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Funeral en la parroquia de San Nicolás |
Sabía que Alfredo Landa había nacido
en Pamplona pero, como había vivido pocos años en Navarra, equivocadamente
(como luego veremos), lo asociaba más a San Sebastián y, debido a su larguísima
vida de actor, lo relacionaba sobre todo con Madrid.
Alguna vez le había oído decir que se sentía navarro, pero me daba la impresión de que, al decirlo, dominaba el actor sobre la persona. Me parecía que, si estuviera en Cataluña, diría educadamente que se sentía catalán (por los años que vivió allí) y si se encontrara en San Sebastián, que se sentía vasco.
¡Qué equivocado estaba! Ahora, tras haber tirado de videoteca y hemeroteca, estoy convencido de que Alfredo Landa se sentía navarro, quizás de forma exagerada, tal vez hasta la parodía del navarrismo... Pero navarro de verdad, navarro hasta las cachas.
Alguna vez le había oído decir que se sentía navarro, pero me daba la impresión de que, al decirlo, dominaba el actor sobre la persona. Me parecía que, si estuviera en Cataluña, diría educadamente que se sentía catalán (por los años que vivió allí) y si se encontrara en San Sebastián, que se sentía vasco.
¡Qué equivocado estaba! Ahora, tras haber tirado de videoteca y hemeroteca, estoy convencido de que Alfredo Landa se sentía navarro, quizás de forma exagerada, tal vez hasta la parodía del navarrismo... Pero navarro de verdad, navarro hasta las cachas.
[Actualización 12.06.16
He recibido de Jesus Mº Astráin Fabo (¡gracias, Jesús Mari!) un material sobre los Gallicos de Oro de Napardi y éstas son la imágenes que corresponden a Alfredo Landa, el Primer Gallico de Oro, en 1986 (hace ahora 30 años). Los de Napardi fueron los primeros navarros que homenajearon a Alfredo:
Sus raíces navarras y primeros años
Nació Alfredo Landa Areta en Pamplona, el 03.03.33, en la Calle San Antón, 42, 4º.
He recibido de Jesus Mº Astráin Fabo (¡gracias, Jesús Mari!) un material sobre los Gallicos de Oro de Napardi y éstas son la imágenes que corresponden a Alfredo Landa, el Primer Gallico de Oro, en 1986 (hace ahora 30 años). Los de Napardi fueron los primeros navarros que homenajearon a Alfredo:
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Sus raíces navarras y primeros años
Nació Alfredo Landa Areta en Pamplona, el 03.03.33, en la Calle San Antón, 42, 4º.
Su
padre, Alfredo también, era de Roncal y su madre, Emilia Areta, de Pamplona. Su
abuela materna, doña Agapita Labiano, era de Urroz. Su abuelo materno, don
Gerardo Areta Otamendi, nacido en La Rochapea, construyó el frontón
de la Mañueta, donde se hicieron las apuestas y
desafíos más increíbles durante la 1ª mitad del siglo pasado.
Cuando
empezó la guerra, en el 36, su padre, que era entonces teniente de la
Guardia Civil, se une al bando nacional y parte para el frente, y su madre
lo saca del parvulario, en el colegio marista San Luis de la calle Navas de Tolosa,
y lo lleva al pueblo de Arive en donde ambos permanecen hasta el 39.
En
ese año vuelve el padre del frente y van a vivir a Burguete, y casi enseguida,
a Vera de Bidasoa.
Y el
mismo año de 1939 lo destinan a Cataluña. Ocho meses en Puigcerdà y cuatro años
y medio en Figueras. Allá aprendió catalán con toda naturalidad y estudió
hasta 1º de Bachillerato.
En
febrero del 44 su padre es de nuevo trasladado, esta vez a Madrid, pero sólo
para dos años, durante los cuales estudia segundo y tercero de Bachiller.
A pesar de tan corta estancia, Alfredo se sintió como un madrileño más.
Pero en
el 46 es destinado a Fuenterrabía con el empleo de comandante. Sin embargo,
Alfredo es enviado solo, sin sus padres, a Pamplona, a casa de una tía, para
que estudiara en los Maristas de la calle Navas de Tolosa, porque, según su
padre, allí había más disciplina.
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Arróniz, día de la tostada 2002 |
No
duró mucho su estancia en Pamplona: hizo la 2ª mitad del curso en el Instituto
Peñaflorida de San Sebastián, donde, por primera vez, estudia en un colegio
laico y mixto, fuera de la tutela de curas y monjas. Allí empezó, según cuenta
Alfredo, a hacerse un hombre: desfogarse jugando a fútbol, estrenar el mote de
"El porras" (por la generosa nariz), enamorarse por primera vez...
Tras
terminar la enseñanza media, inicia la carrera de Derecho. Y es allí en esa
facultad de San Sebastián donde, además de enamorarse de Maite Imaz Aramendi, tuvo el
primer contacto con la escena y, picado por el gusanillo de la interpretación,
fundó con varios amigos el Teatro Español Universitario, curtiéndose en la
representación de obras de Mihura, Jardiel Poncela o Capote.
