jueves, 30 de junio de 2011

Del Chupinazo 2010 al de 2011. Pamplona, blanco y rojo

El pasado martes 21.06.11, el juzgado de menores de Pamplona dejó visto para sentencia el juicio contra tres jóvenes por su participación en los incidentes del Chupinazo de 2010. Otros trece más, mayores de edad, se encuentran a la espera de juicio.
En los altercados resultó herido un madrileño de 31 años, al que impactó en la cabeza una de las botellas que se arrojaron contra efectivos de la Policía Municipal. El joven, J.C.A.R., que fue operado y permaneció ingresado en la UCI varios días, perdió el habla y la movilidad en la parte derecha del cuerpo y a día de hoy continúa la rehabilitación en el centro Estatal de Atención al daño Cerebral, de Madrid. (Desde este blog, J.C.A.R., te deseamos una total recuperación)
En el juicio ahora celebrado, uno de los menores reconoció haber lanzado una botella.
Amigo de camisa roja: que sepas que lo que intentaste hacer no quedará en el olvido
Unos días antes del juicio, el 16 de junio, los implicados, acompañados de familiares y de representantes de varios colectivos, dieron una rueda de prensa en la que responsabilizaron “a UPN y a su policía municipal” de los incidentes, ya que ellos lo único que hicieron fue exhibir una bandera (la ikurriña) perfectamente legal, mientras que la policía cargó contra ellos con toda brutalidad.
La grabación que han hecho de la rueda de prensa no tiene desperdicio: la parafernalia habitual: ikurriña, pendientitos, familiares con fotos de los municipales repartiendo... No voy a añadir nada. Simplemente traducir por libre lo que se dice en lengua vasca: que las imágenes dejan bien clara la irresponsabilidad de la Policía Municipal; que la orden era la de quitar a toda costa la ikurriña, un símbolo del pueblo; que para conseguirlo pegaron a todo aquel que les resultaba sospechoso de independentismo; que utilizaron porras extensibles de metal...
Pero no puedo evitar hacer unas cuantas precisiones. O, mejor que yo, José Javier Orzaiz Ansó, con 27 años de servicio como policía municipal:
  1. Ni la ikurriña, ni ninguna otra bandera están prohibidas en la Plaza Consistorial. Otra cosa son pancartas, banderas... que por sus dimensiones (la que les fue retirada medía 50 m2) puedan molestar o crear una situación de riesgo en un espacio abarrotado. De hecho, 40' antes del chupinazo fue retirada una bandera gallega de grandes dimensiones sin ningún incidente.
  2. Quienes ahora hablan de la Plaza Consistorial como un espacio festivo llevan muchos años intentando convertirla en el escenario de sus reivindicaciones, introduciendo, pocos minutos antes del chupinazo, a empujones y puñetazos, no sólo ikurriñas gigantes, sino grandes pancartas pro etarras presos, grandes pancartas de apoyo a ETA e, incluso, anagramas de ETA. Su lema de "jaiak bai, borroka ere bai" los delata. De esta manera, toman como rehenes a toda la  gente que se encuentra en la Plaza Consistorial disfrutando de la fiesta en paz.
  3. José Javier se alegra de que, aunque con 12 meses de retraso, estos chicos se hayan solidarizado con el joven madrileño que sufrió el botellazo. En este aspecto siento discrepar. A mí me parece el mayor acto de cinismo. Primero porque lo incluyen, como se ve en la rueda de prensa, como un herido más de los incidentes causados, según los convocantes, por la policía municipal. Y segundo: si tanto lo sienten, ¿por qué no asumen su responsabilidad en el lanzamiento de botellas contra los municipales? Tan sólo uno, un menor, ha reconocido haber tirado una botella.
Las imágenes de las que hablan son unas imágenes servidas también por Ateak Ireki y tituladas "objetivamente" "Carga policial contra la ikurriña". En ellas podemos ver la entrada de la Policía Municipal a la Plaza del Ayuntamiento desde Calceteros para retirar una ikurriña de 50 m2 que pretendían desplegar.
    En este segundo vídeo, de Benbensusan, vemos la retirada de los municipales por Calceteros hacia Chapitela con el objetivo conseguido. Fijaos en el segundo 38", en un recuadro rojo veremos con horror el impacto de una botella enorme contra la cabeza del joven madrileño. Lo que a él le hicieron, nos podían haber hecho a cualquiera:

