domingo, 28 de febrero de 2021

Erre que erre con el “A San Fermín pedimos” (2)


A pesar de que a un primer escrito ya contestó Joaquín Zabalza. A pesar de que Manuel Turrillas ya había certificado en diferentes ocasiones que la autoría del Cántico del Encierro correspondía a Joaquín Zabalza Borruel...

14/11/1997. ...A pesar de que Joaquín Zabalza dio por zanjada la cuestión de la autoría del "A San Fermín pedimos" (01.11.97), no pasaron dos semanas y ya recibió una respuesta muy, pero que muy desabrida:
Bien pues ese trocito que el señor Zabalza lo atribuye como suyo, lo compusimos (si a eso se le puede llamar componer) mi amigo Eugenio Borda y yo, una madrugada de las fiestas allá por los años 50 o 52. Delante de la fachada del ayuntamiento. Y junto con nuestra cuadrilla lo fuimos canturreando y lo fueron canturreando otros, hasta que cogió cierta popularidad. 
Entonces llegaste tú, le empalmastes al resto y, «tó» pa tí. No señor amigo Zabalza, hay que ser más honrado.
J. Zabalza cedió los derechos del "A SF..." a Turrillas
Salvador Pérez Morcillo, aparte del testimonio personal (y su poco respeto), no aporta ninguna prueba.
Por supuesto, Joaquín Zabalza declinó contestar.

28/12/1997. Con fecha del Día de los Inocentes aparece otra carta al director, en un tono mucho más educado, sobre el mismo tema.
El autor, Luis Gutiérrez Piérola, fue miembro de la Orquesta Oriental, de Estella,  cuyo rastro podemos seguir en la hemeroteca de Diario de Navarra entre los años 50 y 70. Aparecen ligados, al principio (18/07/1951) -como asegura él-, a la Peña La Única, luego (11/08/1957) con la Venta de Antequera y finalmente (11/11/1962) con La Jarana y Educación y Descanso.
Luis asegura:
Fuimos contratados en el año 1949 por el pueblo de  Eugui. En Eugui había un mozo, llamado Javier, que tocaba el acordeón y que tocaba muchas jotas, entre ellas tocaba un fandango jota francesa, que llevaba la parte que es cuestión de la polémica.
Nosotros, como nos gustaba, enseguida la cogimos y la pusimos en nuestro repertorio, y la llamábamos "la jota de Eugui" y con ese nombre formó parte de nuestro repertorio. 
En el año 1950 (y luego muchos años seguidos) fuimos contratados por la Peña la Única. 
Cuando nos mandaron las partituras aquí a Estella, nos dimos cuenta de que la parte del vals de la jota no sonaba para la calle, y acordamos sustituirla por la parte de la jota que nosotros ya tocábamos, es decir, A San Fermín pedimos. 
Al oírla el Sr. Turrillas, q.e.p.d., gran amigo nuestro, nos dijo: ¡Oye! me habéis cambiado el vals de la jota, pero la verdad, suena mejor, y aquí demostró lo grande y lo sencillo que era, pues nos dijo una frase que a mí nunca se me ha olvidado: "En esta vida siempre se está aprendiendo". 

