzo
Habíamos llegado la tarde-noche del viernes a fiestas de Gallipienzo y, al entrar en el bar, nos llamó la atención que estuviera casi vacío.
Un individuo de unos 25 años, sentado en la barra, exigía al camarero que le diese una botella de pacharán. Éste -18 años- se la negaba porque había recibido la orden del dueño del bar de que no se la diera, ya que el joven estaba muy pasado.
Frustrado, se mostraba cada vez más agresivo e insultaba gravemente al camarero.
Vi desde el bar, a través de cristal de la puerta, que había gente en la terraza y, cuando abrí la puerta, aluciné de que hubiera tanta (10-15 personas). Les propuse que echáramos entre varios a ese impresentable del bar. Y me respondieron: “Atrévete tú. Ayer andaba con un machete”.
Volví al local y ahí seguía, más chulo que un ocho, sentado en la barra e insultando.
Nadie se atrevía a entrar ni a salir, pero, bastante rato después, entró un hombre mayor, hijo del pueblo, y extrañado de la actitud del joven desconocido, le preguntó:
-¿Qué haces sentado ahí? ¿De dónde eres tú?
Bar Los Buitres, Gallipienzo Antiguo
El chulo, todo orgulloso, le dijo:
-¡De Donostia!
Y el hombre mayor:
-¿De Donostia? ¡Pues vete a hacer hostias de aquí!
Como una fiera, el impresentable saltó de la barra y fue a atizarle a la persona mayor, a quien yo conocía y apreciaba.
No me quedaba otra. No me preguntéis cómo (le doblaría la edad y él era más corpulento), pero le paré el golpe y lo inmovilicé en el suelo.
El impresentable, a pesar de sus intentos, no lograba soltarse de la presa que yo, con mucho esfuerzo, le hacía. Pero le decía a un chavalico (enseguida vi que era su hijo): “vete a casa y trae la carmela”. Y el mocete, todo asustado: “papá, la carmela no, la carmela no”. Por lo visto, no era la primera vez que la usaba.
Cuando ya, agotado, no podía sujetarlo por más tiempo, le dije “te voy a soltar, pero no vuelvas por aquí”.
Y por fin se fue.
Dejé el vino que me había estado tomando y me pedí una caña porque, como podéis imaginar, tenía la boca seca y una excitación inmensa. Empezamos a comentar la jugada y...
No me había tomado un par de tragos cuando unos gritos, golpes de metal contra piedra.., y unas voces: “¿dónde está ése de blanco?”, me hicieron sospechar, sin ninguna duda, que el impresentable volvía a por mí.
Agarré un taburete, de madera maciza, para protegerme, y salí a la puerta esperando lo peor.

"La carmela"
Y justo, justo en ese mismo instante [aún me emociono cuando lo estoy escribiendo], dos ángeles verdes entraron en escena. Y uno de ellos le dijo al impresentable: “¡tira eso al suelo!”.
Ya podéis imaginar qué era “eso”. Sí, “la carmela”: un hacha de doble filo, con la que tenía toda la intención de hacerme un peinado con una raya bien señalada en la cabeza... o donde me pillara.
¿De qué cuartel eran esos dos angelitos verdes? ¡De dónde iban a ser, pues de Cáseda, a un tiro piedra de Gallipienzo!

Nunca supe quién les llamó -y aprovecho esta primera vez que lo cuento públicamente para agradecérselo-, pero aquel 'alertante', si en vez de llamar directamente a la Guardia Civil de Cáseda, llega a llamar al 112 de la Beaumont y la operadora le entretiene con la misma maniobra de distracción que vais a comprobar a continuación, haría más de 20 años que el Pachicu estaría criando malvas:

Alertante: Mis vecinos de enfrente, dice mi mujer que están tirados en la calle. Avisen por favor al cuartel de la Guardia Civil que están a un minuto, que suban inmediatamente.
Operadora: Ahhh... cuántas... O sea, ¿hay dos personas en el suelo?
A: Dice que hay tres personas tiradas en la calle
O: ¿Tres?
A: Tres, sí, ensangrentadas
O: ¿Con sangre? [Si no fuera por la angustia, esto sería lo más cómico]
A: Sí, le ruego que avise a la Guardia Civil inmediatamente que suban, que suban.

