Uno de los grafitos mejor conservados en San Zoilo
y que representa a una galera típica de la primera mitad del siglo XVI |
Muchos pasamos por San Zoilo, vimos los grafitos y no le dimos mayor importancia. Pablo Larraz los vio, puso todo su empeño y... esto que vais a leer es un avance de los resultados.
Gracias, Pablo, por compartir tus investigaciones.
Actualización 30.05.16
Pablo Larraz me manda el enlace a un artículo publicado en ABC el 27 de mayo titulado La toma de Túnez oculta en una ermita navarra, con un vídeo que os destaco aquí:
Gracias, Pablo, por compartir tus investigaciones.
Actualización 30.05.16
Pablo Larraz me manda el enlace a un artículo publicado en ABC el 27 de mayo titulado La toma de Túnez oculta en una ermita navarra, con un vídeo que os destaco aquí:
***
La presencia de grafitos navales del interior de la ermita de San Zoilo de Cáseda, edificada en el siglo XIV, es desde hace muchos años un enigma
sin resolver. Conocidos “desde siempre”, motivo de curiosidad y especulación,
nadie hasta el momento ha sabido explicar su origen en el interior de una
ermita “de secano”, llegándose incluso a dudar de que se trataran de algo más que
“de una gamberrada”.
Cuando Pablo Larraz Andía
se estableció como médico rural en Cáseda (hace cinco años), también se cuestionó
el origen y el sentido de los mismos, proponiéndose desentrañar aquel misterio.
Un apasionado de la Historia y con
raíces familiares en esta Villa aforada, Larraz, cuenta en su haber con cinco
libros que han versado sobre aspectos sanitarios y militares, y experiencias
personales en torno a guerras carlistas y la guerra civil. En esta ocasión, en
su investigación retrocedería significativamente en el tiempo.
Conjunto de la ermita y dependencias de San Zoilo |
El resultado, tras meses de trabajo, fue sorprendente. Más allá de
los dibujos más visibles, logró identificar un total de 40 grafitos, algunos de
gran tamaño, y muchos desconocidos. Un conjunto formado por 13 embarcaciones
navales, 5 fortificaciones terrestres, 12 figuras humanas, y 10 inscripciones
en diferentes tipos de letra, todos ellos coetáneos, realizados por un mismo
autor, y que parecían corresponder a un grupo representativo.
Detalles de galeras |
Entre los barcos, logró identificar tres galeones, cinco galeras y
otro tantos esquifes o embarcaciones menores, que por sus detalles y aparejos, correspondían
a naves construidas en la primera mitad del siglo XVI. Todas fondeadas,
fuertemente armadas con numerosos cañones sobredimensionada, muchos de ellos
disparando, y una de ellas enarbolando la Cruz Borgoña, símbolo de los
Ejércitos de España durante más de dos siglos.
Entre las figuras humanas, destaca la presencia de varios
guerreros armados con escudos y alfanjes (espadas de filo curvo) y prendas de
cabeza propias del ejército Turco. Otras, en cambio, aparecen manejando cañones
o enarbolando en combate banderolas y cruces cristianas.
Además, identificó la presentación de cinco fortificaciones
terrestres con almenas triangulares propias de la arquitectura militar árabe y,
encaramadas a ellas, dos “bastidas”, maquinarias de guerra construidas en la
antigüedad como torres de madera para el asalto de murallas.
Dibujos realizados por Larraz sobre una parte de los grafitos pintados en los muros. |
Otra hace mención expresa al nombre de una de las embarcaciones
representadas: la galera “Capitana de Nápoles”, buque capitán de la escuadra
española de galeras de Nápoles.
Significativamente, el autor de los dibujos estampó su firma en lugares:
una en latín y a gran tamaño “Lubián me fecit”, y otra, más pequeña, en letra
bastardilla “Martín de Lubián”.
Con estos indicios, Pablo Larraz continuó su investigación en diversos
archivos, tratando de recabar datos que pudieran encajar el puzle.
Estableció contacto y colaboración a partir de entonces con Pedro Fondevila Silva, capitán de navío y profesor de la Cátedra de Historia Naval de
la Universidad de Murcia, quizá la máxima autoridad en el mundo de la historia
de las galeras. Éste se desplazó desde Cartagena hasta Cáseda para estudiar in
situ los grafitos y corroborar su autenticidad, como así fue, destacando la
singularidad e importancia del hallazgo. En su opinión, podía tratarse de un
caso único en España: la excepcional representación a través de conjunto de
grafitos de un acontecimiento militar naval de envergadura y a través de una
historia personal en el interior de una ermita no costera.
Pero, ¿quién fue el autor de los dibujos, y qué es lo que quiso
representar en las paredes de la ermita de San Zoilo?
Firma Lubián |
Al regreso de las campañas, y ser nombrado cura y beneficiado de
la Iglesia de Santa María de Cáseda -de la que dependía la ermita- quiso
representar en las paredes de la ermita el mayor acontecimiento militar del que
había sido testigo y partícipe, y que suponía también una victoria de “la
Cristiandad frente al Infiel”: el asedio y conquista a los turcos de una gran
plaza fuerte costera de Túnez, en 1535, bajo el reinado de Carlos V.