Y
abandona los estudios: “Recuerdo un día,
volviendo de noche a casa después del ensayo, que empecé a repetirme sin parar:
‘Yo tengo que ser cómico, tengo que ser cómico”. Pero su madre no quería saber
nada de cómicos. “Yo avisé a mi madre: 'Mamá, si no me dejas irme, me quedo y
acabo la carrera de Derecho, pero si a los 40 años soy un infeliz, te echaré la
culpa a ti”.
Así que con 7.000 pesetas y una carta de recomendación para
el director del Teatro Nacional de Cámara (tras haber ganado el premio
nacional al mejor actor en el TEU), se metió en el tren rumbo a Madrid en 1958.
Alfredo tenía 25 años.
Como
hemos visto, Alfredo se sintió madrileño, catalán, vasco... según la vida lo
llevó de un lado para otro. Pero, sobre todo, se sintió navarro.
Más
de 5 años en Cataluña (de los 6 a los 11 años), dos en Madrid (con 12 y 13) y,
sobre todo, once años en San Sebastián (de los 14 a los 25 años), con el
despertar de su vocación y el encuentro con la mujer de su vida, no fueron
suficientes para superar, y menos para borrar, la huella de los seis primeros años
de su vida en Navarra, la tierra que lo vio nacer.
No
arriesgo mucho si afirmo que en este aspecto sus padres tuvieron una influencia
decisiva. Quizás más la madre, pero también el padre. Ella con la palabra y la
cercanía. Él, más distante, con el ejemplo.
Dice
de su madre:
"Mi madre era una mujer excepcional, ya irás viendo por qué (se lo está contando a Maite). Navarra de pura cepa. La quintaesencia de lo navarro. Ah, por supuesto que creo en eso. ¡Orgullo de estirpe! Yo, ante todo y por encima de todo, soy navarro. Eso es un carácter, amigo. Ser navarro es ser noble, ser leal, ir siempre de frente. Nobleza y coraje. ¡Somos el pueblo más antiguo de España, los primeros pobladores! Y con reyes, Maite, con reyes, no como otros. Seguro que por algún lado anda alguien que se considera el máximo exponente del navarrismo, pero seguro que no es igual que mi madre".
"Entró en la Guardia Civil, pero se pasó media vida arrestado. Por no tragar cuando no había que tragar Debió de ser un fuera de serie por el recuerdo que dejó en todos sus compañeros. Era muy amigo de sus amigos, otra característica del navarro, ¿ves? La familia y los amigos ante todo.
Una tarde llegó a casa pálido, descompuesto, y no era por el calor. Le habían nombrado jefe de un pelotón de fusilamiento. Y él dijo que lo sentía mucho, pero que no iba a mandar una ejecución. «Yo no digo “¡fuego!”. Yo no mato a nadie», decía. Además había indagado, por lo visto, en la causa de aquella condena y no le parecía justa. «Eres militar —repetía mi madre—, no puedes desobedecer una orden, te meterán preso».«Pues que me metan. No mando el pelotón y no lo mando».Y no lo mandó, y le metieron preso. Seis meses estuvo encerrado en un castillo. Al salir dijo que se sentía muy orgulloso, que si volvían a ordenarle otra barbaridad como ésa volvería a hacer lo mismo. Navarro, navarro puro. Yo tenía 12 años entonces, estaba haciendo segundo de bachiller. No entendí el calado de ese acto hasta mucho después. Pero me reafirmó en la convicción de que mi padre era un tío como había pocos".
Como
muestra evidente del sentimiento de Alfredo, os presento este vídeo que recoge
algunas de las entrevistas en las que dejó claro su pensar y su sentir.
Ya no me cabe ninguna duda. Alfredo Landa era puro sentimiento. Y así lo expresa, exageradamente, excesivamente, sin ninguna medida, recurriendo a sus dotes de actor. Pero con verdad: "Soy navarro hasta las cachas... Y español":
Ya no me cabe ninguna duda. Alfredo Landa era puro sentimiento. Y así lo expresa, exageradamente, excesivamente, sin ninguna medida, recurriendo a sus dotes de actor. Pero con verdad: "Soy navarro hasta las cachas... Y español":
Postdata: Alfredo Landa recibió en 1985 el Tambor de Oro de la Ciudad de San Sebastián
Y ahora en Pamplona, en el renovado barrio de Lezkairu, un precioso parque en honor de Alfredo:
4 comentarios:
me ha sorprendido, además agradablemente, lo que cuentas sobre el sentimiento navarro de Alfredo Landa.
Muchas gracias,
Gabriel
Y decir navarro hasta las cachas es decir " universal ". Hay navarros por todo el mundo, que ejercen de navarros pero que saben integrarse. Los navarros somos además hospitalarios y acogedores. Yo acogí una italiana, que se siente cada vez más navarrica; Alfredo, una donostiarra !
Es un resumen perfecto el realizado por el gran Landa de lo que ha sido, es y será el sentirse navarro
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