256,42 metros separan, en línea recta, el puesto de la GC del nº 12 de la Calle Nueva (pincha)
Cáseda, martes 18.09.18 18.54.36 horas
Fue la segunda llamada que recibió Sos Navarra el martes 18, alertando de que alguien estaba disparando en la calle
G. GONZÁLEZ / C. REMÍREZ Pamplona
La llamada de la discordia fue la segunda que recibió Sos Navarra alertando del triple crimen de Cáseda. Según la transcripción literal de las comunicaciones a las que ha tenido acceso este periódico, la primera se dio a las 18.53.02 horas del martes. Un hombre avisaba de una fuerte pelea en la calle cuando, en mitad de la conversación, se escuchan cuatro detonaciones. La operadora de Sos Navarra pasó entonces al alertante con el Centro de Mando y Coordinación de Policía Foral. Desde allí, tras recibir los primeros datos, se le informó de que enviaban a agentes para allí.
La segunda llamada a Sos Navarra fue la del vecino que denunció la respuesta que recibió por parte de la operadora del 112. Telefoneó a las 18.54.36 horas y duró 2 minutos y 44 segundos. La transcripción literal es la siguiente:
Operadora: ¿Tres?
Alertante: Tres, sí, ensangrentadas
Operadora: ¿Con sangre? 
La transcripción literal de la llamada
Operadora: Sos Navarra, buenas tardes.
Alertante: Hola, buenas tardes. Mira, te llamo porque ha habido un tiroteo aquí en Cáseda, no sé si tenéis noticias.
O: Han llamado, sí, ¿qué es lo que ocurre? ¿Puede facilitarme algo de información?
A: Mis vecinos de enfrente, dice mi mujer que están tirados en la calle.
O: ¿Qué?
A: Mis vecinos de enfrente, dice mi mujer que están tirados en la calle. Avisen por favor al cuartel de la Guardia Civil que están a un minuto, que suban inmediatamente.
O: Ahhh... cuántas... O sea, ¿hay dos personas en el suelo?
A: Dice que hay tres personas tiradas en la calle
O: ¿Tres?
A: Tres, sí, ensangrentadas
O: ¿Con sangre?
A: Sí, le ruego que avise a la Guardia Civil inmediatamente que suban, que suban.
O: A ver, mis compañeros están avisando. El cuartel de la Guardia Civil, que vivan ahí no quiere decir que vayan desde ahí.
A: Están a un minuto, que suban inmediatamente que hay un tiroteo, que una persona pegando tiros, que suban que tienen autoridad para pararlos, por favor.
O: A ver, estamos pasando el aviso a policía para que vaya a evaluar, ¿vale?
A: Pues yo creo que deberían pasar el aviso al cuartel de la Guardia Civil más cercano, que está a un minuto, a un minuto, que pueden venir andando. Que vienen armados y pueden hacerse cargo, no entiendo, no lo puedo entender.
O: A ver, vale, la Guardia Civil si no está de servicio el personal que está en el cuartel no acude.
Yo porsiaca...
A: Yo flipo... Te juro que flipo, es una urgencia.
O: Ya, pero si no están trabajando
A: Están matando gente y no están trabajando y no acuden.
O: A ver, que si no están de Servicio no acuden, o sea, se le pasa el aviso tanto a Policía o a...
A: Hagan ustedes lo que consideren... Me he puesto nervioso pero ha sido...
O: Vale, vale, una cosa, ¿esas personas se mueven del suelo?
A: Estoy en mi casa encerrado y no salgo a la calle porque hay una persona pegando tiros, le estoy diciendo.
O: Vale, ¿puede ver esa persona quién es?
A: ¡No, no me puedo asomar!
O: Vale
A: ¡No me puedo asomar! ¡Usted lo entiende! ¿Usted me entiende lo que le estoy diciendo?
O: Le estoy entendiendo, están llamando varias personas y estamos intentando recabar información que le estamos facilitando a la Policía y también al Servicio Médico.
A: Es a la altura del número 12 de la calle Nueva.
O: Vale, donde la residencia, ¿verdad?
A: En la calle de más arriba, en la que sube...
O: Vale, tres personas en el suelo y hay una que está pegando tiros
A: Entiendo que hay alguien que les mata, coño, que no se mueren solos ni se desmayan. Joder, no lo he visto, no lo he visto. He escuchado disparos y estamos encerrados en casa, punto.
O: Vale, pues continúen encerrados, ¿vale?
A: Por supuesto.
O: Vale, hasta luego.

¡¡¡VERGONZOSO!!! 

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