De esta forma, Martin de Lubián, ayudado de andamiaje y escaleras,
dedicó varios días para elaborar el conjunto de grandes dimensiones, ocupando
en altura la mayor parte de los muros Norte y Sur del templo, y para el que
empleó con pigmentos de “negro de humo” (aceite mezclado con carboncillo de
madera).
A través de dibujos
esquemáticos de escaso valor artístico pero gran expresividad narrativa, Lubián
trató de representar la llegada a Túnez de la Armada de Carlos V, el asedio,
combates y asalto de las fortificaciones turcas e, incluso, la sublevación de
los prisioneros cristianos en la Alcazaba.
En dos imágenes, incluso, en medio del combate, se intuye la
presencia de un personaje subido a una escala y enarbolando la cruz. ¿Un
autorretrato, quizá?
Pablo Larraz Andía señala, ante Luis Sola, una de las figuras humanas que representa a un guerrero del ejército turco con su característico turbante culminado en pluma y su espada. GOÑI |
Lo cierto es que, en archivos y documentos, la presencia de
oficiales y soldados naturales de Cáseda y otros pueblos del entorno en los
Ejércitos de España es una constante durante las campañas de los siglos XVI y
XVII, una etapa de especial desarrollo económico y proyección para muchos
navarros en Europa y América. Mención especial merece Miguel Guerrero de
Cáseda, teniente que estuvo al cargo del castillo de la ciudad de Capua, en
Nápoles, autor junto a su cuñado Marcos de Isaba de un conocido tratado sobre
la milicia española, publicado en 1594.
Parte de este enigmático conjunto de grafitos, de gran
singularidad y valor histórico, es lo que ha llegado hasta nuestros días, y que
la Asociación de Amigos de San Zoilo tratará de poner en valor para el futuro.
Panorámica muro norte |
LOS LUBIÁN: UN LINAJE EN DECADENCIA
Los Lubián –apellido actualmente desaparecido en Cáseda-, aparecía
ya desde 1439 en documentos como hombres al servicio de la corte de los reyes
de Navarra. Mossen Miguel de Lubián, abuelo del autor de los dibujos, fue recompensando en varias ocasiones por el Rey Juan II y la princesa Leonor por
sus servicios, en particular por su actuación durante la guerra civil de
Navarra como alcaide de Eslava la defensa de los castillos de Cáseda y Eslava
frente a los Beamonteses partidarios del Príncipe de Viana, en 1451.
Escudo de los Lubián en Lerga |
A pesar de ello, en el siglo y medio siguiente, la presencia de
los Lubián languideció en Cáseda y su entorno, acosados por deudas y pleitos,
viéndose obligados muchos de emigrar para establecerse en otros lugares de la
corona o diluyendo el apellido en algunas familias.
Quizá, su último rayo de esplendor lo encarnaría Fermín de Lubián y Sos, el que fuera prior del cabildo de la Catedral de Pamplona y prestigioso
cronista del siglo XVIII, cuyos restos reposan en la papilla Barbazana.
Toda esta historia, surgida en torno a los enigmáticos grafitos de
San Zoilo, verá la luz próximamente en una publicación que ultiman Larraz y
Fondevila.
Si queréis más información, Pablo Larraz y Pedro Fondevilla presentaron un avance de su investigación sobre los grafitos navales de la ermita de San Zoilo de Cáseda en el número 262 de 2015 (pinchad en "ver PDF") de la Revista Príncipe de Viana.
2 comentarios:
Interesantísimo trabajo de investigación. Felicitaciones cordiales a su autor y a Desolvidar por hacerse eco con una información exhaustiva y de altura.
Sobre la heráldica de Lubián, de origen navarro: Armas.- Escudo cuartelado 1º y 4º, un castillo (se ignoran los esmaltes) 2º y 3º, sobre o cubiertos de ondas de agua de azur (azul) y plata.
El Solar Vasco-Navarro de A y A García Carraffa. Diccionario Heráldico y Nobiliario de los Reinos de España de Fernando González Doria. Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica de Vicente de Cadenas y Vicent.
En Zamora existe el Ayuntamiento de Lubián, y tienen una ermita santuario dedicada a la Virgen de las Nieves en el lugar de Tuiza-Lubián.
Miguel de Lubián y Asiain vecino de Cáseda y residente en Pontevedra, donde se establece y asienta el apellido Lubián en Pontevedra en 1624 tiene un pleito contra el Fiscal, el Patrimonial y villa de Cáseda, sobre hidalguía (Archivos de Navarra, pleito de 81 folios).
Según el Padre Martín Sarmiento (1732-1770) en sus escritos dice que Lubián su etimología es (lobezno) y conocido en Galicia también como (lobo cerval, rabaz, Lubián y lobezno. Documento escrito nº 104 a 13 de agosto de 1760.
Excelente investigación.
Saludos cordiales.
Publicar un comentario