sábado, 16 de enero de 2021

Mirador Taconera: Regreso al pasado

A. García Deán: Mirador de la Taconera 1911 ca. AMP. Entre el público, de boina
y blusa, el platero don Estebán García; con bombín, el exconcenjal Goñi Izura
Cuando veo imágenes como éstas, me entran unas ganas irrefrenables de volver al pasado, sentarme en un banco del plácido Mirador de la Taconera y ponerme a charlar con los presentes sobre la Pamplona de 1911. Yo les podría contar cómo será Pamplona dentro de 110 años y seguro que poco me creerían. Por ejemplo.., que en 20 años la barandilla la llevarán -todo rellenado y explanado- hasta el final del Baluarte Gonzaga, encima de la Cuesta de la Reina...
Pero, claro, es imposible volver al pasado, entre otras cosas porque se podría cambiar la historia. En cambio, según Einstein y su Teoría de la Relatividad, sí es posible viajar al futuro, siempre que uno se desplace a velocidades cercanas a la de la luz.
A. García Deán: Mirador de la Taconera 1911 ca. AMP. Entre el público, de boina
y blusa, el platero don Estebán García; con bombín, el exconcenjal Goñi Izura
Cuando, no hace mucho, descubrí dónde estuvo el Mirador de la Taconera, caí en la cuenta de que no todo lo que se ve -del Mirador- en estas fotos  está perdido.
Por ejemplo, esos bancos de piedra bien podrían ser los de un par de plazoletas cuadradas a escasos metros. Eso sí, hoy están más hundidos en tierra:

Pero de lo que estoy más seguro es de la 1ª fila de árboles del Mirador, más concretamente del que yo llamo "el cuarto árbol". Cuarto -ver 2ª foto-, desde la barandilla del fondo que da a la Cuesta de la Estación. Y cuarto, hoy en día, cuando te acercas al Portal Nuevo por el andén proveniente del Campo de Deportes -mal llamado- Larraina:

Que son los mismos árboles, lo dice el SITNA, especialmente si comparamos la ortofoto de de 1945-46 con la actual:
1. Plazoletas de los bancos 2. Fila de 4 plátanos Flecha: el 4º árbol

Comparando la fotografía del 4º árbol, en 1911 y hoy, éste es el resultado. Son demasiados detalles para ser casualidad.

Y cuando -en el presente- encuentras algo del pasado que ni por asomo sospechabas, qué menos que darle un buen navrazo. Y más si es un árbol:

De esta manera, el pasado encaja perfectamente en el presente. Todo un ejercicio de desolvido:

1 comentario:

Anónimo dijo...

María Isabel Márquez Viela
Yo pienso en mi madre, siempre hablando de esos jardines, embarazada de mí, y viajar así a Baztan para que yo naciera al lado de su familia.