domingo, 26 de febrero de 2012

El Cristo Alzado


Sé muy bien qué les empuja. La mayoría serán creyentes. Seguramente, muchos serán también de derechas... Pero estoy convencido de que, como los agnósticos y ateos impenitentes que arrastran los pasos en la Semana Santa sevillana, todos, absolutamente todos, se mueren de amor por las cosas de su ciudad. En el caso de estos mozorros (del vasco mozorro: careta, máscara, disfrazado...) pamploneses, son auténticos (no sé si existe el palabro) iruñazales.
Me he preguntado a menudo por qué van enmascarados. ¿Será que les da vergüenza que los vean? Y yo creo que no es ésa la respuesta. Quieren pasar desapercibidos porque saben que no hay mayor felicidad que ver a alguien emocionarse con algo y ser tú (calladito como un muerto) el autor de esa emoción.

martes, 21 de febrero de 2012

Pedro Ugalde (3): "San Sebastián"

...la conjunción de la tierra, (el cielo) y el mar (pincha, por favor)

Dedico con todo mi corazón esta música a Aingeru Bengoechea (1), quien en 
vez de llevar ese apellido debían concederle el de DANOKO ETXEA ("la 
casa de todos") porque a todo el mundo acoge con alegría y afecto. P. Ugalde
Sonaba en la radio "Santander", por Jorge Sepúlveda, y aquel hombre la escuchó emocionado. Se acercó al piano y, tras unos momentos de concentración, sus dedos empezaron a desgranar las notas de un bolero y de sus labios surgió una canción de amor.
Una canción de amor por su ciudad, perla del mar, sitio ideal para amar y soñar.
Así fue como se hizo San Sebastián, la conjunción de la tierra y el mar:

San Sebastián, yo te llevo en el alma
desde que vi tu belleza y gracia sin par.
Quiero cantar por todos los rincones
mi admiración por la perla del mar.

Al pasear por tus montes y playas, ¡ay!
y contemplar tu bahía ideal,
creí estar en un mundo de ensueño:
la conjunción de la tierra y el mar.

San Sebastián solo hay uno en el mundo,
sitio ideal para amar y soñar.
¡¡¡San Sebastián!!!
Canta el ochote Ozenki
Pianista Javier González Sarmiento


(1) Periodista radiofónico donostiarra



miércoles, 15 de febrero de 2012

Pedro Ugalde (2): "Estampa koskera"


"Estampa koskera" tiene un aroma y sabor especial.
Comienza con fuerza, con la Diana de la Tamborrada de San Sebastián. Y tras rendirse a la evidencia de que los tambores llenan el corazón de cualquier donostiarra, nos trae un recuerdo delicioso de Errondo-chiqui (así lo escribían los periódicos a finales del XIX), aquel caserío en el que, además de comidas y meriendas, organizaban animados bailes los jóvenes donostiarras.
Ese camino de Errondo, por lo que se ve en las imágenes, debía de ser una maravilla. Tanto como ver venir en sus carros a las caseritas con los productos que traían a los mercados de La Brecha o San Martín.
Finalmente, termina Perico Ugalde con un canto apasionado a la belleza de la ciudad, perla del mar, que lo vio nacer.
La interpretan los Pomposhos, fanfare (así se autodenominaban) dirigida por Miguel Miralles, que en los años 70-72 dejó registrados cuatro discos en la BNE. Lo mejor de este grupo fueron sus actuaciones en la calle. Como su nombre indica (ostentoso, magnífico...), vestían exageradamente elegantes y tenían un arte especial para combinar la buena música con el buen humor. Basta ver la carátula del disco:

