viernes, 23 de octubre de 2020

Casa Ortega, 120 años con la misma filosofía

Ortega, Mayor 1. Inge Morath SF 1954
Enfrente del edificio del Condestable, en el nº 1 podemos encontrar el centenario comercio de Ortega. Fundado en 1900 por Bonifacio Ortega, soriano de nacimiento, que trabajó de aprendiz en Casa Górriz. Mucha gente conocía popularmente a Ortega como Casa Boni. Posteriormente el fundador dejó el negocio a su hijo Pepito Ortega quien en 1965 cedería la tienda a sus dos dependientes: José Manuel Navarro y Daniel Cayuela. Con ellos Casa Ortega paso a denominarse Sucesores de Ortega, hoy Ortega a secas, con Eugenia Cayuela y José Manuel Navarro aun tras el mostrador (MVP). 
La historia de «Casa Boni» La franja de horas puntas antes de irse a comer transcurre entre las once y media y la una y cuar- to, cuando las madres acuden y vuelven de recoger a los niños del colegio. Suelen ser caras conoci- das. «Vienen hijos y nietos de los que eran clientes habituales». Esos que conocieron el arranque del negocio a principios de siglo y se referían a Casa Ortega como «Casa Boni» por su fundador, Bonifacio Ortega. La tienda pasó después a uno de sus hijos y en los años sesenta a dos depen- dientes, Daniel Cayuela Ortega y José Manuel Navarro Arasti, que directamente o por medio de familiares regentan actualmente la tienda. José Manuel Navarro, de 67 años, está jubilado, pero sólo su presencia sigue siendo el alma de la tienda. Todos escuchan cuan- do recuerda los tiempos en los que la Calle Mayor era una de las principales salidas de Pamplona (DN hemeroteca 23/02/2003)
Ortega, más de 100 años al servicio de generaciones de pamploneses y navarros, con el mismo estilo de siempre
Hablamos con María Eugenia Cayuela Ortega (2ª por la dcha), una de las propietarias del establecimiento
Por: Casco Antiguo
Aunque para este magazine digital todos sus comercios le son igualmente queridos le hacía particular ilusión hablar de uno de sus comercios centenarios más clásicos y conocidos, que se sigue manteniendo al pie del cañón como el primer día. Ortega es uno de esos raros exponentes del llamado comercio tradicional que pese a mantener la apariencia, el sabor, y el trato de siempre, o precisamente por eso, sigue provocando el interés, la atracción y la visita de un buen número de clientes al cabo del año.
Ortega, Casa Ortega nació en el nº 1 de la calle Mayor, a principios del siglo XX, en torno a 1905, aunque es probable que su antigüedad pudiera ser algo mayor. La fundó Bonifacio Ortega. Era pariente de mi padre y como él era soriano, nos confiesa María Eugenia Cayuela Ortega, que a la sazón comparte apellido con el fundador. Bonifacio Ortega regentó la tienda, que era conocida popularmente por la gente de la Cuenca, como Casa Boni, hasta 1935, año en que falleció de accidente. Boni Ortega empezó con pañería. Por entonces lo que más se vendía eran telas para trajes de caballero. Le dejó el negocio a uno de sus hijos, José Ortega, que tenía afición por la pintura aunque la salud un poco delicada. Los demás hijos cursaron carreras de ingeniería en Madrid. José Ortega, Pepe regento la tienda durante 30 años. Durante ese período se llamó Hijo de Bonifacio de Ortega. Con la entrada de José se empezó a vender, además, de las telas de traje de caballero, telas para vestidos y batas de señora, sabana, mantas, ropa de trabajo, géneros de punto y confección en general. Durante algún tiempo a Ortega le llegaron a llamar «la casa de las mantas», incluso aparecía tal denominación en las bolsas de plástico de aquellos años.
Ortega ha estado desde siempre muy vinculado a la gente de la Cuenca. En aquellos tiempos, le gente venía al Mercado y recalaba luego en Ortega. Todavía viene mucha gente de los pueblos, afirma María Eugenia. Mi padre que en aquel tiempo trabajaba de dependiente, iba los martes a la Feria de Ganado de Irurzun, con el de La Zapatillera, con dos maletas de género, colocaban su puesto y toda la gente les conocía.