    Análisis de la intervención policial
    Antes de nada, quiero mostrar mi admiración a esa docena de municipales, ayudados por tres o cuatro no uniformados, que fueron capaces de cumplir una orden.
    Pero tenemos que aprender de lo que entonces sucedió para saber, por lo menos, lo que no hay que hacer.
    1. Con la mejor voluntad del mundo, con la idea de que en Pamplona no se debe permitir que sistemáticamente se utilice el Chupinazo, siempre, por los de siempre y para lo de siempre, se envió a una docena de municipales a una misión complicadísima. Hubo momentos en los que los agentes dudaban de si eran capaces de cumplir la orden que se les había dado.
    2. Tambien hay que decir que la actuación policial fue arriesgadísima para la gente que llenaba la plaza (peligro de estampidas) y para los propios agentes (riesgo de linchamiento). Es evidente que, si el argumento para impedir la entrada de banderas gigantes es el riesgo y las molestias para otros usuarios, el remedio fue peor que la enfermedad.
    3. Los individuos a los que tuvieron que enfrentarse aparecen, encima, como víctimas. Son los que sin dar, casi, una patada, un puñetazo... reciben valerosamente los porrazos de los municipales por defender, simplemente, su ikurriña.
    Una vez conseguido el objetivo de retirar la bandera gigante, los agentes no son aplaudidos, sino insultados, abucheados y con riesgo de recibir un botellazo.
    Mucha gente dirá: "Después de visto, todo el mundo es muy listo". Pero yo me hago estas preguntas: ¿por que nuestros agentes no llevaban casco? ¿por qué fue sólamente una docena? ¿por qué les mandaron ir a por la ikurriña y dejaron que exhibieran la pancarta de los presos? ¿Mereció la pena esa arriesgada intervención? (Ver nota al final)

    Propuesta
    Faltan 5 días para el chupinazo 2011. El de este año, como habéis visto, se encuentra mediatizado por los sucesos del cohete del año pasado.
    Los propios convocantes de la rueda de prensa animan "a la juventud y sectores progresistas" (¡qué tendrá que ver la ikurriña del racista Sabino Arana con la juventud y con el progreso!) a exhibir la ikurriña.
    Los resultados electorales de "Vildu" (sí, con "uve" de vil, mientras no condenen a ETA) no animan precisamente a pensar que tendremos un Chupinazo en paz, ni en la Plaza Consistorial ni en el propio Ayuntamiento.
    Como lo van a seguir intentando, mi propuesta es que los municipales no entren uniformados a la Plaza del Ayuntamiento, sino que vigilen las entradas y, sin uniforme, graben y saquen fotos de los balcones desde los que se les echan las pancartas, de quienes las llevan hacia el centro... Es más eficaz una fuerte sanción que un porrazo.
    En cuanto a la gente que está en la Plaza Consistorial recordarles que quienes exhiben la ikurriña en el Chupinazo, exhiben también la pancarta de los etarras presos y el anagrama de ETA, como lo vemos año tras año. Esa ikurriña no tiene nada que ver con la que, por ejemplo en el País Vascofrancés, simboliza la región, la lengua y cultura propias de la zona. Esa ikurriña no es "la bandera de todos los vascos", ni siquiera la de todos los independentistas: es la ikurriña de ETA. Y quiero añadir que lo que en Navarra hay de vasco, está perfectamente representado por la bandera de Navarra. 
    En Navarra, y sobre todo en San Fermín, ya sabemos: "ikurriña, motivo de riña".
    Y Pamplona, blanco y rojo.

    Nota: Diario de Navarra 02.08.11: Un total de 43 policías municipales de Pamplona que intervinieron en los dispositivos de seguridad del Chupinazo y la procesión de San Fermín, donde resultaron heridos siete agentes, han presentado una denuncia contra el área de Seguridad Ciudadana y la jefatura de la Policía Municipal por no dotarles "de los debidos equipos de protección individual". La denuncia se ha presentado en el Juzgado de lo Penal. En ella, los policías explican que han prestado servicios en estos actos "sin contar con una protección adecuada y sin ser informados previamente sobre los procedimientos a seguir". Los policías recuerdan que la Ley de Prevención de Riesgos Laborales establece que la administración "deberá velar por la seguridad de sus trabajadores" y que es "responsable de salvaguardar la integridad física de los mismos" y señalan que advirtieron antes de la necesidad de protegerse en estos actos.

