viernes, 29 de junio de 2018

Ecos guipuzcoanos (II): Nostalgia de Guipúzcoa


"Hoy era el cumpleaños de mi padre. Cantábamos juntos... y no nos salía mal. Cuánto le echo de menos...
Hay una canción que casi he olvidado pero, si alguien tiene la letra completa, me encantaría guardarla.
Estos versos son los que recuerdo:
Por montes, caminos y aldeas / de Guipúzcoa la dulce y bella /cuando va cayendo la tarde / se oye el canto de una doncella. /Su canto es amor... / Su canto es...
No recuerdo más  :Ž(  "
***
José Luis Ocón repasa junto al piano del Silken
Amara Plaza las partituras de Gamborena.
Foto Usoz
 
Me da rabia haber llegado 11 años tarde para responder a este precioso comentario de un hijo que, como me pasa también a mí, echa en falta a su padre.
Así como en la 1ª parte de Ecos guipuzcoanos hemos escuchado las dos canciones más divertidas, alegres y de cachondeo, de Harina y 'Gamborena', interpretadas en 1944 por Los Koskeros, guardo para esta segunda las dos más nostálgicas, las que llegan más adentro del corazón de todo guipuzcoano... y de cualquier persona sensible: "Por montes, caminos y aldeas" y "Montañas de Guipúzcoa". 
Curiosamente, ambas van precedidas de una breve invocación al cielo nocturno: "¡Oh, estrella que reluces..." y "En esta noche bella...". Por eso, he estado en un tris de titular esta entrada "Nocturnos guipuzcoanos"

1. Por montes, caminos y aldeas
Como decimos, grabadas en 1944 por Los Koskeros. Autores: José Harina y 'Gamborena', seudónimo de Juan Álvarez Urresti.
Ésta es la letra:
¡Oh, estrella que reluces en el azul del cielo! ¡Oh, estrella tan bella, nunca te apagarás!
Por montes, caminos y aldeas de Guipúzcoa, la dulce y bella, 
cuando va cayendo la tarde, se oye el canto de una doncella; 
su canto es amor, su canto es dolor, con ecos de lejanas tierras; 
su canto es amor, su canto es dolor, de tiempos que añora y anhela


2. Montañas de Guipúzcoa
En esta noche bella, tan silenciosa, tan dulce y clara, ¡oh luna que iluminas hasta la aldea de mi adorada! Alumbra con firmeza los altos montes, los verdes prados, donde mi amada vive, donde mi amada me está esperando.
Montañas de Guipúzcoa, dulces recuerdos de mi niñez; aldeas sonrientes, feliz el día que os vuelva a ver; montañas de Guipúzcoa, paisajes de esplendor, os canto en mi zortziko con toda el alma y el corazón.

He puesto, a pesar de sus defectos de sonido, esta grabación de Los Koskeros por dos razones:
  • porque los autores, Gamborana y Harina, crearon "Ecos guipuzcoanos" para que fuera grabado por ellos. Es, por tanto, la grabación más antigua, de 1944.
  • porque es la única que podéis escuchar con su sonido original en la Biblioteca Nacional. Pinchad ahí, que es una gozada. Lo que antes era un lujo, al alcance de algunos privilegiados, hoy podemos escucharlo todos los ciudadanos.
A partir de los años 70, también Los Xey grabaron las cuatro canciones de Ecos Guipuzcoanos con una gran calidad. Disfrutadlo:

6 comentarios:

Alfonso Elizalde dijo...

Gracias, Patxi

desolvidar dijo...

A ti, Alfonso

Unknown dijo...

Montañas de Guipúzcoa me emociona. Me recuerda a mi marido, guipuzcoano, que me enseñó a amar su tierra como también amo la mía, Aragón

Alberto Piris Laespada dijo...

Nacido en Bilbao, mi niñez donostiarra y mi juventud vitoriana me hacen emocionarme al escuchar estas dos canciones que recuerdo en la voz de mi madre. Montañas de Gipuzkoa, montañas de Euskalherria...

Unknown dijo...