Y así fue como, sin darnos cuenta, fuimos también los difusores de esta melodía. 
Los mozos de las peñas, no sé si serían éstos de la polémica,  un día de San Fermín, se nos acercan y nos dicen: "le hemos puesto letra a la jota que tocáis". 
Concretando. La letra la pusieron los entonces mozos, la música vete a saber de quién será; ni es de los lruñako (que entonces no existían, como conjunto) ni es de Javier -el mozo de Eugui-, ni es de la Orquesta Oriental, aunque fuimos los difusores y dio pie para que los mozos le pusieran la letra y los lruñako después la pusieran en su repertorio y la difundieran por todo el mundo. 
Y quién nos iba a decir a todos que aquél fandango jota francés iba a ser una de las melodías más populares de nuestros Sanfermines. 
Me tenéis a vuestra disposición para lo que queráis, en mi poder tengo pruebas de todo lo que aquí afirmo, y para que así conste se despide este que os saluda cordialmente.
Luis Gutiérrez Piérola
En 1956, Los Iruña'ko grabaron el Himno de la Peña La Única con el nuevo final terminado con el "A San Fermín pedimos..." Ese era el momento más adecuado para que alguien de la Orquesta Oriental (por ejemplo, Luis Gutiérrez Piérola) cayera en la cuenta de que eso que cantaba el famoso grupo de Joaquín Zabalza era exactamente la "jota de Eugui" con la letra de aquellos mozos que les dijeron: "le hemos puesto letra a la jota que tocáis".
En ese mismo momento, descubierto el plagio, tenían que haber recogido la partitura de la "jota de Eugui", con la letra de sus amigos, y presentarla ante un notario que diera fe de que ellos eran los autores, al menos, de la letra, y que lo que habían grabado y cantaban Los Iruña'ko  era un plagio.
A principios de los 60 se empezó a cantar en Santo Domingo, antes del Encierro, el "A San Fermín pedimos...". Cada año cogía más fuerza.
Desde 1956 y hasta el año 1965 Los Iruña'ko fueron popularizando esta música, primero por Navarra, y después por toda España, Europa y América en unas 3000 (se dice pronto) actuaciones en teatros, salas de fiestas, emisoras de radio y televisión, festivales, grabaciones en España y América etc.
Javier difícilmente se equivoca
A comienzos de los 80 la televisión empezó a transmitir en directo el Encierro  que empezaba con lo que ya se llamaba "el Cántico del Encierro", un momento muy emocionante. Y por supuesto Javier Solano anunciando a los cuatro vientos que el autor de la letra era Joaquín Zabalza.
Y es en 1997, casi medio siglo después, cuando los "pretendientes" reivindican, sin pruebas, su autoría.
Entiendo que esa canción que, por tres veces, escuchan cada mañana de San Fermín millones de personas del mundo entero, es una golosina tan apetecible, que unos la han parasitado recientemente traduciéndola al vasco y otros quieren apropiarse de ella. Y es que la victoria tiene mil padres.
Han pasado casi 25 años desde estas cartas al director. Tiempo suficiente para que alguien  haya subido a la red la partitura de esa "Jota de Eugui" o haya encontrado en internet "el fandango jota francés".
Le he preguntado a Google por la "jota de Eugui" (así, entre comillas): cero resultados. Lo mismo para "fandango jota francés".
Y todavía me siguen llegando al blog comentarios como estos:
Anónimo dijo...
En 1950 ya estaba sonando. Todavía hay gente que vive y lo puede confirmar... Tuli sabe quién fue el autor, que con su cuadrilla la hicieron nacer, en plaza de toros, peña La Única...
Próximamente se va a sacar a la luz pública 
Hasta pronto! (21 de febrero de 2017, 19:39)

Trasparente dijo...
Yo se quien es el autor...su peña La Única... El Tuli se llevó la fama, y se calló al auténtico, al único, ese hombre que él conocía bien, es un orgullo saber la verdad. Me toca cerca y por eso lo quiero expresar aquí. Gracias (4 de abril de 2020, 17:42)

En fin... Como con mucha gracia dice la tercera carta
"También puedo yo afirmar que uno de mis bisabuelos compuso «La Traviata», aunque en un destello de generosidad se la cedió a un tal Verdi, que, injusticias de la vida, aparece reiteradamente en los libros de Historia como su autor."


Documentación
Aquí tenéis, completas, las tres cartas al director tratadas sobre este tema. Dos que ponen en tela de juicio la autoría de Joaquín Zabalza y una que la da por buena.

14/11/1997
Sobre la autoría de «A San Fermín pedimos...» 
A la vez que me hace gracia, me indigna que para poder justificar de algún modo el plagio por el señor Zabalza de nuestro trozo de letra, haya tenido que contarnos casi toda la historia del que fue durante muchos años nuestro admirado grupo musical "Los lruñako". 
Se puede ver bien en «Cartas al director» que quiere salir a flote de su falta de alguna manera, pero no vale. 
Nadie se lo discute y es perfectamente creíble que, como dice, colaboró con don Manuel Turrillas (RIP.), para la composición de la jota. Y la compuso, claro que la compuso y estoy seguro que le resultaría fácil, pues no tuvo más que poner la música de Los Arcos y parte de la letra, porque el resto, volvemos a repetir, ya estaba compuesta. Y no me refiero, ni nos hemos referido nunca a toda la letra naturalmente, sino simplemente al trocito que cantan los mozos unos minutos antes del encierro, en Santo Domingo y delante de la imagen de nuestro San Fermín. 
Bien pues ese trocito que el señor Zabalza lo atribuye como suyo, lo compusimos (si a eso se le puede llamar componer) mi amigo Eugenio Borda y yo, una madrugada de las fiestas allá por los años 50 o 52. Delante de la fachada del ayuntamiento. Y junto con nuestra cuadrilla lo fuimos canturreando y lo fueron canturreando otros, hasta que cogió cierta popularidad. 
Entonces llegaste tú, le empalmastes al resto y, «tó» pa tí. No señor amigo Zabalza, hay que ser más honrado. ¿No le bastó al señor Zabalza y al resto de los componentes de «Los lruñako» los merecidos éxitos que tuvimos en vuestro tiempo, que aún quiere hacer suyo lo poquito que hemos hecho los demás? Piénselo amigo mío y deje para nosotros el trocito de composición que nos corresponde. 
Salvador Pérez Morcillo
P.D.: En «Cartas al director» escrita por Eugenio Borda, su cuadrilla, etc. atribuyó indebidamente la música a don Manuel Turrillas (RIP.) cuando según Zabalza no fue así. Creo que es perdonable.