    Nota de Desolvidar: Independientemente de que la Ley de prevención de riesgos laborales, en su artículo 3.2, excluya de su aplicación a los policías, su denuncia tiene, al menos moralmente, todo el sentido del mundo: no se puede mandar a nadie, en el Chupinazo, o en la encerrona de Curia, a que nos defienda con una gorra y una porra.
    Hay que defender, Sr. Alcalde, a quienes nos defienden, dotándoles de los medios adecuados en cada situación.

    viernes, 24 de junio de 2011

    La jubilación de Félix

    ¡Si hasta parece bueno! (pincha y lo comprobarás). Ahí está su mayor peligro
    Quiero recoger en estos cuatro vídeos lo que ha sido la jubilación de Félix.
    En este primero, titulado "Nasía pa posar", vemos a la culpable de que Félix haya cambiado ese carácter tan dispuesto a hacer putadas (algunas hasta con gracia) tan famosas que le hicieron ganarse a pulso el apelativo de "Mal". Por culpa de ella, como luego dirá Javier, Félix se nos ha vuelto hasta afable:


    Escuchemos ahora el discurso de Javier. Un gran discurso, sin duda. Muy bien estructurado y con las dosis justas de humor y de emoción. Quizás abuse un poco del panegírico, pero es que a Javier le puede la admiración y el cariño: siempre se ha rendido ante las indiscutibles cualidades de su Jefe de Departamento.
    Lo siento, pero no pude captar el comienzo del discurso; una frase en latín que dice así: si amicum habeam, felix sim (si tuviera un amigo sería feliz). Las elocuentes palabras de Javier siguen así:


    En la respuesta de Félix hay ironía, visión certera de lo que les espera a los que aún no han podido jubilarse, hay agradecimiento a todos los sectores de Ibaialde por los años que ha pasado y por haberse sentido muy querido. He echado en falta alguna lagrimita, pero bastente tenía con el nudo en la garganta por culpa de la corbata.


    Finalmente llegaron los regalos. Pero el mejor, Adriana.



    Y después el increíble retrato que le hizo Iñaki al homenajeado. ¡Si parece un actor!


    viernes, 17 de junio de 2011

    Y el séptimo descansó. Pero el octavo siguió trabajando


    Como veis, seguimos con los cuentos. El de hoy lo he escuchado muy recientemente, pero se basa en el cuento más antiguo que conozco. He dicho "escuchado" cuando debería haber dicho "mirado", ya que está dibujado en nueve vidrieras de la piscina a la que acudo a diario. Las siete primeras respetan literalmente al viejo libro, el capítulo primero del Génesis, pero la octava y novena son de la cosecha del artista:


    Cuentos, mitos y leyendas, además de intentar dirigir nuestras conductas, buscan una explicación del hombre y del mundo. Pero esa explicación, aunque a veces lo pretenda, no es fundamentalmente racional.
    Y esto es lo que le ocurre al relato del Génesis, en el que, en una especie de "escalera sanferminera", Dios crea el mundo en siete días.
    Si analizamos cada uno de los "días" con un mínimo de espíritu crítico, veremos que está plagado de errores y contradicciones.
    A mí siempre me llamó la atención que Dios hiciera el Sol (Luna y estrellas) nada menos que el cuarto día. ¿De dónde venía la luz del primer día? ¿cómo realizaban la fotosíntesis las plantas del tercero?
    Si Dios hubiera hecho el sol lo primero de todo, se habría ahorrado, de paso, hacer la luz el primer día (el sol y las estrellas alumbrarían suficiente) y no habría necesitado el día segundo en el que tuvo que "trabajar" para separar las "aguas de arriba" de las de abajo (el mismo sol conseguiría que el "agua de abajo" se evaporara formando nubes). Claro que en este caso, la semana (septimana, siete días) ya no tendría seis de trabajo y uno festivo, sino que se parecería más a nuestra semana actual, con dos días y medio de descanso para muchos trabajadores.


    En mi vida laboral me ha tocado dar clase de filosofía a algunos alumnos que eran Testigos de Jehová, Evangelistas... Cuando llegábamos a ciertos temas (el origen del universo, geocentrismo/heliocentrismo, la evolución, el origen de la vida, del hombre, el inconsciente...) algunos de ellos esgrimían lo que decía la Biblia para enfrentarse a lo que se enseñaba en los libros de texto que seguíamos en clase.
    Yo siempre les decía lo mismo: "si crees que las cosas ocurrieron como literalmente dice la Biblia, estarás, en muchos casos, en conflicto con la Ciencia y la Filosofía. Pero Fe y Razón no tienen por qué ser incompatibles. Por ello te aconsejo que hagas una lectura de la Biblia, que la interpretes de tal manera que te permita creer en Dios y en el Hombre. Nada te impide creer que detrás del Big Bang está Dios. ¡Ah! Pero para el examen entra lo que dice el libro de texto".

    En resumen, la existencia de Dios, a pesar de los argumentos de Agustín de Hipona, Anselmo de Cantebury o Tomás de Aquino, no se puede demostrar. Pero su no existencia, a pesar de los intentos de Epicuro, Marx o Nietzsche, tampoco. Por tanto, el que es creyente, agnóstico o ateo, lo es porque le da la gana, porque sus experiencias vitales le han llevado a esa postura. En cambio, lo que la ciencia afirma, sí se puede demostrar o, al menos, falsar. Y, mientras nadie false una teoría, la tienes que aceptar, no porque te dé la gana, sino porque se impone a tu racionalidad.