En 1965, José Ortega les deja la tienda a dos de sus dependientes Daniel Cayuela Ortega y a José Manuel Navarro. A partir de ese momento la tienda se conoció como Sucesores de Ortega o más sencillamente como Ortega. En esa fecha se amplió la tienda con un escaparate exterior y una zona de probadores pero siempre manteniendo el interior del local y la fachada. Se hizo la ampliación incorporando el local de la antigua barbería que había al lado. Es entonces, en esa época, cuando sin perder la esencia de comercio tradicional, se empezó a vender trajes regionales (de caser@), blusas de fiesta y todo tipo de prendas confeccionadas. Se redujo el apartado de telas, -la gente ya no cosía tanto, ni se hacía sus trajes como en tiempos pasados cuando abundaban los sastres y las modistas-, y se aumentó mucho el de la prendas confeccionadas. La tienda ha ido evolucionando conforme ha ido evolucionando la moda y la sociedad. Como se puede comprobar, cada uno que ha cogido el establecimiento le ha dado un renovado impulso al negocio, incorporando nuevas gamas y productos.
Hoy nos dice María Eugenia, siguiendo el modelo de comercio tradicional, se pueden encontrar todo tipo de productos en las diferentes secciones. En hogar, ropas de cama, sabanas, edredones, mantas, toallas, telas, etc. En regional: trajes de casera, blusas de fiestas, regional blanco (sanfermines, dantzaris, pelotaris) que va a más y que se vende durante todo el año. En confección vendemos muchos polos, camisetas de señora y caballero, moda en general, camisas, pantalones, jerséis, batas, prendas de hombre para todas las edades, interiores de señora y caballero, calcetines. Vendemos también prendas para señoras de cierta edad.
Si hay algo que diferencia a Ortega de otras tiendas, según María Eugenia, es el precio ajustado y el buen trato a los clientes. Ortega es un comercio de los de antes en el Casco Viejo de Pamplona donde puedes comprar de casi todo, intentando dar respuesta a las necesidades de sus clientes con un trato personalizado, cercano y familiar. La gente quiere que les enseñes el género, les expliques y les aconsejes. Conoces el género perfectamente y eso nos sirve para asesorarles bien. De ahí que cuente con una clientela muy fiel, tal es así que hay muchos casos en los que ves como han ido viniendo abuelos, padres e hijos y otros que se van incorporando atraídos por la buena relación calidad-precio.
No hay un perfil concreto de clientes. El perfil del clientes es heterogéneo y variadísimo, como lo ha sido siempre. Sigue viniendo gente de los pueblos y de la ciudad, de diferentes barrios y de distinta edad y extracción socio-económica.
Tras el fallecimiento de Daniel Cayuela la titularidad de esa parte del negocio, que hoy cuenta con tres empleados, pasó a su madre y hoy en día la tienen las tres hermanas Cayuela Ortega junto a José Manuel Navarro que ha estado buena parte de su vida en el establecimiento, tiene actualmente 80 años y cuyas notas nos han ayudado junto con la entrevista a María Eugenia a reconstruir la historia y devenir de esta centenaria tienda. Ortega cuenta con tres empleados, hace poco se jubiló Jesús Chocarro que llevaba 55 años en el establecimiento.
Cuando le preguntamos por el futuro, María Eugenia, que sigue tan activa y dinámica como siempre, no tiene otro objetivo más inmediato que continuar en el día a día con el mismo estilo, manteniendo la apariencia, personalidad y filosofía de la tienda (y de esto Mª Eugenia sabe mucho: fue compañera mía en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Navarra), esas señas de identidad que le han permitido a Ortega cumplir alrededor de 120 años.
(Fotos realizadas por Blumun)
Actualización 24.10.2020
He pasado esta tarde por Ortega y me han confirmado lo que un amigo me ha dicho. Eugenia Cayuela Ansa falleció de un cáncer hace dos años. Descanse en paz.

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