Estampa koskera (1)
(Pedro Ugalde 1906-1994)
Que somos de San Sebastián
nadie, nadie lo ha de negar:
nada más al mundo llegar,
nos pusimos a tamborrear (2).
Tamborcitos de los Reyes (3),
tamborcitos del colegio...
to'a la vida, to'a la vida,
tamborrear y tamborrear.
Las caseritas de Errondo bajan
con patatitas a la ciudad,
para que Pachi, entre bromas y envidias,
las guise y coma,
con gran delicia, en la sociedad.
San Sebastián, San Sebastián,
bonita eres y señorial.
San Sebastián, San Sebastián,
¡qué bien te llaman "perla del mar"!
Con la bahía que enmarca tu playa
llena de olitas que vienen y van;
con sus vigías Urgull e Igueldo
y Santa Clara que cierra el collar.
(1) "Koskero", en principio, significa "perteneciente a la Parte Vieja de San Sebastián", como en el "barrio koskero" de la vieja canción. Pero es un concepto que puede estirar o encoger su extensión. Todo depende del contexto.
Si hablamos de "merluza a la koskera", algunos lo traducen por "merluza a la donostiarra" o, estirando aún más su alcance, por "merluza a la vasca".
Si, por el contrario, el tema va de "koskeros" y "josemaritarras", reducimos su extensión: se llama koskeros a los bautizados o pertenecientes a la iglesia de San Vicente, mientras que los de Santa María son josemaritarras.
¿Y por qué se llaman así?
Por las páginas que he consultado, hay un consenso general en que los koskeros llevan dicho apelativo por las koskas del empedrado que rodea a San Vicente. Koska significa "mella, muesca".
En cambio, nadie parece saber el origen de josemaritarras. Algunos hablan del "josemari(tar) za(ha)r eta gazte" de la "Marcha de San Sebastián", musicada por Raimundo Sarriegui; pero estamos en lo mismo: ¿por qué el autor de la letra, Serafín Baroja (padre de Pío) utiliza esa expresión? Con todos los riesgos de meter la pata, pienso que el "josemaritarra" bien podría ser una evolución de "san(t)maritarra", o sea, los pertenecientes a la parroquia de Santa María. O, aún mejor, tomándoles el pelo a los de Santa María, de la expresión "Jesús, José y María...". Pero, maestros tiene la bella Easo...

(2) Tiene gracia que el diccionario de la RAE traiga "tamborilear" y "tamborrada", pero no venga en él tamborrear, expresión usual en San Sebastián.

(3) El Olentzero navarro (Vera, Lesaca) no llevó (al menos de forma significativa) juguetes a los niños donostiarras hasta los años 70 y pico.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Pedro Ugalde (1): "Parte Vieja donostiarra"



Actualización Tamborrada 2017
Siempre que se celebra una nueva tamborrada, no puedo evitar recordar los nueve años -desde el 79 al 88- que viví en San Sebastián. Años de plomo, durísimos, pero en los que disfruté de las carreras por la orilla del mar en la playa de Ondarreta y, muy especialmente, de los potes y pinchos por la Parte Vieja. Allí, en su propia salsa, conocí esta bellísima habanera, verdadero canto al disfrute, a la alegría y al buen humor.
Me ha llegado la noticia de que en el II Festival de Habaneras Ciudad de Burlada 2017, ésta de Pedro Ugalde se va a erigir en protagonista, al ser interpretada por todos los coros a la vez, con arreglos de Félix Lus y actuando Andoni Sarobe de solista. Mi más cordial enhorabuena a Ángel Inda por tan acertada elección. Esperaremos ese día con anhelo porque es algo que en jamás de los jamases nos podemos perder.
***
No recuerdo muy bien el contexto, pero cuando le oí a Santi, un maño, cantar a voz en cuello en el Erreka eso de "¡Parte Viejaaa donostiarraaa..!", me hizo recordar esa preciosa habanera que alguna vez había oído en mi estancia de 9 años en San Sebastián. Le pregunté de qué la conocía y me dijo que su mujer, Maite, era nieta del  compositor de "Parte Vieja donostiarra".
Pedro Ugalde (1906-1994) es de San Sebastián. Pocos temas describen con tanto cariño y admiración el ambiente del barrio koskero como "Parte Vieja donostiarra". En forma de habanera, el texto y la música fueron escritos, compuestos y editados, en 1951, por él. 
Hay muchos donostiarras (y también otros que no lo son) que, con esta pequeña ayuda, podrán desolvidar esta hermosa melodía cantada por el Orfeón Donostiarra y, de paso, recordar el Barrio Viejo de aquellos años.

PARTE VIEJA DONOSTIARRA
(Pedro Ugalde 1906-1994)

Borrar penas quise un día,
penitas que tuve de amor;
y el mundo recorría
sin aliviar mi dolor.
Hasta que en fecha dichosa caí en San Sebastián
y una noche deliciosa en su Parte Vieja entré.
Y allí se fueron mis penas,
allí se fue mi dolor.

Parte Vieja donostiarra,
¿qué tienes que tanto atraes?
A quien cojas con tus garras
para siempre lo avasallas. (1)
Cuando entro por tus calles,
se me olvidan los pesares.
Y unas veces me iluminas
con tus brebajes que fuego tienen;
y otras veces tus mujeres
son las que encienden mi corazón.
¡Barrio viejo donostiarra,
tú has alegrado mi vida!