    ***

    Volviendo a las imágenes de las vidrieras de la piscina, quiero expresar mi admiración al artista por su bonito intento de compatibilizar Religión y Ciencia, y mi agradecimiento por mantenerme distraído durante los aburridos largos de natación.
    [Actualización 21.06.11: acabo de hablar por teléfono con el autor de las vidrieras. Se trata de Matías Espinosa Palencia quien, tras haber sido profesor de Plástica durante muchos años en los Maristas de Pamplona, se encuentra ahora en los de Alcalá de Henares. ¡Gracias, Matías!]

    domingo, 12 de junio de 2011

    Dormitalería, 18: Lo que no cuentan los cuentos

    Los cuentos y poemas que aparecen en esta entrada, se ruega encarecidamente (especialmente a las abuelas) no contárselos a los niños, ya que se basan en  el miedo, el horror... como medios para conseguir unos fines, todo lo respetables que se quiera, pero que quedan contaminados por el terrible instrumento que utilizan.
    No es lícito traumatizar, amedrentar a los niños (y menos a nuestros niños) justificándolo en que "es por su bien", "es para que aprendan"...
    Hoy en día hay otros sistemas. El mejor: el amor. Precisamente porque lo quieres, porque la amas, jamás los amedrentarás.
    Porque, en contra de lo que dijo el teólogo jesuita Hermann Busenbaum ("cum finis est licitus, etiam media sunt licita"), el fin no justifica los MIEDOS.

    En aquel dormitorio (con alcoba) de la calle Dormitalería (valga la redundancia), cuando estábamos todos (unos ocho) acostados, solían correr, bastante a menudo, romances, historias graciosas... Pero, sobre todo,  recuerdo un par de cuentos "infantiles" (hoy les pondríamos 3 ó 4 rombos) que no entendía muy bien, pero que conseguían dejarme sobrecogido. ¡Más vale que no dormía sólo!
    Si, en la escuela, la letra con sangre entraba, en la calle, en casa.., la prudencia, el respeto... entraban gracias al miedo. No sé que tiene el miedo, pero, como los kilikis, conseguía atraerme por lo que encierra de misterio y por el afán de superarlo.
    Luego me enteré de que algunos de esos cuentos y romances no sólo estaban extendidos por toda España, sino que constituían arquetipos universales que expresaban, según algunos, el inconsciente colectivo de la humanidad.
    En esta entrada, además de traerlos recitados (cosa que no he encontrado en la Red), intento darles un significado para poder entenderlos. Ese intento de explicación es lo que no cuentan los cuentos ni los romances.

    El collarcito de oro (...que en el zarzal me dejé...)
    Digo collarcito, pero podría decir anillo, zapatos... Ya que de este cuento se han recogido en España 18 versiones distintas.
    Se trata, básicamente de una niña que recibe un regalo de su madre (collar, anillo...) y, a pesar de la recomendación de ella, se va a jugar con el collar (en esta versión) puesto. Para no romperlo, se lo quita. Cuando anochece, vuelve a casa pero sin el collar. La madre le hace volver a buscarlo (¡mira que podía haberle dicho al papá que la acompañara!) y, cuando está en ello, en la noche aparece el "hombre del saco" que le dice que él lo ha guardado en el fondo del zurrón. Al asomarse, la niña es atrapada. El hombre la utiliza en las ferias y mercados para conseguir dinero haciendo creer a la gente que el zurrón canta. Por fin llega al pueblo de la niña donde un familiar reconoce la voz de la niña. Ella es liberada y el hombre tiene su merecido.
    Escuchemos el relato:


    (Nota: este relato lo he sacado del blog "Cuéntame un cuento, mamá". Gracias)

    La interpretación más básica nos dice que se trata de un cuento de advertencia: ¿ves lo que pasa por no obedecer a mamá? ... por andar por ahí de noche? ...por hablar con desconocidos? Pero, creo yo que, más concretamente, es un cuento de advertencia para niñas en la pubertad. No me parece descabellado decir que el anillo, el collar, los zapatitos... son símbolos femeninos que representan algo distinto de ellos. Y ese algo es, sin duda, la virginidad.
    En este caso, el cuento recomienda a la niña que no deje su virginidad en "cualquier zarzal", y menos sola y de noche, porque cualquier "hombre malo" podría aprovecharse de ella.
    Abundando en esta interpretación, en la versión que os he ofrecido, el "hombre malo" también tiene su merecido y "de tanto pinchar el saco" (saco: símbolo femenino) con la lanza (símbolo masculino) es "comido" por "sapos y culebras" (que cada uno lo interprete: sífilis, chancros, gonorreas.., en fin, todas las enfermedades de transmisión sexual).