28/12/1997
Historia de la música y letra «A San Fermín pedimos»
En el apartado del periódico que Ud. dirige, aparece una polémica sobre la autoría de la música y letra de «A San Fermín pedimos» entre algunos miembros de Los lruñako y un grupo de amigos, que por lo que veo rondarán los setenta años. 
Me veo en la obligación de poner mi granito de arena en el tema, ya que hay que darle a Dios, lo que es de Dios y al César lo que es del César. 
Empezaré por decir que no me une amistad alguna con ninguna de las dos partes, y que sólo me mueve el que se conozca cómo llegó a Pamplona dicha melodía y letra. 
Pues bien. Yo, un antiguo miembro de una orquesta, que en su tiempo fue una de las orquestas punteras de Navarra «Orquesta Oriental», afirmo lo siguiente: 
Fuimos contratados en el año 1949 por el bonito pueblo de nuestro Pirineo, Eugui, para amenizar las fiestas patronales, entonces no era como ahora que las orquestas van para un día, sino que estábamos todas las fiestas en el pueblo, y así durante muchos años estuvimos amenizándolas, tanto que también recuerdo una anécdota digna de ponerla en el Guinnes como fue estar bailando la jota durante más de tres horas. Eso un día en la víspera a ver quién resistía más sin parar, si la orquesta, o los mozos, al final hubo empate. Todos agotados. 
Y aquí viene la cuestión, en Eugui había un mozo llamado Javier que tocaba el acordeón y que sin darse cuenta fue el impulsor de dicha melodía, y me explico. Este tocaba muchas jotas, entre ellas tocaba un fandango jota francesa, que llevaba la parte que es cuestión de la polémica
Nosotros, como nos gustaba, enseguida la cogimos y la pusimos en nuestro repertorio, y la llamábamos "la jota de Eugui" y con ese nombre formó parte de nuestro repertorio. 
En el año 1950 fuimos contratados por la Peña la Unica de Pamplona para amenizar los bailes que dicha peña daba en un local de la calle Amaya, junto al bar Mauleón, también "hacíamos la peña", es decir, ir a los toros y a la calle. Así estuvimos muchos años seguidos. 
Cuando nos mandaron las partituras aquí a Estella, es decir la música de la peña y los ensayos que teníamos, nos dimos cuenta de que la parte del vals de la jota no sonaba para la calle, y acordamos sustituirla por la parte de la jota que nosotros ya tocábamos, es decir, A San Fermín pedimos. 
Vimos que sonaba mejor y que sonaba más para la calle, tenía más lucimiento, tanto que al oírla el Sr. Turrillas, q.e.p.d., gran amigo nuestro, nos dijo: ¡Oye! me habéis cambiado el vals de la jota, pero la verdad, suena mejor, y aquí demostró lo grande y lo sencillo que era, pues nos dijo una frase que a mí nunca se me ha olvidado: "En esta vida siempre se está aprendiendo". 
Y así fue como, sin darnos cuenta, fuimos también los difusores de esta melodía. 
Los mozos de las peñas, no sé si serían éstos de la polémica, le ponían letra a todo. Tocábamos una canción, entonces de moda, que decía: "Tengo una casita blanca para ti...". Y ellos cantaban... "En un rincón de la Chantrea...". Y es que entonces se empezaron a hacer las casas de dicho barrio, y se las hacían ellos mismos en los ratos libres, trabajaban los domingos y demás. 
Un día de San Fermín, se nos acercan y nos dicen: "le hemos puesto letra a la jota que tocáis". Y la verdad nosotros no le dimos importancia, así que fueron ellos y nadie más que ellos, los que le pusieron letra a esa melodía. 
La música dijo muy bien el Sr. Turrillas, q.e.p.d., que no era suya, porque así es, es decir, esta parte, porque lo demás sí. 
Concretando. La letra la pusieron los entonces mozos, la música vete a saber de quién será; ni es de los lruñako (que entonces no existían, como conjunto) ni es de Javier -el mozo de Eugui-, ni es de la Orquesta Oriental, aunque fuimos los difusores y dio pie para que los mozos le pusieran la letra y los lruñako después la pusieran en su repertorio y la difundieran por todo el mundo. 
Y quién nos iba a decir a todos que aquél fandango jota francés iba a ser una de las melodías más populares de nuestros Sanfermines. 
Me tenéis a vuestra disposición para lo que queráis, en mi poder tengo pruebas de todo lo que aquí afirmo, y para que así conste se despide este que os saluda cordialmente. 
Luis Gutiérrez Piérola