Cuando se acerca la noche,
despiertas de un sueño feliz;
y los hombres van a verte,
las mujeres a lucir.
Y de pronto en una tasca suena un acordeón,
y en la Sociedad koskera canta alegre un orfeón.
Id, que se acerca la fiesta,
la fiesta del buen humor.


(1) A mucha gente nos extraña la expresión "lo avasallas", porque entendemos como que lo atropella. He puesto un enlace en el que se ve que lo que nos quiere decir Perico Ugalde es que "lo hace vasallo para siempre".
No me resisto a ofreceros esta versión del mismo Orfeón Donostiarra pero con voces mixtas y un final espectacular.

jueves, 2 de febrero de 2012

El mejor jeroglífico del mundo

Pedro Ocón de Oro publicó más de 600.000 pasatiempos. Su labor creativa fue también recreativa. Lograba que su página fuera la más arrancada del periódico del bar, la que tantos miraban y remiraban durante días en busca de la solución.
***
Como bien sabéis, Pedro Ocón de Oro ha sido el creador de numerosos pasatiempos: crucigramas, jeroglíficos...
Piedra de Rosetta
De todos ellos recuerdo un pasatiempo que me llamó tanto la atención, que lo utilicé durante muchos años en mis clases, tratando de despertar la imaginación y el ingenio de mis alumnos.
Se trata de un jeroglífico ("sagrada escritura"). Para quien no sepa de qué va, un jeroglífico es un acertijo en el que hay que descubrir una palabra, una frase... a partir de imágenes o signos que están dentro de un recuadro.
Aquel jeroglífico me maravilló, sobre todo, por su economía de medios: con muy poco "dice" mucho.
Además, me permitía descubrir el nivel de mis alumnos: era un auténtico test de inteligencia.
Nunca nadie dio con el resultado sin ayuda. Yo iba dando pistas y los que creían haber encontrado la solución, la apuntaban. Miraba su cuaderno y les felicitaba... o les invitaba a seguir pensando con la pista siguiente.

1. El mejor jeroglífico del mundo (y el más puñetero)
Os lo cuento como a mí me lo contaron:
"Un día le preguntaron a Ocón de Oro:
- Oiga, don Pedro, ¿de dónde saca usted ese ingenio para hacer tantos crucigramas, sopas de letras, pasatiempos ..?
Y él les respondió... con este jeroglífico:

don Pedro, ¿de dónde saca tanto ingenio?   "

(Pistas y solución en 3. Vete de una en una, tapando las de abajo)

2. El más fácil del mundo
De todas formas, y espoleado por la simplicidad del jeroglífico de Ocón, inventé uno que aún es más económico, ya que no usa más que el recuadro, y además es tan sencillo que no voy a dar ni pistas ni solución.
Para que os vayáis entrenando:

¿Qué deporte hace Mark Spitz?

3. Pistas para el jeroglífico de Ocón de Oro
Pista 1. Lo que hay dentro del recuadro es la letra u




Pista 2. No hay nada más. Tan sólo la u




Pista 3. Solamente la u




Pista 4. La u, solamente





Pista 5. U solamente




Pista 6. Usolamente




Pista 7. Uso la mente (ésta es la solución)


4. Pedro Ocón de Oro
Pedro Ocón de Oro (Madrid, 1932 - Madrid, 27 de junio de 1999)​ fue el creador e inventor de numerosos pasatiempos en lengua española publicados en libros y en el diario ABC.
Con sólo 16 años ganó el concurso de crucigramas del Diario Madrid, y ese mismo año de 1948 comenzó a crear sus propios pasatiempos, campo en el que fue prolífico en sus cuarenta años de dedicación al oficio. El oconograma, el cuadrograma, y la transfusión de letras, fueron también creaciones suyas.
Sus creaciones se publicaron en numerosos periódicos españoles e iberoamericanos, así como en las cuatro publicaciones que él mismo dirigió: Pasatiempos de Oro (1958), Crucigramas Oconoro (1968), Sopa de letras (1976) y Juegoramas.
En Diario de Navarra empezaron a aparecer sus creaciones en 1958. El 08/07/1999 da la noticia: Murió Pedro Ocón de Oro, que estaba considerado como "el rey de los crucigramas" y señala su trayectoria de medio siglo.
Pedro Ocón de Oro publicó más de 600.000 pasatiempos y fue el creador de la sopa de letras y del primer crucigrama blanco en España.
Su labor creativa fue también recreativa. Lograba que su página de pasatiempos fuera la más arrancada del periódico del bar, la que tantos miraban y remiraban durante días en busca de la solución.
Sus hijas Chelo y Paloma han proseguido su labor hasta nuestros días.