    El convite (¡Bebe vino Don Alonso...!)
    De este antiquísimo romance no quedaba más que un par de versos (en la Ensalada de la Universidad de Praga, del siglo XVI) en la tradición escrita hasta que fue recogido en su obra sobre el romancero asturiano, de 1885, por Juan Menéndez Pidal (hermano de Ramón) en la tradición oral de esa preciosa Comunidad. Hay versiones en Cataluña, islas Azores, Brasil...
    Brevemente, el romance nos dice que Alonso, hombre casado, va a casa de su amante Mariana y le comunica que tiene una boda el domingo. Ella aprovecha para recordarle que esa boda debería ser la de los dos. Él le da largas diciendo que es la de un hermano suyo. Mariana, viendo imposible su deseo, prepara un brebaje que vierte en el vino. Y, aunque él desconfía y desea que ella beba primero, termina envenenado:



    Vengo brindado, Mariana,
    para una boda el domingo.
    -Esa boda, don Alonso,
    debiera ser conmigo.
    -Non es conmigo, Mariana,
    es con un hermano mío.
    -Siéntate aquí, don Alonso,
    en este escaño florido
    que me lo dejó mi padre
    para el que case conmigo.
    Se sentara don Alonso,
    presto se quedó dormido.
    Mariana, como discreta,
    se fue a su jardín florido;
    tres onzas de solimán,
    cuatro de acero molido,
    la sangre de tres culebras,
    la piel de un lagarto vivo
    y la espinilla del sapo,
    todo se lo echó en el vino.
    -Bebe vino, don Alonso;
    don Alonso, bebe vino.
    -Bebe primero, Mariana,
    que así está puesto en estilo.
    Mariana, como discreta,
    por el pecho lo ha vertido;
    don Alonso, como joven,
    todo el vino se ha bebido;
    con la fuerza del veneno,
    los dientes se le han caído.
    -¿Qué es esto, Mariana?
    ¿Qué es lo que tiene el vino?
    -Tres onzas de solimán,
    cuatro de acero molido,
    la sangre de tres culebras,
    la piel de un lagarto vivo
    y la espinilla del sapo,
    para robarte el sentido.
    -Sáname, buena Mariana,
    que me casaré contigo.
    -No puede ser, don Alonso,
    que el corazón te ha partido.
    -Adiós esposa del alma,
    presto quedas sin marido;
    adiós, padres de mi vida,
    presto quedaron sin hijo.
    Cuando salí de mi casa
    salí en un caballo pío
    y ahora voy para la iglesia
    en una caja de pino.

    (Nota: Esta versión asturiana  ha sido extraída de "Parnaseo". 
    En esa página se explican algunos conceptos.)

    La interpretación no tiene mayor dificultad: se trata de una venganza. Mariana no quiere ser más "segundo plato", sino que pretende ocupar el puesto de la esposa de Alonso. Y como éste no tiene ninguna intención...
    Llama la atención que Alonso se quede dormido en un banco, pero sabiendo que algunos escaños (y más el "escaño florido que me lo dejó mi padre para el que case conmigo") sirven también de lecho, no es de extrañar la somnolencia de él, tras yacer con Mariana.

    La asadura (¡María, dame la asadura...!)
    Este cuento era sin duda el que más miedo daba. Especialmente el final in crescendo, subiendo las escaleras, abriendo la puerta (para entonces ya estábamos con la cabeza debajo de la manta), y el agarrón final. ¡Y más vale que no sabía qué era la dichosa asadura!
    Este cuento tiene varias versiones (un viudo y su hija; una viuda y su hija..; el difunto es, a veces, difunta) pero básicamente nos dice, en la versión elegida, que la madre (pobre, al quedarse viuda) manda a la hija a la carnicería a comprar lo más barato, la casquería: vísceras, pulmones,corazón... La chica (como siempre) se distrae y, para cuando va a la carnicería, ya está cerrada. Entonces, no tiene mejor idea que sacarle las vísceras a su padre, recién enterrado, con la esperanza de que la madre no se dé cuenta del engaño. Y así es: se las comieron para cenar tan ricamente. Pero, una vez acostadas, se oye al padre difunto reclamar, cada vez más cerca y con más intensidad, sus pertenencias, hasta agarrar a la hija en el paroxismo final.


    (Nota: el relato ha sido extraído de  la Revista Alcántara)

    Si el cuento lo tomamos al pie de la letra, lo que esta historia pretende es, al parecer, condenar (con el castigo del miedo) rituales ancestrales en los que se comían las vísceras de los difuntos para apoderarse de sus virtudes (y, de paso, saciar el hambre).
    Pero mucho me temo que tiene que haber un significado más profundo que, lo siento mucho, a mí se me escapa.

