lunes, 7 de octubre de 2024

Desmemoria democrática

29 05 1991: Casa-Cuartel de Vich (Barcelona). 2024 Sánchez y Merche Aizpurúa
Esta semana pasada Joseba Arregui Erostarbe, ha salido de la cárcel. Quizá no recuerden quién era 'Fiti'. Pero seguro que los padres de la veintena de niños asesinados por ETA sí.
ALFONSO J. USSÍA
La memoria infantil de ETA
Los españoles vamos olvidando lo bien que ETA trataba a la gente

Vosotros no lo recordaréis, pero Fiti seguro que sí se acuerda. 
Dudaban si poner, junto al amonal, una carga de tornillos, tuercas y elementos que fueran lo suficientemente dañinos para que al estallar la bomba destrozara los cuerpos que estuviesen más cerca. En el caso de Hipercor quisieron ir más allá y probar también las escamas de jabón que, al derretirse, les dejarían la piel abrasada con la dificultad añadida de tener el cuerpo deshecho. Lo de estallar un centro comercial un viernes por la tarde a las puertas del verano era un acto de valentía, todo un reto y una acción por los derechos sociales que tanto dictan los portavoces de esta España desmemoriada. 
Pero seguro que sí se acuerdan de Fiti los padres de Susana Cabrerizo, de 13 años, su hermana Sonia, de 15 años, los de Silvia Vicente, de 13 años, y su hermano Jordi, de 9 años. En Hipercor murieron en total veintiuna personas. Y Fiti era el jefe del aparato logístico de ETA. 
Joseba Arregi Erostarbe, 'Fiti'
Es muy probable que de esas valientes hazañas no se acuerde la mayoría de la gente, la que vive pegada a Instagram y al nuevo modelo de iPhone que te hace unas fotos muy chulas. 
Pero seguro que se acuerdan los familiares de Silvia Pino Fernández, de 7 años de edad, los de Silvia Ballarín Gay, de 6 años, los de Rocío Capilla Franco, de 12 años, los de las gemelas Míriam y Esther Barrera Alcaraz, de 3 años, o los de Ángel Alcaraz Martos, de 17 años de edad, cuando Henri Parot activó las anillas de los 400 kilos de amonal que hicieron saltar por los aires la casa-cuartel de Zaragoza, matando a once personas en total. Fíjense qué cosas tiene la vida o, mejor dicho, la muerte, que los españoles vamos olvidando lo bien que ETA trataba a la gente. 
Por eso es muy probable que no se acuerden de quién era Fiti. 
Pero seguro que sí se acuerdan los padres de María Rosas Muñoz, de 14 años, los de Francisco Díaz Sánchez, de 17 años, los de Vanesa Ruiz Lara, de 11 años, los de Ana Cristina Porras López, de 10 años, y los de María Quesada Araque, de 8 años de edad. En ese atentado perpetrado en la casa-cuartel de Vic, en Barcelona, murieron diez personas, de las cuales cinco eran niños. España llevaba ya más de una década en democracia, pero Fiti, Txelis y Pakito, el colectivo Artapalo, eran responsables de los aparatos militar, político y logístico de la organización terrorista. Los que decidieron llenar España de sangre de niños inocentes. Los hijos de quienes no olvidarán nunca los nombres de sus asesinos. 
Esta semana pasada el bueno de 'Fiti', Joseba Arregui Erostarbe, ha salido de la cárcel. También esta pasada semana el Gobierno de Sánchez ha tenido la oportunidad de pactar con Bildu, herederos políticos de los asesinos, cosas tan importantes como la Ley de Seguridad Ciudadana. Uno se queda mucho más tranquilo sabiendo que Bildu decide aspectos que afectan a la seguridad de los españoles. Quizá no recuerden quién era Fiti. 
Pero seguro que los padres de la veintena de niños asesinados por ETA sí. Memoria democrática en estado puro.

1 comentario:

Alfredo Igartua dijo...

Estamos en manos de un delincuente que hace peña con los delincuentes y que es jaleado por un coro de delincuentes como si de una tragedia griega se tratase. Bajo su peana, un pueblo que de tanto oír la palabra tolerancia se ha vuelto gilipollas, hasta el punto de votar a favor de la reducción de penas a los asesinos. Pero seguiremos pagando impuestos sin agarrar de las solapas a los sinvergüenzas