martes, 29 de abril de 2025

Los puñetazos del Papa

Y no me refiero tanto a esta "palmadita" en la que un fallo de seguridad permitió contemplar una reacción "demasiado humana" de Jorge Mario Bergoglio:
En la mañana del 7 de enero de 2015, dos hombres vestidos de negro y enmascarados portando fusiles automáticos Kalashnikov, irrumpieron en la sede de Charlie Hebdo en París gritando «Al·lahu-àkbar» (‘Dios es el más grande’) y dispararon hasta 50 tiros. Mataron a doce personas, dos de ellas miembros de la Policía Nacional de Francia, e hirieron de gravedad a otras cuatro.
Esporrín y Potestad, blanqueando a Bildu
La rama yemení de Al Qaeda reivindicó el ataque «como venganza por el honor» del profeta Mahoma,  profeta del islam al que Charlie Hebdo había caricaturizado.
El 11 de enero, unos dos millones de personas, entre ellas más de 40 líderes mundiales participaron en París en una marcha por la unidad nacional, y 3,7 millones de personas se unieron a las manifestaciones en toda Francia. La frase Je suis Charlie («Yo soy Charlie» en francés) fue un lema común de apoyo a las manifestaciones y en los medios sociales. 
En Pamplona hubo quien, al ver a Bildu como convocante, cambió el Je suis Charlie por Je suis Uranga (José Javier Uranga, "Ollarra"), director de Diario de Navarra, al que ETA quiso matar metiéndole en el cuerpo 23 tiros.
Mientras tanto, el Papa Francisco realizó el jueves 15 de enero unas extrañas declaraciones, al referirse a los atentados de París durante el vuelo entre Sri Lanka y Filipinas. Extrañas tanto por el tono y los gestos utilizados, como por el contenido —“si el doctor Gasbarri dice una mala palabra de mi mamá, puede esperarse un puñetazo. ¡Es normal!”— :
El Papa no justifica la violencia que mata ("no se puede matar en nombre de Dios: ésta es una aberración"), pero sí comprende ("es normal") la violencia que corrige (la de "una torta a tiempo..."). Y considera que "burlarse" de la religión es una provocación que merece una respuesta violenta. 
Vamos, que la sátira, que es "un género literario que utiliza el humor, la exageración y la burla para criticar o denunciar a personas, instituciones o la sociedad en su conjunto, con el objetivo de generar reflexión o cambio", no tiene cabida en los planes de estudio de Bergoglio y debe ser censurada o corregida. Eso sí, sin pasarse tanto como los los hermanos Kouachi.
Quizás, aquel 15 de enero de 2015 Bergoglio no tuvo su mejor día. Pero desde entonces pasaron más de 10 años y no modificó su criterio.
La familias de los redactores y dibujantes de Charlie Hebdo asesinados creo que no se lo perdonarán nunca.

1 comentario:

Oroquieta dijo...

Este Papa de TikTok se nos ha vendido como un comunicador reflexivo y sagaz. Nada más lejos de la realidad. Este Papa se ha metido en todos los charcos intentando ofrecernos consejos más cercanos a las galletitas de la suerte de un restaurante chino. Lógicamente su legado es tan pobre que no merece recordarlo, más allá de algunos "selfies" que sin duda serán comprados por una generación woke que apunta maneras para acabar con el planeta donde vivimos... algo que la generación del Telón de Acero y las crisis de los misiles no consiguió.

¡Amén!