    Érase un pobre lancero (cásado, cásado con una dama...)
    Este romance lo tenía totalmente olvidado. Cuando, hace unos años, lo leí parcialmente en el libro de Alejandro Ciarra (gracias por la partitura) "Canciones populares infantiles en las calles de Pamplona. Años 40", o cuando hace unos meses lo volví a leer completo en el blog de Nati (gracias, Nati, por la letra. Sin ti habría sido imposible desolvidarlo), tampoco fue capaz de provocar en mí el recuerdo. Pero me ha bastado escuchar en un piano las primeras notas, para caer en la cuenta.
    Según una hermana mayor que yo, esta canción la oyó alguna vez a chicas mayores que ella, saltando a la cuerda. Yo no tengo ni idea del contexto, pero sé, gracias a la música, que alguna vez la escuché.



    Érase un pobre lancero
    casado con una dama;
    la dama tenía un hijo
    mas hermoso que la plata.
    Cuando su marido se iba,
    la dama lo degollaba
    con un cuchillo de acero
    que le traspasaba el alma.
    Al retirar la sartén,
    el hombre en la puerta llama;
    - siéntate marido y come,
    que el niño en la calle anda.
    A los últimos bocados,
    el niño en el plato habla:
    - no comas más, padre mío,
    que soy tu hijo del alma.
    - ¿Quién te ha matado, hijo mío?
    - La dama , que es muy mala.


    Es difícil comprender esta truculenta historia sin recurrir al psicoanálisis. Tomarla al pie de la letra no tiene ni pies ni cabeza. Hay, por tanto, que ejercer una labor hermenéutica que intente explicar los conceptos que en el poema aparecen:
    1. "La dama lo degollaba...": no se trata de algo físico, sino de una castración psicológica ("la dama le cambiaba al niño el chip") que intentaba conseguir que éste se transformara en una mujer, una mujer exactamente como la dama.
    2. "Siéntate marido y come, que el niño en la calle anda". A mi juicio, aquí está la clave: "Ahora que el niño no está, hazme el amor".
    3. "El niño en el plato habla...": cuando el padre va a llegar al final ("últimos bocados"), el niño le advierte del engaño.
    En resumen, nos encontramos, en el fondo, ante una relación incestuosa inducida por la madre. Ésta, celosa del hijo y de la relación de éste con su padre, castra psicológica, pero muy dolorosamente, al chico y "lo prepara" para suplantarle a ella, sin que el pobre marido se dé cuenta ("el niño en la calle anda"), hasta que el chico desvela el engaño.

    domingo, 5 de junio de 2011

    La vieja radio de Dormitalería


    Es para mí un orgullo que la hija de José Novo Valle, autor de Soy texano, Más bueno que el pan, Hay una ventana en el cielo... se haya acercado a este blog:
    "Hola a tod@s. Soy la hija menor de José Novo Valle. Él murió hace dos años, a la edad de 97. Buscando noticias sobre él, he encontrado este blog y me he emocionado mucho al saber que todavía recuerdan sus canciones. ¡Muchas gracias por "desolvidar" a mi padre!"
    Muchas gracias a ti y a tu padre, al que seguro que ves en esa ventana que hay en el cielo (ver 7.)
    Desde 1942, cuando se casaron mis padres, hasta el verano de 1960 (cuando pasamos a vivir en la calle Aralar) vivimos en Dormitalería, 18, entresuelo, justo enfrente del Arcedianato. La radio, instalada en la cocina, era la fuente principal de música, radionovelas, anuncios.. En esa humilde cocina escuchábamos en Radio Requeté el programa del "Tío Ramón", que siempre terminaba con la frase: "Y un beso muy fuerte para el tío Ramón".
    En aquella época de mediados de los 50, a través de la radio, llegaban a España muchísimas canciones que yo creía procedentes de México (¡ya, ya! ¡Muchas venían de Vitoria!). Y ¡cómo no! llegaban también a aquella cocina por medio de la vieja radio.
    NotaMe hace gracia que en algún foro del Noticias sientan rendida admiración porque saquemos estas cancioncicas del olvido
    Mirad qué bonitos comentarios de Face!

    1. Además de "Primavera", de Pepe Guízar, de la que hablamos en su día, de aquella época recuerdo unas cuantas: "Escaleras de la cárcel", "Tres piedras negras", "Yo soy el aventurero", "Carta a Ufemia", "Qué más quisieras"...


    2. A una hermana mía le encantaba escuchar desde casa a un grupo de mozos que cantaban en el atrio de la Catedral esa de "Soy texano", de José Novo Valle, con partitura de 1958. Es una pena que no haya sabido encontrarla para traerla aquí. A ver si alguien... (Actualización 06.06.11: conseguido gracias a la gentileza de P.M.O.)


