jueves, 15 de mayo de 2025

Estacio frente a Arcadi Espada, sobre Txapote

Txapote y Santxez, chapoteando en un chapapote moral
Esperemos que el voto de Txapote no sea decisivo porque, si lo es, la Rata de Paiporta lo suelta.

PUNTUALIZACIONES A UN ARTÍCULO DE ARCADI ESPADA SOBRE ETA
Hay varios aspectos cuestionables o incompletos en el artículo de Arcadi Espada. ETA nunca ha permitido el menor signo de derrota. No son 14 los que se niegan a pedir perdón o a reconocer el mínimo error sino que esta postura vindicativa de su execrable legado es compartida por el 99,9% de los etarras. Se entiende muy bien esta anomalía (de orgullo en lo peor) dentro de la anomalía (el terrorismo) desde la teoría de juegos: pedir perdón no le reporta ningún beneficio ante el Estado y le acarrea bastantes “inconvenientes” ante los suyos.
18 dic. 2018 ANVITE manifestándose frente a...
Lo que se pide a estos etarras para quedar casi-libres es más bien una cuestión muy formal. Y el problema no es que Txapote y sus trece se nieguen a la formalidad sino que están tramando reanudar el terrorismo puro y duro. Es fácil imaginar el “revuelo” que se organizaría si hubiera una ETA-2. No porque los “amos del calabozo” se compadecieran de las nuevas víctimas, que nunca serían ellos, sino porque temen perder el complacidísimo status quo adquirido (en el País Vasco [y en Navarra] y también en el Gobierno de España).
Es irrelevante que a Arcadi le produzca o no emoción que sigan en la cárcel (puestos a tener en cuenta alguna emoción, sería en todo caso la de las víctimas). Han cometido unos crímenes y han de pagar por ellos. Por lo demás, el criterio de liberar a los etarras que quedan por su incapacidad para repetir el daño:
‒a) llevaría a que todos los corruptos políticos quedaran de inmediato fuera (desde el momento en que Bárcenas dejó de ser tesorero del PP, no podía repetir ya sus tejemanejes; Tejero y los del club 23-F, nunca debieron entrar en prisión, etc.);
‒b) más allá de que no hayan renunciado a la “lucha armada” o que apenas hayan entregado algún arma sin valor judicial, presupone una concepción de `daño´ muy restringida: ¿o cómo llamar a lo que experimenta la legión de víctimas cuando se cruzan con el verdugo de sus seres queridos en la calle?
...la celda del etarra, que asocia "paz" con "apaño"

Por no hablar de los homenajes públicos solamente debidos a sus currículos de sangre (y ahora despenalizados no solo de facto sino de iure por el Gobierno nacional).
Como además siguen existiendo agresiones e intimidaciones etarras o paraetarras, en todo caso cabría hablar ‒siguiendo su metáfora de “pederastas castrados”‒ de una sociedad que ha despenalizado la pederastia, no que hace imposible su reincidencia. Todo lo más, serían eunucos que disfrutan ordenando a otros a cometer actos de pederastia o utilizando instrumental sustitutivo.
Arcadi habla de 314 asesinatos sin condena (según los datos oficiales, alguno más: 379), pero se olvida de añadir que solo en 24 asesinatos se condenaron a todos los participantes. Es decir, en el 96% de los crímenes de ETA no existe una condena completa. Solo esta barbaridad delata que estamos ante un “mal fin” (y si algo es discutible, sería lo de `fin´, no lo de `mal´).
Y esta salvajada es posible por la ausencia de colaboración de los etarras y porque el Estado no la exige para conceder cualquier beneficio. Esperar que unos asesinos colaboren no solo sin obtener nada a cambio sino ganándose el resentimiento de la organización terrorista y del pueblo amante de sus aquelarres, es una manera segura de renunciar al esclarecimiento de estos crímenes.
Por último, me parece muy interesante la idea de reunir a 314 periodistas para que cada uno “adopte” a un asesinado e investigue todo lo que pueda sobre el caso. Pero… ¿quedan 314 periodistas en España?

2 comentarios:

Tiburón del Arga dijo...

No negaré que la reflexión es interesante, pero me parece que se queda corta.
A mi entender, no solo es que los etarras no ganen nada colaborando. Ni siquiera que se arriesguen gratuitamente a granjear el resentimiento y desprecio de sus incondicionales. Es que sería renunciar a ser recibidos como héroes, a dedicarse a la política y ser reconocidos públicamente, a recibir ingresos de los múltiples chiringuitos (oscuros ante normativas y negros para Hacienda) que recaudan dinero para su causa, a ser homenajeados como héroes de guerra, a estar en consejos de administración de empresas sostenidas con dinero público, etc.
Dentro de muy poco, si seguimos así, los niños ya no querrán ser astronautas, futbolistas, o directivas de grandes empresas. Los y las niñas querrán ser Chapotes

desolvidar dijo...

Soberbio, Tiburón!!!