06/01/1998
Sobre la autoría de «A San Fermín pedimos»
He seguido con atención la polémica suscitada en esta sección sobre la autoría de la famosa coplilla «A San Fermín pedimos». 
Dado el innegable protagonismo que ésta ha adquirido, en el que sin duda constituye el episodio más característico de los Sanfermines, el encierro, parece aconsejable estudiar con más detenimiento las dos posturas encontradas. 
Por una parte, diversos miembros de la peña «La Unica» aseguran en tres cartas aquí mismo publicadas que la mentada coplilla la idearon y comenzaron a cantarla ellos, siendo posteriormente adaptada por el recientemente fallecido Maestro Turrillas y popularizada por el grupo «Los Iruñako». 
Por la otra parte, el Sr. Joaquín Zabalza asegura que tan famoso estribillo fue compuesto por el mencionado grupo, del cual fue miembro. 
En la Sociedad General de Autores, la partitura de la Peña «La Unica», a la que pertenece la estrofa objeto de disputa, aparece como obra del maestro Turrillas. Por ello, a efectos legales (y a cualesquiera otros), él y sólo él es el autor de la canción registrada, en toda su integridad. Este, a su vez, y haciendo gala de esa humildad que lo caracterizaba, aseguró en público más de una vez (sin ir más lejos, en el homenaje que se le tributó hace dos años en el hotel Maissonave) que la autoría de «A San Fermín pedimos...» corresponde a su compañero y amigo Joaquín Zabalza, miembro de los lruñako, afirmación ésta de la que ha quedado constancia en diversos medios, incluido este mismo en el reciente escrito del Sr. José Miguel Iriberri (28-11-97) (lo que, por cierto, no comparten los firmantes de las tres referidas cartas). 
Como estos datos me parecen francamente fidedignos, quisiera respetuosamente dirigir la presente a quienes los ponen en tela de juicio, es decir, a los Srs. miembros de la citada peña. 
Afirman Vds. ser los creadores de la ya manida coplilla y su opinión es muy respetable. Pero es bien sabido que un juicio se gana o se pierde en la fase probatoria, donde los hechos probados sustituyen a las afirmaciones de las partes, siempre contradictorias y siempre igualmente válidas. Sin embargo, no aportan Vds. ninguna prueba. 
También puedo yo afirmar que uno de mis bisabuelos compuso «La Traviata», aunque en un destello de generosidad se la cedió a un tal Verdi, que, injusticias de la vida, aparece reiteradamente en los libros de Historia como su autor. 
Y esta afirmación, como la suya, también es muy respetable, pero igualmente carece de pruebas que puedan sustentarla y convencer mínimamente a un observador imparcial. 
Así las cosas, no debe sorprenderme ni soliviantarme que nadie crea lo de mi bisabuelo, como tampoco deberá soliviantarlos a Vds. que mucha gente (me incluyo) crea más convincente la versión de M. Turrillas, de J. Zabalza, de J.M. Iriberri, y de tantos otros más, y consideren que la autoría de «A San Fermín pedimos» no les corresponde a Vds., sino al Sr. Zabalza.
Pedro Rodríguez Martín

1 comentario:

Aritz Lizarraga Olascoaga dijo...

Yo de niño recuerdo cantar "A San Fermín venimos" en vez de "A San Fermín pedimos". Sabiendo que el autor es el señor Zabalza, entonces, ¿qué nombre tiene? ¿Fandango Jota Francés, Cántico del Encierro, o Jota de Eugui? ¿O los tres valen?