    Yo soy un texano pistolero, disparando el trigo recogí: saltaban los granos y, uno tras otro, en 500 sacos los metí.
    Luego disparé por la culata y a una vaca pronto la ordeñé, con tal puntería que toda la leche condensada en bote la saqué.
    Soy texano y disparando nací; soy texano y en Texas somos así.
    A balazos escribí en un pelo esta frase con gran precisión: "Del hueso del hombre Dios la mujer hizo y ese hueso fue la perdición".
    Contra los guijarros del camino a disparos también comencé; las piedras quedaron con tal simetría que un hermoso rancho edifiqué.
    Soy texano y disparando nací; soy texano y en Texas somos así.
    Pero, cuando menos lo esperaba, un invierno crudo comenzó; disparé a las nubes, y el fatal invierno bella primavera resultó.
    También disparé contra mi suegra y la bala en su bigote dio; rebotó la bala, retembló la tierra y hasta la pistola reventó
    Soy texano y disparando nací; soy texano y en Texas somos así.

    3. "Más bueno que el pan" (Actualización 06.06.11: conseguido gracias a la gentileza de P.M.O.), también de Novo Valle, me hacía mucha gracia porque era un ejemplo de la evolución de las rancheras y corridos hasta rizar el rizo:


    No hay una historia más cierta que la que voy a contar: la de un charro mexicano que era más bueno que el pan.
    Cierto que era un borracho, mujeriego y jugador, pero, por lo demás, era de los charros el mejor.
    Bien, es verdad que a disparos con todos andaba y que, además, a todita la gente insultaba, por lo demás, era un charro más bueno que el pan. Bien, es verdad que sin darse ni cuenta robaba, y que, al robar, muchas veces a algunos mataba, por lo demás, era un charro más bueno que el pan.
    Este charro bondadoso de la cárcel se fugó, apoderóse del sheriff y de un árbol lo colgó.
    Con la pistola en la mano en el pueblo era el terror, pero, por lo demás, era de los charros el mejor. 
    Bien es verdad...

    4. Otra que se oía mucho era "La calandria", de Manuel Hernández Ramos, quien hizo la partitura ya en 1950, pero que no fue grabada hasta el 55 en España, concretamente en San Sebastián. La letra no tiene desperdicio. ¡Qué malas son algunas mujeres y qué buenicos los hombres!
    Aquí la tenéis cantada por Pedro Infante:


    En una jaula de oro,
    pendiente de un balcón,
    se hallaba una calandria
    cantando su dolor.
    Hasta que un gorrioncillo
    a su jaula llegó,
    "si usted puede sacarme,
    con usted yo me voy".
    Y el pobre gorrioncillo
    de ella se enamoró;
    y el pobre, como pudo,
    los alambres rompió.
    Y la ingrata calandria
    después que la sacó,
    tan luego se vio libre,
    voló, voló y voló.
    El pobre gorrioncillo
    todavía la siguió
    p'a ver si le cumplía
    lo que le prometió.
    La malvada calandria
    esto le contestó:
    "a usted no lo conozco
    ni presa he sido yo".
    Y triste el gorrioncillo
    luego se regresó,
    se paro en un manzano
    lloró, lloró y lloró.
    Y ahora en esa jaula,
    pendiente del balcon,
    se encuentra el gorrioncillo
    cantando su pasión.

    5. Y siguiendo con las avecillas, otra canción melancólica que me ponía muy triste: "Gorrioncillo pecho amarillo", de Tomás Méndez, que fue grabada en 1958 por Miguel Aceves Mejía:


    Revoloteando el nido destruido,
    un gorrioncillo, pecho amarillo,
    con sus alitas casi sangrando,
    su pajarita anda buscando.
    Cuando se cansa, se para y canta;
    y hasta parece que está llorando;
    luego se aleja y se va cantando;
    sólo Dios sabe que va llorando.
    ¡Ay pajarillo! mi gorrioncillo, pecho amarillo;
    no más de verte ya estoy llorando
    porque Dios sabe, al estar mirando,
    que ando sangrando igual que tú.

    6. Dejando las aves y sus tristezas, pasamos a las alegres ovejas españolas. ¡Quién no recuerda "Mi ovejita Lucera"! Con letra de F. Almagro y música de M. Villacañas, fue grabada en 1957 por Pepe Mairena. Curiosamente, fue interpretada en los 80 por Joaquín Sabina, Krahe... parodiando a Emilio el Moro. Y lo más gracioso es que algunos piensan que la letra es de Sabina.


