miércoles, 4 de junio de 2025

Pascual, 65 años de sacristán en San Miguel (Pamplona)

Inauguración templo actual. 14 marzo 1954. Pascual, casi 31 años. Foto Galle
Por su aspecto, Pascual, "Pascualín", parecía un monaguillo más. Siempre alegre, cuando pasaba la bandeja, te guiñaba el ojo, y los domingos repartía caramelos y dulces. Todos queríamos ser monaguillos de San Miguel. 
En 2006, a su jubilación: 
— ¿Y cómo ha cambiado la parroquia desde el año 41? 
— Lo cierto es que está igual y, frente a otras que han perdido fieles, en San Miguel se siguen dando entre 600 y 800 comuniones diarias.
Yo creo que una buena parte de la "culpa" la tuvo Pascual.

Años 30 Comedor de la Meca Foto Roldán
1923. Pascual -José Pascual Mateo Velasco- nace un 17 de mayo, día de San Pascual Bailón.
1928. A los cinco años, se queda huérfano de madre e ingresa con su hermana en la Casa de Misericordia, donde permanecerá hasta casi los 18, encargándose los últimos años del cuidado (celador) de los más pequeños.
1941. Don Paciente Sola, párroco de San Miguel -entonces en los Paúles- pide a la Meca un sacristán que no necesite hacer la mili. Pascual, de pequeña estatura, es la persona adecuada y  el 19 de marzo comienza en los Paúles su trabajo de sacristán de la parroquia San Miguel.
1941. El 20 de Septiembre, la parroquia se traslada a unos bajos de los números 2 y 4 de la Calle de Navarro Villoslada
14 marzo 1954. Inauguración templo actual
1954. El sábado 13 de Marzo se bendice el actual templo parroquial de la calle Bergamín (Plaza de la Cruz). El domingo, 14, se inaugura el templo con una solemne Misa Pontifical, celebrada por Sr. Obispo D. Enrique Delgado Gómez. A esta fecha debe corresponder la foto de Galle en la que Pascual está con dos monaguillos. Pascual está a punto de cumplir 31 años y 13 de sacristán.
1990. Con motivo del 50º Aniversario del nacimiento de la parroquia (1 de mayo de 1940), DN le hace una entrevista en la que afirma que le gusta llevar siempre sotana, que no tiene otro mundo que el de la parroquia, que empieza su trabajo -él prefiere llamarlo hobby- a las siete menos cuarto de la mañana y termina a las nueve de la noche. «Mi experiencia, asegura, ha sido la de estar siempre al servicio de los fieles, día y noche, y eso me ha dado la alegría mayor que pueda tener. Nunca me canso de servir a los fieles de mi parroquia».
2004. 50 Aniv. del actual templo. Dice DN 21/03/2004:
El único que queda hoy de quienes vivieron en primera línea aquella inauguración es el veterano y popular sacristán D. Pascual Mateo, seguramente el decano de los de Pamplona, conocido y apreciado por toda la feligresía y que es actualmente quien más cosas podría contar de la historia y la vida de esta frecuentada parroquia pamplonesa.
Pascual en 2006
2006. El 17 de mayo, día de San Pascual Bailón, cumpleaños (83) y jubilación (tras 65) de nuestro Pascual, el Papa Benedicto XVI envía un cordial saludo a Pascual Mateo, sacristán de San Miguel de Pamplona, por los 65 años que lleva desempeñando este servicio eclesial en la citada parroquia. En el mismo comunicado el Santo Padre expresa su profundo reconocimiento por tan constante entrega de Pascual a esa comunidad parroquial "cuidando el culto y la atención a los feligreses de una manera digna y acogedora".
2014. El miércoles 6 de Agosto fallece Pascual a los 91 años. Del obituario destaco: 
"El cariño que le profesaban se puso de manifiesto en el funeral que el jueves, a las ocho de la tarde, se celebró en la parroquia donde él ejerció de sacristán 65 años. Quince sacerdotes, con el Arzobispo Francisco Pérez al frente y el actual párroco Luis María Oroz, se ocuparon de oficiar esta misa de despedida en una iglesia abarrotada de feligreses. No era la primera muestra de simpatía hacia su figura ya que en el año 2006 también se le brindó un homenaje por sus muchos años de dedicación a la parroquia de San Miguel. En concreto 65, hasta que se jubiló. Como su hermana y su cuñado ya habían fallecido se quedó viviendo en la casa parroquial. “Con mi familia, que la parroquia lo es”, afirmaba él como se recordó en su funeral. La enfermedad le alejó de la sacristía a la que, aún jubilado, solía acudir a ayudar. “Pero los domingos siempre venía a misa, aún en silla de ruedas y bastante enfermo pedía que lo trajeran”, recordaba el párroco Luis María Oroz".

Fuentes
Hemeroteca Diario de Navarra

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