Tal como nos la enseñó en ¿1962? el director del coro de alumnos del Colegio Salesiano de San Juan Bautista (c/Francos Rodríguez, Barrio de Estrecho, Madrid), el orondo baracaldés Padre Jaime Lunate Olarrieta Pérez Zaballa (siempre recitaba orgulloso sus 4 apellidos). El bueno de D. Jaime se afanaba en intentar que >1.000 crios cantásemos la misa sin desafinar demasiado. Y para compensar tanto "Veni, Creator Spiritus, mentes tuorum visita, imple superna gratia, quae tu creasti pectora" y latinajos similares, nos enseñó a cantar varias canciones vascas en versión en castellano, entre ellas esta, cuya letra aun recuerdo perfectamente:
"Son barrios Gros y Atocha, que no tienen rival;
la Concha es playa sin duda internacional;
la gran Tabacalera, que nos mantiene a tal;
teatros como el Trueba y como el del Kursaal;
el gran Bar "El Chaval", Garags Continental;
Matadero colosal, la Real siempre a goal,
el Monte San Ignacio y el Santo Hospital,
el Monte San Ignacio y el Santo-Hos - pi - taaaaal.

La serie de temas nos los enseñó a cantar seguidos, terminando con la anterior y comenzando con un nostálgico recuerdo a su amada madre (era un cura, no procedía lo de amada a secas):
"En esta noche bella, tan silenciosa, tan dulce y clara,
¡oh luna que iluminas hasta la aldea de mi adorada!
alumbra con firmeza los altos montes, los verdes prados,
donde mi madre vive, donde mi madre me está esperando.
Montañas de Guipúzcoa, paisajes de esplendor,
os canto en mi zortziko con toda el alma y el corazón,
os canto en mi zortziko con toda el alma y el corazón.

La cosa seguía con la también muy nostálgica (y tambien ligeramente cambiada):
"Por montes, caminos y aldeas
de Guipúzcoa, la dulce y bella,
cuando va cayendo la noche,
se oye el canto de una sirena;
su canto es amor, su canto es dolor,
con ecos de lejanas tierras;
su canto es amor, su canto es dolor,
de tiempos que añora y anhela".
de ahí saltaba al "Somos 4 amigos" (solo cantaba la 1ª y 3ª estrofa, tal como aquí figuran) y seguía con una "bilbainada" célebre ligeramente cambiada en contra de los vecinos navarros:
"Los pamplonicas, por el verano,
txacolígorri suelen beber
bajo las parras del "Pueblo Nuevo"
¡¡buenas moscorras suelen coger!!".
(porque el vino tinto de Bilbao no emborracha por mucho que se beba, eso solo pasa en Navarra) y remataba con orgullo santurceño:
"Amatxí, amatxí,
amatxí, amatxí,
amatxí, amatxí, amatxa.
Soy de Santurce, bonita aldea,
soy del pueblo que gana
en las regatas con las traineras
soy del pueblo que gana
en las regatas con las traineras.
De babor, de babor a estribor,
de estribor a babor, de proa a popa.
De estribor, de estribor a babor,
de babor a estribor, de proa a popa.
Que tú eres el mar,
que yo soy la arena,
que ya no voy sola,
que el agua me lleva."
D. Jaime nos enseñó una versión en "vaspañol" del "Boga, boga mariñela" de Guridi:
"Boga, boga, mariñela,
mariñela.
boga boga a navegar, a navegar,
hacia las Indias,
hacia las Indias.
Ya no volveré a verte
playa que besa el mar,
que besa el mar.
Adiós a mi Ondarroa,
adiós, mi amado hogar.
Mariñela, ¡¡boga!!
mari-ñe-laaaaa."
No se la "morriña" que pasara un galego, pero la del bueno de D. Jaime (Santurce, ¿1926? - Santurce, 12-05-1985) era de campeonato de mus lo menos. Era buena gente, D.E.P. (y quedarían aliviadas las cocineras, siempre regañándole por "catar" todos los guisos a escondidas, era mucha la "humanidad" que tenía que llenar diariamente).

desolvidar dijo...

Mil gracias por comentario tan delicioso