    Tengo yo una ovejita Lucera
    que de campanillas le he puesto un collar.(bis)
    Me da queso, también me da lana
    y cuando la llevo, la llevo a pastar,
    yo la llamo y se viene a mi vera,
    corriendo ligera, diciéndome “baaa”.
    Me gusta cuando bala la ovejita: "beee..."
    Y cuando le contesta el corderito: "baaa..."
    Me sabe a musiquilla celestial ese dulce balar.
    Me gustan en las fiestas del lugar
    los cohetes que al subir hacen: "xiuuu..."
    Y hacen "pum" y hacen "pam";
    lo demás a mi plin, a mi plin lo demás.
    Mi ovejita se ha roto una pata;
    ¡qué lata, qué lata, que no puede andar! (bis)
    Yo la llamo, pobrecita mía,
    y está todo el día diciéndome: "baaa..."
    Ya no viene, no viene ligera;
    ¡mi oveja Lucera, qué pena me da!

    7. Aunque mi hermana Sagrario la cantaba con otra letra, va para ella este nostálgico bolero, compuesto por José Novo Valle en 1960: "Hay una ventana en el cielo". La interpretan Los Montejo.


    No es un sueño ni una quimera,
    pues lo veo sin cesar,
    en cuanto en la noche comienzan
    las estrellas a brillar.
    Hay una ventana en el cielo
    que está iluminada con luz celestial,
    y de vez en cuando por ella
    asoma mi madre su rostro ideal.
    Esa ventanita dorada
    cuántas veces me hace llorar,
    porque sólo se abre en la noche
    y llegando el día se vuelve a cerrar.
    Yo no sé porqué llega el día
    con su intensa claridad,
    si tras la ventana se oculta
    esa imagen de bondad.

    8. Me ha costado dar con ella, pero, en cuanto la he vuelto a escuchar, he sabido que era la misma versión que escuché en Dormitalería. Esta canción (que no es mexicana, sino española) se titula "Golondrina mensajera" y fue compuesta y grabada en 1958. Los autores de la letra son José Morales y A. Olmedilla. La música, de Tomás Sanmartín. La canta Lolita Sevilla.
    Fue la canción de la emigración española.
    Por mucho que intenta distraernos con la belleza de las "olas que vienen y van", no consigue disimular el terrible drama de la emigración. Y no sólo la que fue a América, Alemania.., la emigración exterior, sino también la interior.
    Veamos como ejemplo un testimonio absolutamente real:
    Recuerdo a mi madre llorando, cuando contaba cómo había ido a Algeciras a despedir en el barco a su madre y a sus hermanos y diciendo que nunca más los volvería a ver. Y así fue. Siendo yo niño había una canción que se oía mucho que decía: "Golondrina golondrina, tú que vas cruzando el mar, dale un abrazo a mi madre que allá en la Argentina está y si tu la ves que llora, tu la debes consolar, dile que aquí en nuestra España, nunca la podré olvidar". Todo el rato que duraba la canción, mi madre lloraba. Yo, en mi inocencia de niño, le preguntaba: "¿Por qué lloras?" Y ella me lo explicaba: "Toda mi familia está en Santiago del Estero, Campo Gallo y Buenos Aires."
    Hoy que España es un país que recibe emigrantes, sirva esta canción para no olvidar que nosotros también lo fuimos.
    La versión de Lolita tiene algunos leísmos y otros errores que he corregido, pero manteniendo la original:

    Golondrina, golondrina,
    tú que vas cruzando el mar,
    dale(s) un abrazo a mis padres
    que allí (allá) en la Argentina están.
    Y si tú los ves que lloran,
    tú les (los) debes consolar;
    diles que aquí en nuestra España
    nunca les (los) podré olvidar.
    ¡Qué bonitas, qué bonitas
    que son las olas del mar!
    Cuando voy en mi barquita
    unas vienen y otras van.
    Los luceros y la luna
    resplandecen (se reflejan) sobre el mar.
    Y yo sigo navegando
    con este alegre cantar.
    Ya viene la primavera,
    resplandece mi cantar,
    y las golondrinas vuelven
    de sus nidos a colgar.
    Canta golondrina, canta,
    que me gusta tu cantar;
    y entre cantos y sonrisas
    nuestros dias pasarán.

    
    
    También tuvo su versión de esta canción el brutal desalojo de la Catedral de Pamplona de los trabajadores de Authi , el 31 de Mayo de 1974, por parte de la policía nacional. La música era el estribillo de la canción. Y la letra: "¡Qué bonita, que bonita/ que está nuestra catedral/ con 500 grises dentro/ hostia viene y hostia va".

    9. Y, para terminar, también me llegó por medio de la radio de Dormitalería la habanera que más me gusta: "Paloma mensajera" de José Ruiz Gasch (Crevillente. 1900- 1977). Y esas viejas (y algunas muy actuales) canciones de Los Xey o "Las palomas del Pilar" por Los Bocheros.