sábado, 10 de mayo de 2025

El timbre que recuperó la infancia de Carlos

 

1908 Palacio Marqués de Vesolla y calle Nueva

No, Carlos no es tan viejo. De hecho, yo mismo soy más viejo que él, exactamente 10 años, ya que cumplimos el mismo día. Pero el cachivache que nos va a enseñar si que puede datar de los años de la foto de portada. Se trata de un timbre -más precisamente el hueco donde se alojó un timbre- que, a partir de 1887-88, con la iluminación y electrificación de Pamplona, proyecto del gran Pinaquy, fue sustituyendo a los antiguos picaportes.
El timbre perteneció a una casa señorial de algún conde o marqués... No voy a hacer público a qué casa porque me da miedo que la noticia llegue alguien que quiera estropear el "juguete" preferido de la infancia de los que, como Carlos, nacieron a finales de los 50. Pero sí en privado.
Hace unos días, Carlos, nacido en la calle Campana -¿os suena?- pasaba por las cercanías de esa casa señorial y, al verla, le vino a la mente el timbre con el que "torturaban", a mediados de los 60, a los moradores del palacio. Se  acercó, incrédulo, y allí estaba:
Ver el escondite del timbre, levantar la tapa, mirarlo otra vez... y a borbotones empezaron a agolparse, pugnando por salir, los recuerdos de las aventuras y fechorías inocentes de la infancia: el pino plagadico de luces navideñas, los paseos en la moto de los municipales, Pantierno...
Pero mejor que nos lo cuente él:
Ahora ya solo falta que Carlos, la mejor púa de Navarra, componga alguna melodía alusiva (ya le pongo yo el título: "Timbre evocador") y que nos la interprete como sólo él puede hacer.

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