"Jugando al encierro en Arriasco". Nicolás Ardanaz. Años 50 |
"Harri" es piedra; "asko" es mucho. Muchas piedras. Nicolás Ardanaz no sólo quería fotografiar la escena de los niños, sino también el suelo empedrado.
1900 ca. Fiestas en Arriasco. Miguel Goicoechea |
No es hasta 1980 cuando aparece "Arriasco" en la hemeroteca de Diario de Navarra, coincidiendo con la publicación de "Pamplona, calles y barrios" de José Joaquín Arazuri. Fue Arazuri quien la rescató del olvido.
A la Calleja de los Toros hasta le pusieron su letrero y luego ha quedado integrada en los nuevos corralillos. En cambio, de la plazuela de Arriasco apenas si quedaba un triangulico de piedras, que no da ni para llamarla Arriguchi (pocas piedras). Y hoy están ocultas por la yerba.
Impresionante el trabajo de Arazuri, quien con tristeza nos relata lo que fue en el pasado esta plaza, en contraste con lo que ha quedado de ella -ni siquiera su nombre en un letrero- en los últimos tiempos.
Echa una ojeada al álbum "Calleja de los Toros y Plazuela de Arriasco" para ver todos los detalles de esta Pamplona que se nos va ante nuestros ojos.
Echa una ojeada al álbum "Calleja de los Toros y Plazuela de Arriasco" para ver todos los detalles de esta Pamplona que se nos va ante nuestros ojos.
Esto escribió Arazuri, allá por 1979-80:
Pasando el puente de la Rochapea, a mano izquierda, en el comienzo de la calle de Errotazar, existe una plazoleta irregular, de suelo pedregoso, con múltiples y profundos hoyos, vergonzoso erial (1979-80) en el barrio más castizo y con más historia de todos los existentes en la vieja Iruña. Entrando hasta el fondo de esta plazoleta, a mano derecha, está el comienzo de un largo callejón, denominado popularmente «Calleja de los Toros», que llega hasta la calle de don Bernardino Tirapu. Esta plazuela, generalmente solitaria, sólo se ve concurrida en las noches de las Fiestas por los curiosos que en gran número acuden a contemplar la veloz carrera de los toros en el «Encierrillo».
Pasando el puente de la Rochapea, a mano izquierda, en el comienzo de la calle de Errotazar, existe una plazoleta irregular, de suelo pedregoso, con múltiples y profundos hoyos, vergonzoso erial (1979-80) en el barrio más castizo y con más historia de todos los existentes en la vieja Iruña. Entrando hasta el fondo de esta plazoleta, a mano derecha, está el comienzo de un largo callejón, denominado popularmente «Calleja de los Toros», que llega hasta la calle de don Bernardino Tirapu. Esta plazuela, generalmente solitaria, sólo se ve concurrida en las noches de las Fiestas por los curiosos que en gran número acuden a contemplar la veloz carrera de los toros en el «Encierrillo».
El
Ayuntamiento no se ha dignado conceder título a esta modesta plazuela, y si le
hemos asignado el de Errotazar es por ser el que ostenta en los últimos planos
de la ciudad. A través de los siglos a esta plazuela se le ha denominado con
los siguientes nombres:
1. Plazuela del matadero de carnes. Al comenzar en 1588 el sacrificio de reses en
el nuevo matadero municipal de la Rochapea, situado entre la orilla derecha del
Arga y un espacio trapezoidal, éste fue bautizado con el nombre de Plazuela del matadero de carnes. El
título persistió hasta finales del siglo XVIII o principios del XIX que es
cuando aparece con la nueva denominación de:
2. Plazuela del Arrasco o del Arriasco. Título procedente del vasco arri, 'piedra', y asko, 'mucho' ("mucha piedra"). Este título persistió hasta la tercera década del
siglo XX. Hoy lamentamos profundamente se haya perdido este bonito topónimo,
máxime cuando el de Errotazar está conservado.
3. Plazuela de la Guardia Civil.
El 18 de junio de 1920, se instaló en la casa
de los pastores el cuartelillo y viviendas de la Guardia Civil de la Rochapea.
En esta casa de los pastores, que sigue siendo en la actualidad propiedad del
Ayuntamiento, estuvo la benemérita prestando sus servicios hasta las 12 horas
del 22 de agosto de 1975.
Durante
aquellos 55 años que persistió aquel cuartelillo en la casa de los pastores,
los vecinos del barrio denominaron a la plazuela con el título de Plazuela de la Guardia Civil.
4. Plaza de Errotazar. Al desaparecer el cuartelillo, se olvidó el
título anterior y ahora le llaman a la plazuela con el nombre de Errotazar. Si
nuestros sesudos ediles se preocupasen un poco más de nuestra pequeña -pero
entrañable- historia local, hace años habrían reconocido oficialmente el antiguo
topónimo de Arriasco (o Arrasco), así como el de la próxima 'calleja de los Toros',
títulos que, cual hijos de mala madre, no están (en 1979-80) reconocidos.
1926, julio. De I a D: Puerta del pastor; puerta de los toros; plaza de Arriasco, al fondo; valla que se abría y cerraba el paso hacia el observador. |
La 'calleja de los Toros' ya fue reconocida en su día y hoy ha quedado integrada en los nuevos corralillos. Pero la plazuela de Arriasco está pidiendo a gritos una limpieza para que se vuelvan a ver las piedras a las que debe su nombre y una placa que desolvide tan entrañable topónimo.
Vamos, Asirón, que hacer algo bien no te va a quitar votos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario